La borrasca Álex, que se empezó a notar ayer intensamente en toda Galicia a causa de las fuertes lluvias y vientos, ha traído a Galicia la primera nevada del otoño. Este fenómeno ha sido provocado por la brusca bajada de temperaturas en algunas zonas, sobre todo en Fonte da Cova (Carballeda de Valdeorras, Ourense), donde sus vecinos se han despertado bajo un denso manto blanco que se extendía en el horizonte y que ha obligado a cortar la OU-122 a su paso por Sobradelo.

Esta nevada es bastante temprana para muchos, ya que en este anómalo 2020 el tiempo ya se ha revolucionado y hasta hace unas escasas tres semanas muchos estaban en la playa o disfrutando del sol y las temperaturas agradables que tuvieron lugar en los últimos momentos antes de que el verano se apagase definitivamente hasta el año que viene. En la zona afectada por la nieve, los vehículos que pasaron a primera hora tuvieron que hacerlo con mucho cuidado para evitar accidentes pero al mediodía ya no se permitió el paso de vehículos por precaución y se decretó el nivel negro.

En estos momentos están trabajando en este punto máquinas quitanieves para recobrar la normalidad en la circulación. Asimismo, en otros puntos de Galicia, concretamente en la provincia de A Coruña, se espera un fin de semana que no invita a pasear con precipitaciones y rachas de viento fuerte tanto en tierra como en el mar y la zona permanece en aviso amarillo por llluvias, a parte de que hay alerta naranja en el mar combinado con olas que pueden llegar a superar los cinco metros.

Las temperaturas también están en descenso y obligarán a recuperar del armario los chubasqueros y abrigos porque la sensación de frío será intensa y la provincia no superará los 17 grados de máxima. A este tiempo desapacible tampoco ayudarán los vientos del noroeste que soplarán con fuerza durante las siguientes jornadas.