¿Estamos a las puertas de un nuevo confinamiento domiciliario? Esta pregunta es cada vez más repetida entre la población que, conocedora de la elevada incidencia del coronavirus en esta segunda ola, ya comienza a mentalizarse de que, quizá, más pronto que tarde, tengan que volver a quedarse en casa como ya lo hicieron en primavera.

Por el momento, el Gobierno de España descarta tomar esta dura decisión que, pese a que a ser diferente al encierro decretado en marzo, supondría igualmente un fuerte golpe para la economía. Países europeos como Francia o Inglaterra ya lo han decretado, pero España prefiere esperar hasta el 9 de noviembre para valorar el resultado de las medidas actuales -como el toque de queda- y aquellas adoptadas por las comunidades autónomas.

La sombra del confinamiento domiciliario acecha a todas las comunidades autónomas, también a Galicia. La comunidad vecina de Asturias fue la primera en formalizar su petición al Gobierno central para decretar un confinamiento domiciliario. Una medida que el ejecutivo de Sánchez rechaza por el momento.

El Gobierno prefiere esperar

La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha defendido este martes la necesidad de esperar el resultado de las últimas medidas adoptadas para frenar la propagación del coronavirus antes de estudiar opciones más severas como un confinamiento domiciliario, que ya están pidiendo varias comunidades autónomas.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero ha sostenido que aún es "pronto" para valorar el impacto del estado de alarma, cuya prórroga hasta el 9 de mayo ha aprobado este martes el Gobierno.

"Habrá que ir adoptando las medidas en cada momento, pedimos contundencia por parte de las comunidades autónomas para evitar situaciones de mayor dimensión o profundidad. Deseamos, confiamos, que las medidas de los últimos días tengan un reflejo en los indicadores epidemiológicos que se expresarán esta semana y durante las próximas semanas", ha explicado.

El mismo mensaje ha trasladado este martes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, al Gobierno de Asturias, una de las comunidades que junto a Melilla y Ceuta han pedido el confinamiento domiciliario para frenar la expansión de la pandemia.

En Galicia, pese a que la Xunta todavía no es partidaria de acudir a esta medida, sí lo es el BNG. Hoy mismo, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha urgido a la Xunta a pedir el confinamiento en Galicia "cuanto antes" con la pandemia "al borde del descontrol", tras las últimas "cifras pavorosas" de muertes en la comunidad. 

Mientras continúa el debate del confinamiento domiciliario, Galicia espera conocer a lo largo de la tarde de hoy, martes, si se mantienen las restricciones de movilidad o se levantan.

Para llevar a cabo confinamientos sería necesario aprobar un nuevo estado de alarma, pues el actual no da cobertura jurídica a este tipo de restricciones.

El ejemplo de Francia

En Europa ya son varios los países que han decidido regresar a este tipo de confinamiento, aunque no todos lo han aplicado de la misma manera. Según ha adelantado este fin de semana El Confidencial, el Gobierno ya prepara un borrador de cara a la aplicación de un confinamiento domiciliario siguiendo la formula aplicada en Francia en caso de que la situación en España no mejore en los próximos días.

De ser así, el confinamiento sería menos restrictivo que el vivido en los peores meses de esta crisis sanitaria ocasionada por la propagación del coronavirus. En el caso del país galo, el confinamiento domiciliario lo ha decretado hasta, como mínimo, el 1 de diciembre.

A diferencia de la medida impuesta a mediados de marzo en España, ahora los ciudadanos franceses sí pueden salir una hora al día a un kilómetro de su casa. Se permitirán visitas a los centros de mayores y los colegios permanecerán abiertos.

En el caso de otro país vecino, Portugal, el confinamiento domiciliario solo ha sido impuesto en aquellos municipios con una incidencia superior a los 240 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

En las zonas confinadas se podrá salir de casa para ir al trabajo o al colegio, para ir al médico o a atender a personas dependientes; además de para ir a hacer la compra. Los portugueses también podrán realizar ejercicio al aire libre.

En España, tal y como ha recordado hoy el Gobierno central, por el momento no se contempla el confinamiento domiciliario. Ahora toca esperar hasta el 9 de noviembre para comprobar el resultado de las medidas actuales y saber si el próximo lunes volvemos a un nuevo encierro en casa.