"La gente canta, grita y golpea los contenedores, eso me desvela", así relata una vecina del Orzán a Quincemil lo que vive cada noche, especialmente los fines de semana, en esta zona de A Coruña en la que se concentra un gran ambiente de fiesta desde que se acabaron las restricciones, que están empezando a desesperar a la gente que vive en alguna de sus calles.

El ruido no es el único de los problemas, las reyertas abundan debido al alcohol y causan molestias en el vecindario. "Alguna vez nos hemos despertado por peleas, mi compañera de hecho tuvo que llamar a la Policía", cuenta la joven, que camino al trabajo a primera hora de la mañana se ha encontrado "regueros de sangre" de los enfrentamientos que se producen en la noche del Orzán.

La situación ha mejorado ligeramente en las últimas semanas a causa del mal tiempo, pero "en verano no sabía a que hora me iba a dormir", manifiesta esta chica que sufría estos ruidos todos los días y no solo los fines de semana. Además, tras la noche de juerga, las calles quedan hechas "un basurero" a primera hora de la mañana, algo que se encontraba de camino al trabajo.

Esta vecina del Orzán también señala el ruido que proviene de los locales, y piensa que no deben estar "bien insonorizados". Ella vive al lado de uno de los establecimientos nocturnos más famosos de la zona, lo que provoca que "mucha gente pare a orinar y apesta". Dentro de su portal se tiene encontrado incluso a algunas personas "haciendo botellón".

Paliza grupal a un hombre

Como señalaba esta vecina en su testimonio, las reyertas abundan en la zona, pero hace unos días una de ellas casi acaba en tragedia. "Casi me matan. Me cogieron por la espalda, me dieron un fuerte golpe en la cabeza y me empezaron a propinar golpes", relataba a este medio un hombre que recibió una paliza grupal por parte de unas 10 o 12 personas.

Los hechos ocurrieron sobre las 5:00 horas entre la calle del Orzán y Panaderas. La víctima intentó pasar por una zona llena de gente que no le dejaba avanzar, pero pasó igualmente e hizo un gesto con su mano. Acto seguido recibió un fuerte golpe en la cabeza y empezó a ser agredido por varias personas.

Botellón en María Auxiliadora

Los problemas de ruido que afectan a los vecinos de la zona del Orzán también causan molestia entre los vecinos de la Plaza de María Auxiliadora, situada enfrente al Colegio de los Salesianos, en la que los jóvenes hacen botellón cada fin de semana desde hace unos meses.

"Ponen la música a tope y gritan como locos", contaba una de las vecinas afectadas en declaraciones a Quincemil. Los vecinos han reclamado mayor presencia policial e incluso llegaron a colocar sábanas blancas en señal de protesta.