Un mazo empleado en un procedimiento judicial.

Un mazo empleado en un procedimiento judicial. Shutterstock

Galicia

El juicio por el crimen de la niña Desirée asesinada en Lugo en 2019 se celebra en febrero

La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vilalba señala en el auto que de las pruebas realizadas se desprenden indicios de que la sospechosa urdió un plan para acabar con la vida de su hija, de siete años

17 noviembre, 2021 09:43

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) –

El juicio por el crimen de la niña Desirée Leal cuando tenía siete años en la localidad de Muimenta –Cospeito (Lugo)– supuestamente a manos de su madre se celebrará la segunda semana del próximo mes de febrero.

Según ha trasladado este martes el TSXG, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo ya ha señalado el juicio para los días 7, 8, 9, 10, 11 y 14 de febrero. De este modo, la vista oral contra la madre de la pequeña Desirée, acusada de asesinar a su hija, se producirá antes de que se cumplan tres años de la muerte de la niña, que tuvo lugar el 3 de mayo de 2019.

Desirée Leal, que tenía 7 años en el momento de su muerte, fue hallada sin vida en la casa de su madre, ubicada en Muimenta, localidad del municipio lugués de Cospeito. La madre de la pequeña se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza como única sospechosa del crimen, que será enjuiciado por un jurado popular. Además de Fiscalía, en el caso también están personados como acusación particular el padre de la niña, José Manuel Leal, y como popular la Fundación Amigos de Galicia.

En los tres casos se solicita la prisión permanente revisable para la madre de la niña como autora de un delito de asesinato con alevosía, concurriendo las agravantes de parentesco, pero con atenuante de anomalía o alteración psíquica. Asimismo, Fiscalía y acusación popular solicitan una indemnización de 300.000 para el padre de la pequeña, mientras que la particular pide 120.000 euros.

Plan para el asesinato

La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vilalba señala en el auto que de las pruebas realizadas se desprenden indicios de que la sospechosa urdió un plan para acabar con la vida de su hija, de siete años. Durante la madrugada del 2 al 3 de mayo, según indica en el auto, supuestamente la asfixio con sus manos. La niña, que dormía en la misma cama que ella, llegó a despertarse y a oponer resistencia.

La acusada, según consta en la resolución, fue diagnosticada de un trastorno de personalidad de tipo mixto y de un trastorno psicótico, los cuales pudieron afectar de manera parcial a sus capacidades intelectivas y volitivas.