Una vecina de Oza-Cesuras (A Coruña) ha sido investigada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil por un supuesto delito contra los animales. Según informa la Benemérita, la mujer tenía seis cadáveres de perros y otros cinco de gatos en su finca.

Los hechos empezaron a investigarse después de una denuncia ciudadana que advertía del hedor que se percibía en la zona. En un primer momento se asociaba este olor a un vertido de purines. Una patrulla desplazada hasta el lugar constató que el mal olor no procedía de ningún vertido, sino de cadáveres de animales que estaban en la finca, ya que en esta había un supuesto criadero de perros de la raza border collie.

La mujer había sido denunciada con anterioridad por falta de identificación y por las malas condiciones higiénico-sanitarias de los animales. En el lugar también se apreciaba "una infestación de pulgas" y se recibió la denuncia de que unos canes habían escapado de la finca "en un lamentable estado de nutrición e higiene", según informa la Guardia Civil.

La mujer no permitió que la Guardia Civil accediera al interior de la casa y fue necesario pedir una autorización judicial. Los agentes pudieron corroborar que "las condiciones higiénico sanitarias no permitían albergar personas ni animales". En la finca y en la vivienda se encontraron los cuerpos de los animales, entre ellos el cadáver momificado de un cachorro de border collie en una jaula.