Un vecino de Viveiro (Lugo) asegura haber sido atacado por lobos; testigos lo niegan

Actualización: Tras la publicación del suceso en diferentes medios de comunicación, diferentes vecinos de la zona y testigos del suceso han asegurado que Juan Carlos Vázquez miente. Por una parte, dicen que no fueron lobos, sino perros; dicen que no eran cuatro, sino dos; y finalmente cuentan que el protagonista del suceso no escaló por ningún arbol.

Noticia original:

Un paseo por el monte de Penedo do Galo en Viveiro (Lugo), no será fácil de olvidar para el viveirense Juan Carlos Vázquez, de 45 años, tras un incidente con un grupo de lobos. Hace unos días, según contó en Cope Lugo, estaba paseando por la zona como en otras ocasiones, y se asustó cuando se encontró con los cuatro animales de frente y sobre los que detalló que tendrían un peso "de 80 o 90 kilos".

Debido a esta situación, tuvo que pensar rápido y contó que subió por un terraplén y escaló por un eucalipto para que los lobos no pudiesen alcanzarle. Los animales no llegaron a atacarle pero la historia sobre lo sucedido ya es de sobra conocida por sus vecinos y por gente de toda la comunidad. Según el viveirense, los animales "no hicieron amago" de atacarle y detalla que "cuando les dio la espalda ya no los volvió a ver".

Debido al tenso momento que le tocó vivir, reconoce que no va a volver por la zona en una temporada "y menos solo" y admitió que pasó miedo porque "nunca sabes cómo van a reaccionar", dijo en referencia a los lobos.

Presencia distribuida

Galicia, el norte de Portugal, la Cordillera Cantábrica, la Meseta Norte y algunos puntos de Sierra Morena son los espacios geográficos de la Península Ibérica en los que uno se puede topar con un lobo (o una manada) si se adentra en las profundidades del bosque. Se calcula que en toda la península la cifra de lobos es inferior a 3.000 ejemplares.

Otras regiones de Europa en las que la presencia de este animal es notoria se sitúan al norte y sobre todo al este del continente: Balcanes, Cárpatos y repúblicas ex Soviéticas. El lobo, como animal territorial que es, habita normalmente una demarcación de unos 35 kilómetros cuadrados (semejante a la del término municipal de A Coruña), extensible a los 200 km2 cuando va en busca de sus presas. No obstante, a partir de esa superficie se repliega con su manada al mismo lugar de siempre.