El personal sanitario del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) además de luchar contra el coronavirus desde que se intensificó la pandemia en el país hace ya más de un mes, el pasado sábado tuvo que lidiar con el mal tiempo dentro de las instalaciones, ya que en el interior de uno de los edificios levantados más recientemente en el centro sanitario comenzó a llover.

Varios trabajadores lo denunciaron con un vídeo a través de las redes sociales en el que se puede apreciar la caída de una gran cantidad de agua desde el techo del edificio sobre el suelo de la zona de cocinas del hospital ante la atónita mirada de trabajadores y personal sanitario que califican como "increíble" o "de traca" que algo así pueda pasar en unas instalaciones nuevas de un complejo hospitalario. No es la primera vez que un problema así sucede en este hospital porque ya en agosto de 2017 dos consultas de oftalmología del CHUO, ubicadas en el edificio del hospital Santa María Nai, tuvieron que cerrarse tras la aparición de goteras en varias placas del falso techo. En julio de 2015 se repitió la misma historia, ya que el personal denunció la presencia de goteras en una zona de tránsito hacia la zona de quirófanos.

Además, estas complicaciones en las instalaciones no han sido las únicas que han tenido que afrontar en el CHUO, ya que según ha informado esta mañana el gerente del hospital, Félix Rubial, al centro sanitario llegaron 3.000 mascarillas de la partida defectuosa que fue enviada por el gobierno, un hecho sobre el que Feijóo pidió perdón ayer en rueda de prensa "aunque no le corresponde a la Xunta la responsabilidad directa" y 28 sanitarios de los 1.313 del área sanitaria ourensana a los que se les realizó el test por haber utilizado este material han dado positivo por coronavirus.