La Feria das Marabillas puso su broche de oro el martes 25 de julio, Día Nacional de Galicia. La vigésimo séptima edición ha tenido una "afluencia de público importante", según la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja. Cifran la asistencia entorno a 130.000 personas. Ese es precisamente su objetivo: "atraer gente a una zona muy complicada".

La entidad organizadora, ACECA, termina la semana "con buen sabor de boca" aunque reconocen que la edición ha estado marcada por contratiempos. El domingo por la tarde llovió y el número de visitantes bajó. Por otro lado, los puestos que había en la feria también disminuyó respecto al año pasado. En total ha habido cerca de 171 puestos, son treinta menos que hace doce meses. El motivo ha sido las obras en diferentes fachadas del casco antiguo.

Su presidente, Adolfo López, es optimista y espera que no se traduzca en pérdidas para la asociación, que es la encargada de organizar y financiar la Feria Medieval de A Coruña al completo. Un logro que celebra tras casi dos décadas de historia. Con el paso del tiempo la cita se ha convertido en una de las más esperadas del verano del área metropolitana. Además, del inicio de las fiestas en A Coruña.

ACECA calcula que cerca de 130 mil personas visitaron la feria a lo largo de los cinco días que duró. Aunque "al tener tantas entradas y salidas es complicado ser exactos" con la asistencia. La merma de puestos afectará al beneficio que obtenga ACECA de la feria, aunque esperan que no sea acusado. A lo largo de las próximas semanas harán cuentas y confirmarán a cuánto asciende el beneficio, si es que lo hay. "Este año supongo que los gastos y los beneficios estarán bastante igualados", comenta Adolfo.

Para los artesanos esta feria también es una cita relevante, algo que se traduce en los números. ACECA recibió más de 400 solicitudes. El costo de instalar un puesto en la Feria Medieval de A Coruña oscilan en la franja de los 300 euros por los cinco días que dura la cita. Aunque hay presupuestos que se negocian.