Personal de la construcción pide un convenio digno y salarios justos en A Coruña

Delegados de la CIG en el sector de la construcción se ha concentrado este jueves, 16 de febrero, delante de la patronal coruñesa para demandar un convenio colectivo digno que garantice la recuperación y el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios. La protesta ha sido convocada por la FCM-CIG, y en ella se denunció que el personal tiene congelados los salarios desde 2021 y que "hoxe é un 10% máis pobre que hai tres anos".

Durante la protesta en la sede de APECCO se recordó que en la actualización de 2021 ya se produjo una pérdida de poder adquisitivo del 4%, dado que la subida pactada por CCOO y UGT con la patronal fue del 2,5%, cuando en ese año el IPC acabó en el 6,5%. "Malia o medre imparábel do custe da vida, os traballadores seguen sen ver medrar os seus soldos nin cobrar os atrasos de 2022 (cando o IPC foi do 5,7%), nin tampouco do que vai de 2023″, afirman.

El secretario de la FCM-CIG da Coruña, Mario Maceiras, trasladó que el año pasado la construcción perdió, solo en la provincia de A Coruña, 7.000 trabajadores, pasando de 37.000 personas en el primer trimestre a 30.000 al fin del ejercicio. "Apostar por un convenio digno, que mellore as condicións salariais e laborais e faga atractiva a construción debería estar no interese das empresas", destacó.

Maceiras advirtió que falta mano de obra y no hay recambio generacional, por lo que "resulta difícil entender a teima da patronal por manter paralizada a negociación colectiva co único obxectivo de forzar a aplicación do convenio estatal". "Un convenio de mínimos, con subas salariais cativas e que non garante sequera o mantemento do poder adquisitivo ao non contar con cláusulas de revisión", ha detallado.

"Unha nova regulación no sector moito máis ambiciosa laboral e salarialmente axudaría a que a xente nova vira a construción como un sector atractivo e non como a última opción", valoró. Asimismo, los sindicatos han dejado claro que a través del convenio estatal se pretende implantar en el sector un plan de pensiones privado obligatorio, al que se derivaría parte de la subida salarial pactada.