La Confederación Sindical Galega (CIG) ha reclamado este miércoles en el Parlamento de Galicia la creación de un sistema público gallego de atención a las personas, una propuesta que ha avalado con la presentación de 15.199 firmas, seis veces más de las necesarias para iniciativas de este tipo.

"Este amplio respaldo constata la preocupación de los gallegos por contar con un sistema público de cuidados en el que se garantice una prestación integral de los servicios para una población cada vez más envejecida y unas condiciones laborales dignas para las personas que las prestan", sostiene el secretario general de la CIG, Paulo Carril.

Esta demanda se ha debatido en el Pazo do Hórreo de la mano de una proposición no de ley trasladada por el BNG que no ha salido adelante debido al rechazo de la mayoría absoluta del PPdeG y a la abstención del PSdeG.

El dirigente de la central nacionalista ha atribuido esta negativa al "carácter antidemocrático" del PPdeG, que "sistemáticamente deja sin efecto la participación popular, echando abajo todas las iniciativas de este tipo".

Carril también se ha mostrado muy crítico con "el cambio de parecer" del PSdeG, que se abstuvo "después de haber mostrado previamente su apoyo a la iniciativa de la CIG en los términos formulados".

Mientras tanto, los populares rechazaron esta propuesta "justificándose en la existencia de servicios municipales privatizados como la ayuda a domicilio" y "porque en esta actividad no se puede prescindir de las empresas privadas".

Así, frente a "esta concepción mercantilista", la CIG insiste en la necesidad de crear un sistema público de atención a las personas que integre "residencias de la tercera edad, centros de día y de atención a la discapacidad, la ayuda en el hogar o servicios como las Casas Niño, las Casa do Maior o Xantar na Casa".

"Sería una red única de gestión 100% pública que debe estar dotada suficientemente tanto de infraestructuras y material como de los recursos humanos necesarios", sostiene la central nacionalista.

Esta propuesta también busca "dignificar las condiciones laborales y salariales" de todo el personal que realiza estos servicios, aplicándoles a todos el mismo convenio colectivo.

La iniciativa también proponía que todos los Servizos de Axuda no Fogar (SAF) se integrasen en una única red gallega, "rompiendo con la actual circunstancia de que por vivir en un ayuntamiento u otro las trabajadoras tengan condiciones laborales diferentes y los vecinos tengan un servicio mejor o peor".