Imagen de archivo de un juzgado.

Imagen de archivo de un juzgado. shutterstock

Barbanza

Un furtivo recibe tres meses de cárcel tras intimidar a un policía en Boiro (A Coruña)

Los agentes habían ido al arenal para hacer un control de marisqueo furtivo cuando ocurrieron los hechos

2 agosto, 2022 17:57

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela, ha condenado a tres meses de cárcel por un delito de atentado a un furtivo que intimidó a un agente con una azada en Boiro.

Los hechos ocurrieron en marzo de 2014 cuando los agentes llegaron al arenal para hacer un control rutinario de marisqueo furtivo. Uno de ellos pidió al acusado que dejase el marisco y que no lo tirase al mar, pero el mariscador no le hizo caso. El policía entonces lo agarró del brazo y, según la sentencia, el furtivo alzó contra el agente la azada que llevaba, mientras le decía: "Como me saques o sacho, féndocho na cabeza".

El funcionario en respuesta golpeó al mariscador con el arma reglamentaria y ambos forcejearon hasta que el otro agente agarró al acusado por el cuello y lo redujo. Entre ambos policías lo esposaron "con dificultad por la resistencia que mostró". Los magistrados certifican que durante este altercado uno de los funcionarios sufrió un esguince en el hombro y codo izquierdo.

Asimismo, el acusado, como consecuencia de esta maniobra, sufrió una contusión y una herida superficial en el mentón. Con respecto a su versión, en la que describe a los agentes golpeándolo con sus porras por todo el cuerpo, los jueces estiman que no es verosímil ya que "no se corresponde con las lesiones descritas en total inmediatez con los hechos, entendiendo que aquella dinámica que nos dibuja una paliza ciertamente brutal habría conllevado distinto resultado lesivo".

El tribunal indica además que "no puede estimarse ilícito ni desproporcionado el uso de la defensa cuando el acusado habría alzado la azada o pico que portaba en la otra mano contra el agente, con la expresión claramente amenazante que acompañó al ademán".

En la resolución la Audiencia Provincial concluye que las pruebas practicadas permiten considerar enervada la presunción de inocencia del condenado "en cuanto a la intimidación grave y resistencia activa que resultan de las declaraciones de los agentes, de las mismas declaraciones del investigado, de la incautación como pieza del utensilio y de los partes médicos”

La sentencia final es de tres meses de cárcel y el abono de una indemnización de 380 euros a uno de los policías que intervino en la situación. Los magistrados han tenido en cuanta la atenuante de dilaciones indebidas y ha absuelto al acusado de de los delitos de amenazas y lesiones. La sentencia puede ser recurrida.