SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) –

La Audiencia Provincial de A Coruña juzga el martes 15 de noviembre, a partir de las 09:45 horas, a un hombre acusado de maltratar, agredir sexualmente y acosar a la que era su pareja. La Fiscalía pide para él 17 años de prisión por los delitos de maltrato, agresión sexual continuada y acoso.

Según detalla el escrito del Ministerio Fiscal, el acusado mantuvo desde noviembre del año 2012 una relación de pareja con la víctima y, desde abril del año 2012, comenzaron los insultos y vejaciones, "siendo frecuentes las humillaciones para menoscabarla delante de sus amigos y padres". Asimismo, la Fiscalía señala que durante la relación también ejerció violencia física sobre ella, "propinándole empujones y tortazos de modo habitual". En concreto, detalla el documento, "en una ocasión llegó a
casa muy borracho, cogió el móvil y se lo tiró a la cabeza". Una situación que se repitió en más ocasiones e incluso "la empujó por las escaleras".

En esta misma línea, el Ministerio Público indica también que el acusado obligaba a la víctima a mantener relaciones sexuales. Por otra parte, el escrito de Fiscalía afirma que hasta en dos ocasiones, "con ánimo de amedrentarla e intimidarla", la amenazó con quemar la casa de sus padres, el coche y que él "iba a aparecer colgado en el porche de la casa y que ella nunca más iba a ser feliz". El día 5 de febrero de 2014, ella decidió romper la relación, motivo por el que se inició una discusión en el trascurso de la cual la empujó contra la cama y, cuando ella intentó levantarse, el acusado la volvió a empujar y cayó al suelo. Posteriomente, ella se refugió en el baño y allí él le golpeó la cabeza contra la pileta.

Encuentro en una gasolinera y "pánico" en la víctima

Después de la ruptura, la llamaba continuamente por teléfono, pero pasados unos meses no se volvieron a ver hasta el año 2017. En esa ocasión, se encontraron en una gasolinera en el municipio coruñés de Brión. En ese momento, él la siguió con el coche hasta su domicilio y a partir de ahí, continúa el Ministerio Fiscal, aparecía todos los días en su edificio, en las escaleras o cuando salía del garaje con el coche por detrás del edificio, en la puerta de salida.

Además, en el 2018 ella comenzó a trabajar en un bar y el acusado acudía con frecuencia al establecimiento. Por otro lado, también intentó contactar con la declarante por medio de Facebook. De acuerdo con el escrito de calificación fiscal, estas circunstancias "generaban pánico" en la víctima, que "tuvo que mudarse, abandonar el trabajo y dejar de hablar con mucha gente".

Por estos hechos, Fiscalía pide para el acusado dos años de prisión por un delito de maltrato, 12 años por un delito de agresión sexual continuada y otros dos por un delito de acoso. Asimismo, también suma a su petición un delito de maltrato psíquico y físico por el que solicita nueve meses de prisión. Además, prohibice comunicarse por cualquier medio o aproximarse a la víctima a una distancia inferior a 500 metros de cualquier lugar donde resida o se encuentre.