Ibrahima Diack y Magatte N’Diaye a su llegada ayer a la Audiencia de A Coruña.

Ibrahima Diack y Magatte N’Diaye a su llegada ayer a la Audiencia de A Coruña. Quincemil

Galicia

Ibrahima, el senegalés que defendió a Samuel Luiz en la paliza mortal: "Estaba lleno de sangre"

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El tercer testimonio de la jornada de este viernes del juicio por la muerte de Samuel Luiz en la Audiencia de A Coruña fue el de Ibrahima Diack, uno de los senegaleses que intervino para defender a Samuel Luiz de la paliza que acabó con su vida la madrugada del 3 de julio de 2021.

Con la ayuda de un intérprete, el testigo ha comenzando contando que en aquel momento él vivía en la zona del Gasthof de Riazor, muy próxima al lugar de los hechos, entre el Paseo Marítimo y la Avenida de Buenos Aires.

Aquella noche estaba paseando junto a Magatte, el otro joven senegalés que intervino en el suceso y amigo suyo, Magatte. "De repente vimos de lejos una pelea, a un chico que le estaban dando patadas en el suelo, a un grupo de chicos pateando a alguien en el suelo. Yo lo agarro con mis brazos y Magatte intenta pararlos pero los chicos lo rodeaban", rememoró.

A continuación, subrayó que el día de los hechos tanto él como Magatte intentaron cruzar la carretera que está al lado del Paseo Marítimo para que no les persiguiesen más. Detalló los movimientos que realizó esa noche durante la agresión en un plano que se mostró en la sala del juicio: "Llevaba abrazado a Samuel porque le estaban pegando, era capaz de caminar solo pero si le dejábamos caminar solo no íbamos a llegar hasta donde se cayó, iba a quedar tumbado donde estaba".

En esos momentos, detalló que Magatte iba detrás de Samuel Luiz y de él con los brazos extendidos mientras él sostenía a la víctima para evitar que los agresores les alcanzasen. "Nos rodearon y no podíamos escapar. Algunos saltaban y lanzaban golpes mientras nosotros estábamos con Samuel, yo les daba la espalda a ellos y cuando venían de frente nos teníamos que girar", aclaró, sobre lo que añadió que los acusados "venían por todos lados, rodeándonos con puñetazos y patadas".

"Samuel cayó dos veces al suelo"

Ibrahima continuó su testimonio argumentando que los agresores le dieron un golpe a Samuel "que le hizo caer al suelo" y fue en ese momento cuando Magatte y él comprobaron que Luiz "estaba sangrando por todas partes". Sobre su participación en los hechos, Ibrahima puso de manifiesto que su amigo y él en aquel momento no tenían papeles, lo que supuso una situación comprometida para ellos.

"Éramos ilegales, no teníamos papeles en esos momentos y teníamos mucho miedo por todo lo que arriesgamos para llegar aquí y tener un buen futuro. Nos tocó esto y nos dijimos que teníamos que intentar escapar porque si nos pillaba la policía se acabó", sentenció. De esta manera justificó su ausencia y la de Magatte en el lugar de los hechos cuando llegó la policía: "si fuéramos gallegos o españoles no íbamos a escapar, llamaríamos a la policía sobre lo ocurrido y diríamos donde estamos".

Sobre los agresores, declaró que "se fueron del lugar cuando Samuel cayó desplomado" y reconoció que a Magatte y a él les dio miedo que la policía les encontrara allí. "Nunca habíamos visto algo así", concretó sobre la agresión mortal, en la que añadió que él también recibió golpes cuando llevaba a Samuel sujeto en sus brazos.

Sobre aquella noche, comentó que no vio "a ninguna persona que intentase separar" a los agresores de su víctima y afirmó que si él y su amigo no hubiesen intervenido "Samuel no se hubiera levantado de donde estaba tumbado inicialmente".

Todo acabó, según Ibrahima, cuando cae desplomado Samuel en sus brazos. "De repente los agresores desaparecieron. Cuando los chicos ven que Samuel está en el suelo ya no hay más", sostuvo. Entre medias, señaló en la sala al acusado Alejandro Freire como uno de los agresores presentes en la pelea. "Me quedo con la cara", aseguró en repetidas ocasiones ante la mirada cabizbaja del acusado.

A preguntas de los abogados, Ibrahima deja claro que Samuel cayó dos veces al suelo en los largos minutos que duró la agresión, siendo la segunda la última "de la que no se levanta más". A cuestiones sobre si era visible por su apariencia que Luiz era homosexual, afirmó que "era un ser humano como yo", a ello añadió que en medio de la pelea no fue capaz de distinguir si alguien llamó a la víctima "maricón".

"Me pongo delante para intentar frenarles"

Magatte en el juicio de Samuel Luiz.

Magatte en el juicio de Samuel Luiz. Quincemil

Magatte N’Diaye, el otro senegalés que intentó proteger a Samuel de la paliza mortal, declaró en cuarto lugar en el juicio. Comentó que la noche de los hechos Ibrahima y él se acercaron a auxiliar al fallecido y concretó que Ibrahima cogió a Samuel y que él se puso delante "para que los agresores no accediesen hasta Samuel".

"Mi amigo levantó al chico del suelo y yo me pongo delante para intentar frenarles. Era un grupo, no podía parar a todos y nos rodearon", aclaró. Durante la agresión, apuntó que su amigo con Samuel y él trataron de cruzar desde el Paseo Marítimo hasta la Avenida de Buenos Aires, a unos pocos metros, y en ese desplazamiento aseguró que "le intentaban seguir pegando", por lo que se puso delante de su amigo y de la víctima a modo de protección.

"Ellos paran cuando Samuel estaba inconsciente en el suelo", confirmó, para a continuación mirar a la bancada de los acusados y señalar a Kaio Amaral, Alejandro Míguez y Alejandro Freire, aunque matizó que ha reconocido a los cinco en el momento de la agresión y en esta sesión del juicio.

A preguntas de los letrados, Magatte relató que en sede policial le enseñaron fotos para tratar de identificar a los agresores tras los hechos (momento en el que señaló a tres de ellos) y en julio de 2021 en los juzgados también estuvo presente en una rueda de reconocimiento.

En esta línea, el testigo no fue capaz de determinar aspectos físicos de los cinco acusados en el momento de la pelea y subrayó que en la agresión recuerda que "era un grupo de 7 u 8 personas".

Asimismo, sobre Katy comentó que la noche de la agresión no le vio pegar ni insultar a nadie y recalcó que aquella noche había una chica presente de pelo largo, tal como es la apariencia de la acusada. El testimonio se desarrolló con algunas dificultades de entendimiento por el idioma, por lo que intervino el intérprete y los abogados señalaron supuestas contradicciones en el relato que prestó el testigo este viernes y el ofrecido tras los hechos en julio de 2021.