La depuradora de A Coruña lanza un proyecto para detectar COVID-19 en aguas residuales
El estudio de las muestras también permitirá predecir posibles brotes futuros del virus
14 abril, 2020 13:00La empresa pública Edar Bens SA, que depura las aguas residuales urbanas de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros, va a poner en marcha un proyecto de investigación para conocer el grado de incidencia en la población del SARS-Cov-2, causante de la pandemia del COVID-19, mediante el análisis de la carga viral presente en las aguas residuales y lodos de la depuradora de Bens.
“Este proyecto va a permitir medir la concentración del virus en las heces y la orina de la población de A Coruña y su entorno. Los datos que obtengamos pueden ser válidos para saber cuántos ciudadanos están infectados, aunque no se les hayan realizado tests o hayan pasado el COVID-19 sin síntomas”, señala Carlos Lamora, director general de Edar Bens SA. “Además, si mantenemos la toma de muestras en el tiempo podremos estar alerta ante posibles rebrotes del virus en el futuro”, agrega Lamora.
La responsable del proyecto, según informa la empresa pública, será la Dra. Margarita Poza Domínguez, profesora asociada de la UDC Investigadora Senior del Grupo de Microbiología del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC), coordinado por el Dr. Germán Bou. En opinión de la doctora Poza el estudio “no solo permitirá monitorizar el estado de la epidemia en nuestra región, sino que servirá también para hacer estudios sobre organismos multirresistentes y de metagenómica”.
El estudio, en el que Edar Bens SA invertirá 50.000 euros, se desarrollará durante seis meses en los que el personal de Edar Bens SA tomará muestras de aguas residuales y lodos en los municipios a los que presta servicio.
Las muestras se tomarán en diferentes zonas o áreas atendiendo a parámetros como la densidad de población o el perfil de la misma, como por ejemplo poblaciones jóvenes frente a poblaciones envejecidas. A las instalaciones de Bens llegan las aguas residuales de cuatro centros hospitalarios del área sanitaria coruñesa que actualmente acogen personas infectadas con el SARS-CoV2: el CHUAC, el Hospital Modelo, el Quirón y el San Rafael.
Predecir brotes futuros
Desde la compañía aseguran que "teniendo en cuenta que la mayoría de la población asintomática que tenga el virus no va a ser detectada mediante tests, los datos obtenidos de las aguas residuales pueden ofrecer indicadores fiables de la realidad epidemiológica del conjunto de la población". Esta monitorización, añaden, servirá también para predecir posibles brotes futuros y hacer comparativas entre distintas poblaciones, zonas o áreas geográficas concretas.
Además, este estudio podrá "dar pistas sobre cómo se puede mejorar el tratamiento de las aguas residuales con el fin de retener la mayor cantidad de partículas virales en sus lodos de decantación antes de verterlas al mar una vez depuradas". Eso permitirá que las aguas que sean devueltas al medio lleven la menor carga viral posible y se evite la propagación ambiental del virus. Por todo ello, "el proyecto tiene un marcado carácter epidemiológico, pero también ecológico", destaca la compañía.