Badaladas pola Prevención do Suicidio en 2017.

Badaladas pola Prevención do Suicidio en 2017. MGSM

Galicia

Rosa Cerqueiro: "Queda moito camiño por percorrer na prevención do suicidio"

Galicia registra cada año más de 300 suicidios. En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, desde el Movemento Galego da Saúde Mental reclaman "un plan eficaz" para combatirlo

10 septiembre, 2021 14:47

Galicia registró el pasado 2020 307 suicidios, una cifra ligeramente inferior a la del año anterior pero siempre por encima de los 300, lo que la sitúa como la segunda comunidad con una mayor tasa, tan solo por debajo de Asturias.

En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, desde el Movemento Galego da Saúde Mental (MGSM) exigen que el Plan Galego de Prevención do Suicidio, publicado en 2017, "se leve á práctica", ya que es "imprescindible".

"A situación en Galicia segue a ser a mesma que cando que se publicou o plan: as cifras son moi altas e cada morte conta, polo que queda moito camiño por percorrer tanto en sensibilización como en prevención", explica en una entrevista concedida a Quincemil Rosa Cerqueiro, psicóloga clínica y portavoz del MGSM.

Badaladas pola Prevención do Suicidio

Coincidiendo con esta jornada, el MGSM organiza cada año desde 2016 un acto, "Badaladas pola Prevención do Suicidio", en el que dan una campanada en recuerdo de cada persona que se quitó en la vida en Galicia. En 2021 siguen siendo demasiadas.

"Como sociedade temos que tomar conciencia de que un suicidio non é un caso illado alleo a nós: é un problema de saúde pública e a expresión máxima da tensión social", prosigue Cerqueiro.

En esta ocasión el acto se celebrará en la Praza do Toural, en Santiago de Compostela, a las 20:00 horas, donde también se exigirá una memoria anual de seguimiento del Plan Galego de Prevención do Suicidio y la creación -como estaba previsto en el documento aprobado en 2017- de un Observatorio Galego do Suicidio.

Y es que a día de hoy los datos son "moi escasos": los ofrece anualmente el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y tan solo ofrecen la cifra total de personas fallecidas, su distribución territorial, su edad, su género y el método utilizado.

"Non se inclúe nada sobre os determinantes de saúde desas persoas ou sobre factores estruturais e sociais, datos imprescindibles para guiar a planificación: sen eles estamos avanzando a cegas", lamenta Cerqueiro.

Más personal

Otra de las demandas fundamentales del MGSM es la contratación de más personal en la sanidad pública para la atención de la salud mental y la prevención del suicidio.

"Este ano contratarán a doce profesionais para os programas de prevención do suicidio e un total de 95 para saúde mental; poden parecer cifras moi grandes, pero son a metade das prazas que se necesitaban hai vinte anos", denuncia Cerqueiro.

Así, la portavoz del Movemento Galego da Saúde Mental entiende que este incremento "non chega", sobre todo teniendo en cuenta el contexto actual, en el que "medraron os problemas e a tensión social".

En todo caso, desde el MGSM advierten de que la estrategia, más allá del necesario refuerzo del personal, debe ser "multisectorial", toda vez que la prevención del suicidio "ten moito que ver con políticas públicas de emprego, vivenda digna e escolas inclusivas e seguras".

"A prevención do suicidio non é unha cuestión só sanitaria: a atención a nivel educativo é fundamental, pero coas clases masificadas e sen contratar persoal de reforzo esas tarefas recaerán en profesores que, entre que teñen máis tarefas e atenden ós novos protocolos, non teñen tempo", lamenta.

La pandemia

La pandemia y las secuelas del confinamiento han tenido consecuencias para la salud mental. "Se nos preguntan se estamos psicoloxicamente mellor que antes da pandemia, seguro que todos dicimos que non", apunta Cerqueiro.

Sin embargo, los efectos de la pandemia en la tasa de suicidios podrían observarse más en el medio y largo plazo, cuando se empiece a clarificar el escenario socioeconómico en el que viviremos los próximos años.

"Xa pasou coa crise económica da década pasada: medrou a tensión social e incrementáronse os suicidios; agora xa empezamos a velo de novo e os datos afirman que estamos nese momento de risco", añade.

En este sentido, Cerqueiro apunta que los principales problemas pasan por la dificultad en el acceso a los centros de salud y a la pruebas diagnósticas, el contexto económico y laboral consecuencia de la pandemia o a las carencias educativas derivadas de la no presencialidad.

"Aínda queda moito por facer, pero hai que agradecerlle á cidadanía os avances como a creación do Plan Galego de Prevención do Suicidio: son consecuencia da súa forza", concluye.