La Casa Carnicero de Oleiros (A Coruña), una joya arquitectónica asolada por el fuego

Las llamas devoraron a última hora de ayer, jueves, la Casa Carnicero de Oleiros (A Coruña), que quedó calcinada por las intensas llamas que alcanzaron una gran altura y que, desgraciadamente, destruyeron una joya arquitectónica de este municipio.

El fuego se produjo sobre las 20.45 horas y los bomberos de Arteixo, que fueron los que se tuvieron que desplazar hasta el lugar, consiguieron controlar las llamas hora y media después de que se decretase el incendio. Esta misma mañana, los bomberos volvieron a refrescar la zona al volver a salir humo del interior de esta vivienda de la que solo quedarían en pie cuatro paredes.

Viendo las imágenes que circulan desde ayer por las redes sociales, podemos hacernos una idea de la magnitud del incendio. Hay vídeos que recogen los momentos de mayor voracidad del fuego, sobrepasando el tejado, del que no quedó ni rastro.

El fuego devorando la casa Carnicero de Oleiros (Fuente: Concello de Oleiros) Concello Oleiros

La casa llevaba años abandonada y, según apuntan varios medios de comunicación, en los últimos tiempos un okupa estaría viviendo en su interior.

La causa del incendio todavía se desconoce, pero el fuego podría venir motivado por la presencia de esta persona en la vivienda que ya presentaba importantes daños en su estructura. Las pintadas de la fachada también ponen de manifiesto el estado de abandono en el que se encontraba este inmueble.

Un diseño del arquitecto del Kiosko Alfonso

Esta casa de estilo colonial fue construida en 1916 y diseñada por el arquitecto Rafael González Villar, autor del Kiosco Alfonso de A Coruña, para el coruñés Enrique Carnicero Ríos, propietario de un importante vivero de ostras en la ría.

Situada a la salida del Punte de A Pasaxe, está vivienda está incluida en el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de Oleiros de 2009, pero con una protección no integral. Es decir, la fachada y la cubierta de la vivienda estaban protegidas, pero no su interior.

Tras años de abandono, ahora las llamas han devorado una joya arquitectónica de principios del siglo pasado.