Los vecinos de dos edificios de la Plaza de las Atochas no pueden aguantar más. Una vecina acumula en su terraza heces de sus animales que provocan un olor insoportable que se acrecenta con el calor. Además, esta persona limpia su terraza utilizando una manguera, lo que ha llegado a provocar atascos en las tuberías y que toda la suciedad acabara esparcida por la calle.

Visitamos uno de los pisos afectados, donde nos reciben dos vecinos que sufren esta problemática. Cuentan que esto empezó a ocurrir desde hace un año, momento en el que esta persona se mudó al lugar. Según explican, varias personas han intentado ponerse en contacto con la mujer, pero esta no abre la puerta y las únicas veces que ha respondido ha argumentado que no tiene tiempo para sacar a sus perros, los cuales, según las sospechas de los vecinos, podrían vivir en malas condiciones.

Estos vecinos con los que ha hablado Quincemil señalan que se han puesto en contacto con la inmobiliaria que lleva dicho piso, Fincas Casablanca, pero que por el momento no les ha dado ningún tipo de solución. También han contactado con el Ayuntamiento, que se ha desplazado hasta la zona para conocer la problemática y limpiar la suciedad que se originó tras el atasco de las tuberías.

Otra de las más afectadas ha sido la propietaria del bar que se sitúa justo debajo del edificio. Cuando la vecina limpia las heces de sus animales estas acaban esparcidas en la zona colindante a la terraza del local, causando problemas al establecimiento.

Desde el Ayuntamiento de A Coruña explican a este medio que se envió a la Policía al lugar para identificar a la inquilina y abrirle expediente. La administración local también habló con la propietaria del inmueble, que está emprendiendo acciones legales para acabar con la situación.

En busca de una solución legal

Por su parte, la inmobiliaria Fincas Casablanca señala que la propietaria del piso ha denunciado a la inquilina y esperan que el problema esté solucionado el mes que viene. Aunque han intentado hablar con la mujer, no pueden entrar legalmente al inmueble.

La inmobiliaria confirma que ha hablado con los vecinos, los cuales se han puesto en contacto a través de un escrito que recoge toda la problemática ocurrida en la zona. El Ayuntamiento también se ha puesto en contacto con la inmobiliaria para que encuentre una solución. En ambos casos reiteran que hay un proceso legal y que no pueden entrar a la vivienda de esta persona.