Coruñeses viajeros cuentan sus historias: más de 100 países en los 5 continentes
Aventureros de A Coruña que hacen de los viajes un estilo de vida (y su profesión)
17 septiembre, 2019 06:01Hacer amigos en un pequeño pueblo de Laos sin hablar su lengua, estar cerquita de uno de los volcanes más activos del mundo en el Congo, o navegar en un barco ruso entre icebergs en la Antártida. Podrían ser escenas de una película, pero son ejemplos de experiencias reales que han vivido algunos de los coruñeses viajeros entrevistados por Quincemil. Han visitados más de 100 países y tienen en la maleta mil historias.
Sara Núñez Torrado: Laos de Norte a Sur en una moto
Con 29 años, Sara ha visitado más de 30 países y se define como alguien que tiene "un sexto sentido para detectar a los que transmiten buena energía". Así que ha viajado sola a muchos lugares, dejándose llevar, confiando en la gente, y con la sensación de que "hay mucha más gente buena que mala en el mundo".
De hecho, su pasión por viajar empezó en el 2015, cuando decidió realizar un voluntariado en Polonia durante ocho meses. Por allí, aprovechaba cada fin de semana para escapar a un lugar diferente en Europa. Cada vez que descubría una comida nueva, un paisaje distinto u otra forma de pensar, más se iba enganchando a querer seguir conociendo y explorando el mundo.
"En estos momentos puedo decir que los estudios que estoy realizando me están dando la oportunidad de vivir en otros países sin tener que preocuparme a nivel económico", explica Sara, que tiene formación en Psicopedagogía y realiza un doctorado en Psicología de la Educación. Cada año solicita becas privadas que le subvencionan los estudios en un país diferente.
"El primer año viví en Pittsburgh (Estados Unidos). Este segundo año estoy viviendo en Tiflis (capital de Georgia) y el año que viene me voy a vivir a México." Además de los estudios, ha empezado un blog de viajes (Sonriendo por el mundo) en que comparte sus historias y guías para viajeros.
Cuando estaba en Estados Unidos viajó por América, teniendo la posibilidad también de disfrutar de Costa Rica, Panamá y Colombia durante dos meses. Pero lo que más cariñosamente recuerda es su primer viaje mochilero al Sudeste Asiático, cuando recorrió algunos países de Norte a Sur, como Vietnam, Camboya, Laos, Tailandia y Malasia.
"Cada lugar tiene algo que me llena. Si tengo que elegir las ciudades que más me gustan me decantaría por cualquier ciudad de Italia (Roma, Florencia, Venecia…) o Praga y Budapest. Tienen un encanto que enamora. Si hablamos de países, le tengo especial cariño a Laos, ya que me lo recorrí en moto y cada kilómetro fue espectacular", señala. Y justamente en un pequeño pueblo laosiano le pasó una de las situaciones más divertidas de sus aventuras.
"Iba de camino al hostal cuando vi a un grupo de laosianos sentados en círculo bebiendo. Me saludaron y me hicieron señales para que fuera con ellos. Sin dudarlo fui. Pequeña nota: yo no hablo laosiano ni ellos hablan inglés o español. Me senté y, como pudimos, empezamos a comunicarnos por gestos. Eran como unos 15, me pasé como tres horas repitiendo los nombres de todos (porque les hacía gracia y mucha más comunicación no podía haber)", cuenta la coruñesa.
"Y en este tramo, su hospitalidad consistía en una ronda de bebida para mí y una ronda de bebida para uno de ellos. Imaginaos como acabé. Eso sí, al día siguiente todo el pueblo sabía mi nombre y yo… ¡No me acordaba de ninguno!", termina la historia, entre risas.
Paula, Isaac y la pequeña Olivia: viajar en familia
Era verano en 2009 cuando empezaron a salir. Aunque ya se conocían desde hace mucho, su primer viaje no llegó hasta las Navidades de ese año. "Isaac ya tenía el viaje de su vida lanzado: un periplo por Argentina, Uruguay y con final en Antártida a inicios de diciembre. Esa Nochevieja la pasaríamos en Munich (Alemania) y en los Alpes Austriacos y desde entonces no hemos parado", cuenta Paula Bello, que nació en A Coruña.
Ella e Isaac Martín, que es de San Sebastián, han unido su pasión por viajar para crear el blog Chavetas (que existe desde hace 14 años). A Isaac fue el gen "familiar" el que ya desde muy pequeño le ha llevado a cruzar el charco (a Estados Unidos o Bahamas, en el Caribe, por ejemplo). Paula, aunque a destinos más cercanos, siempre era la primera en proponer un viaje a sus amigos.
Desde hace más de un año el "equipo" ha crecido y cuenta con más una aventurera, la pequeña Olivia. Su llegada "ha cambiado todo, no vamos a engañar a nadie", dice la pareja. "Hemos tenido unos 20 meses a medio gas desde el nacimiento de Oli. Meses muy bonitos a la vez que duros, como todos los padres sabrán. Sin embargo, los viajes no han faltado."
Por eso, donde antes hacían una ruta parando cada día en un emplazamiento diferente, ahora optimizan más las bases. "O donde antes planteabas sin miedo un vuelo de 14 horas, ahora priorizas destinos más cercanos que creías que harías ya de más mayor. No obstante, hay algo que no hay dinero que pague ni palabras que puedan definir", comparten.
"Todo es ilusión y sorpresa y, por supuesto, sabemos que es posible que nunca se acuerde de ello (aunque sí creemos que es un gran aprendizaje). Pero ante esos que nos dicen ‘sí total no se va a acordar’ podemos decir un ‘pero sus padres sí’ (y eso no nos lo quita nadie)", concluyen.
Entre los 40 países donde ha estado, Paula elige Japón, Uzbekistán, Uganda, Ruanda, Palestina, Francia, Alemania, Eslovenia, Bulgaria y Estados Unidos (la ciudad de Nueva York, en especial) como sus lugares preferidos. Issac ya ronda los 70 países y destaca los rincones de los Mares del Sur, como Tonga, Samoa, Kiribati, Islas Salomón, Tuvalu o Vanuatu, y otras islas como de Svalbard o Galápagos.
Por detrás de las bellas fotos de viaje hay también momentos de apuro, que muchas veces se transforman en anécdotas divertidas de contarse. "Lo más divertido es recordar a posteriori todas las cosas que han salido mal en los viajes. Lo que parece en ese momento lo peor que te puede pasar, habitualmente cuando lo recuerdas es lo más divertido", añade Paula.
La coruñesa, por ejemplo, se acuerda de dos situaciones inolvidables: "La primera en el Congo, en la ciudad de Goma cuando nos dirigíamos al volcán Nyiragongo, se palpaba tensión por todas partes, y la segunda, una noche en Samoa en la casa de lo que suponíamos que era un guía y que resultó ser un ‘zumbao’, unido a la tormenta que nos acompañó durante toda la noche y que nos impedía movernos de allí (risas)".
"En Maldivas fuimos a una isla resort llamada Kandholhu que era tan pequeña que te ibas andando por un lado y aparecías en el mismo sitio casi sin darte cuenta. El segundo día Paula y yo nos miramos y nos reímos cuando nos dábamos cuenta que el ritmo de estrés que traíamos antes de llegar era tal que el ‘no hacer nada’ nos tenía ‘agobiados’. Se nos pasó ese mismo día", también cuenta Isaac entre risas.
Carlos Olmo: de mochila por España tras la muerte de Franco
Un experimentado viajero y nombre detrás de la web Vagamundos, uno de los primeros blogs de viaje en castellano (creado en el año 2000). El coruñés Carlos Olmo, de 59 años, ha dejado un puesto de director de marketing en una gran multinacional para dedicarse a conocer el mundo "sin prisa". En las últimas décadas ha dado la vuelta al mundo, visitando todos los continentes. Con la Antártida incluida, claro.
Uno de sus sueños era justamente seguir los pasos de grandes exploradores (Amundsen, Scott y Shackleton, por ejemplo) en este lugar en la Tierra
permanentemente helado. En 2003 consiguió este objetivo: embarcaba en un barco ruso para navegar entre icebergs.
Carlos cuenta que su primer viaje, aún en la adolescencia, había sido en "un momento muy especial para España". "Después de la muerte de Franco y con 16 años [en 1976] me fui a pasar el verano con un amigo de mochileros, durmiendo en playas, parques y portales y viviendo la nueva España". Y las ganas de atreverse con esta "otra manera de viajar" siguieron creciendo.
Este viajero ha puesto los pies en más de 100 países. "Pero dejé de contarlos cuando llegué a ese número", dice. Sus destinos preferidos van desde ciudades grandes como Nueva York, "por su energía infinita y su aceptación de lo diferente", a ciudades tranquilas como Christchurch (Nueva Zelanda), "porque son un ejemplo de sostenibilidad e integración con la naturaleza".
Durante tantos años viajando, seguramente él ha pasado por situaciones inimaginables. "La más desafiante fue perderme en un parque nacional frontera entre Mozambique y Zimbabwe, sin agua y sin equipamiento para poder pasar la noche en un entorno salvaje."
Cuando le preguntas si viajar es su profesión, Carlos define su actual condición más como "un estilo de vida", lleno de libertad. "Intento pasar al menos la mitad del año viajando. Puedo pasarme semanas en el mismo lugar si me encuentro a gusto", señala.
Cuestionario viajero:
¿Que ha cambiado en tu vida después de empezar a viajar el mundo?
Sara: La pregunta sería qué no ha cambiado, porque definitivamente lo ha cambiado todo en mí. He aprendido a ser más respetuosa, apreciar más los pequeños detalles, valorar lo realmente importante y darme cuenta de los beneficios u obstáculos que uno tiene por nacer en un rincón u otro del mundo. Contactar con otras culturas es un constante aprendizaje, ya que no paras de descubrir nuevas formas de pensar y, obviamente, es algo que enriquece.
Paula: Más que tu vida cambia un poco la visión del mundo dependiendo claro de en qué lugares has estado. En mi caso fui más consciente de las necesidades que hay en otros lugares del mundo, más sensible con ciertos temas y aprendí que siempre hay que ver las cosas por uno mismo ya que hay ideas de países distorsionadas que no coinciden con la realidad que después te puedes encontrar.
Isaac: Todo. Es una forma de vida.
Carlos: Todo, desde dejar un trabajo de directivo en una multinacional, vender mi casa para tener una vida nómada, moverme siempre en transporte público y aportar mi granito de arena para la sostenibilidad del planeta.
¿Si pudieras decir un aprendizaje, cuál sería?
Sara: Uno de mis mayores aprendizajes es la capacidad de adaptación y resolución de problemas en cualquier lugar en el que me encuentre, sepa o no sepa comunicarme en la misma lengua, siempre consigo lo que me propongo.
Paula e Isaac: Relativizar sería la palabra. También aprender a no dar importancia a cosas que antes parecían imprescindibles en nuestra vida y no son más que banalidades.
Carlos: La empatía es una de las enseñanzas más importantes, sin ponerte en el lugar del otro nunca podrás entenderlo realmente.
¿Qué consejo darías para alguien que está organizando su primer viaje solo?
Sara: Mi consejo sería dejar los miedos en casa, confiar en uno mismo y en la gente (siempre dentro de unos límites, claro) y dejarse llevar dentro de un orden. Y, sobre todo, no olvidarse de sonreír. Una sonrisa abre muchos y muchos caminos por el mundo.
Paula: Para viajar se necesita llevar en el equipaje una mente abierta.
Isaac: Que la mente abierta (y un buen boquitín) nunca falten en su mochila.
Carlos: Que el mundo real no es el que nos enseñan por la tele, no hay países malos o buenos, solo diferentes.
¿Alguna vez te encontraste hablando en gallego en un lugar perdido del mundo?
Sara: Siempre que voy a Portugal o me encuentro con gente de Brasil y Portugal e intento hablar gallego, ya que es muy similar y creo que nos entendemos mejor que cuando hablo español. Y la verdad que es una gozada que mi lengua nativa abra puertas a una población tan numerosa de personas.
Paula: Sí, en Portugal así me entendía mejor… Pero, aunque no lo hable habitualmente, todo el mundo reconoce que soy gallega a leguas (risas).
Isaac: Sí, muchas. Curiosamente sin ser gallego (aunque llevo más de 30 años en Galicia) fue la mejor nota que saqué en selectividad. El gallego nos ha servido en Lisboa, Oporto o Madeira recientemente por su similitud con el Portugués.
Carlos: El gallego me ha ayudado bastante a comunicarme cuando he viajado por países africanos antiguas colonias portuguesas, e incluso por Brasil.
¿A Coruña es la ciudad más bonita del mundo?
Sara: En mi opinión es un claro sí. Soy una enamorada de A Coruña. Creo que tiene el tamaño perfecto, ni muy pequeña ni muy grande. Con una oferta amplia de ocio. Con el paseo marítimo más largo y precioso de Europa. Con el encanto de la marina. Con las increíbles vistas desde el Monte de San Pedro. La comida, oh Dios, la comida (pulpo, jamón serrano, tortilla, calamares, raxo, todo el marisco que quieras…). Y a un paso de lugares preciosos como cualquier pueblo de la Costa da Morte o cualquier rincón de Galicia.
Paula: Por supuesto y la mejor zona es Monte Alto, donde crecí.
Isaac: No lo sé pero sí es una de las más bonitas, aunque San Sebastían, donde nací, es mi predilección.
Carlos: Cómo sigo teniendo familia y amigos en ella tengo que decir que sí, pero la realidad es que no, aunque me encanta volver a ella porque mis raíces están ahí.
El último viaje ha sido a…
Sara: Azerbaiyán. Corto pero intenso. Diferente y muy caluroso (junio no era el mejor mes).
Paula e Isaac: A Gran Canaria en España (que nos ha sorprendido muy gratamente, especialmente Las Palmas) y Cascais, Lisboa, Venecia y Eslovenia con Olivia [su hija] este último año.
Carlos: La peregrinación marítima a vela a Santiago desde Baiona.
Y el próximo destino es…
Sara: A nivel viaje Uruguay, luego explorar el país y el norte de Argentina, antes de empezar mi última estancia predoctoral en México.
Paula e Isaac: Faltan por cerrar algunas cosas por el medio pero el de Navidad de 2019 está confirmado y nos lleva una semanita a una ciudad europea que llevaba tiempo llamando a la puerta. Tendréis que entrar en chavetas.es para descubrirlo pronto.
Carlos: El lugar más austral del mundo (Ushuaia y Puerto Williams).