El Gobierno anunció ayer las medidas para la desescalada del confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus. Desde entonces, las críticas han sido constantes desde diferentes partidos de la oposición y varios ámbitos de la sociedad y economía, como la hostelería.

Una de las medidas más polémicas está relacionada con la movilidad intraprovincial que ha establecido el Gobierno durante las cuatro fases de la desescalada. Pedro Sánchez anunciaba ayer que no estarían permitidos los movimientos de una provincia a otra salvo en situaciones excepcionales. Como ejemplo, el presidente señaló que sí se podría viajar a otra provincia para despedirse de un familiar fallecido.

Hoy, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha mostrado muy crítico con esta medida. "Si en las cuatro provincias gallegas la situación epidemiológica es igual, lo lógico es que pueda haber movimientos entre ellas y no esperar como mínimo hasta el 22 de junio para poder entrar desde una provincia a otra", explicó.

Otro de los partidos que más ha criticado esta decisión ha sido el BNG. Los nacionalistas, que posibilitaron con el voto favorable de Néstor Rego la investidura de Pedro Sánchez, se han mostrado en contra de esta medida de movilidad. Desde sus perfiles oficiales han puesto como ejemplo que una vecina de Pontevea (Teo) podría acudir a bañarse a Riazor, a 90 kilómetros de su casa, pero no podría hacerlo en la playa fluvial de Couso (A Estrada), a unos metros de su casa, ya que es provincia de Pontevedra.

Señalan los nacionalistas que esta medida no tiene sentido y no ha tenido en cuenta ni el rural ni diferentes supuestos. Sobre el rural también ha hablado Feijóo en su rueda de prensa de hoy. El presidente de la Xunta ha lamentado que muchos concellos con ningún caso de coronavirus tengan que regirse por el conjunto de la provincia. Pide al Gobierno un plan específico para estas zonas.