Los minutos que hemos hablado con ella no han sido suficientes, por eso no queremos pasar Una noche con ella, sino dos este fin de semana en Galicia. Loles León (Barcelona, 1950) llega hoy al Pazo da Cultura de Narón (A Coruña) y mañana recalará en el Auditorio Afundación de Vigo de la mano de esta obra teatral escrita y dirigida especialmente para ella por Juan Luis Iborra, un espectáculo que a través de la música transcurre por las diferentes etapas de la vida de la actriz.

Su arrolladora y decidida personalidad, aderezada con buenas dosis de desparpajo, la ha llevado a ser una de las actrices más queridas y reconocidas por público de todas las edades. Su talento se ve reflejado en incontables producciones cinematográficas como Átame o Padre no hay más que uno 2 y 3, en series como La que se avecina, o en diversos programas televisivos, entre ellos, Tu cara me suena. Para fortuna de aquellos que disfrutan con su trabajo, en su vocabulario no figura la palabra jubilación por lo que quedan numerosos capítulos de Loles León por delante, tanto delante de las cámaras como sobre las tablas.

Este fin de semana será el teatro el que ocupe su tiempo y aquellos que acudan a disfrutar de la función, deberán averiguar cuánto hay de realidad y cuánto de ficción sobre el escenario.

Por favor, haznos un pequeño spoiler de qué es verdad y qué no en Una noche con ella.

Solo vosotros podréis descubrirlo. Cuando Juan Luis Iborra la escribió dijo "voy a poner ficción y realidad" y, en un principio, solo había un 20% de ficción pero a medida que pasaron los días y las actuaciones, la gente me decía "pero esto es verdad?" Se creían la ficción y no se creían lo que era verdad y ahora hay un 50-50 de ambas cosas. Lo que si puedo decir es que es un recorrido por mi vida, desde que nazco en la Barceloneta hasta ahora, un trayecto que incluye mi vida yendo sola por los pueblos y ciudades y mi llegada a Madrid.

¿Cuál es o ha sido el mejor momento de tu carrera?

Lo más destacado fue la etapa con Pedro Almodóvar, entré en el cine por la puerta grande con él. Mi vida cambió por completo con Mujeres al borde de un ataque de nervios. Nos fuimos a Hollywood, donde recibimos críticas maravillosas, fuimos a muchos festivales de cine como el de Berlín, Milán,…

Hablando de Pedro Almodóvar, en la obra de esta noche podremos ver algunas piezas de vestuario que luciste en aquella época, por ejemplo, en la gala de los Oscar.

Todo el vestuario es reciclado, no solo de la parte de Almodóvar. Cuando en la obra se tocan otras épocas, todas las prendas tienen que ver con obras de teatro que he hecho anteriormente o con series. Manuel Fernández (el diseñador del vestuario) hizo una variación y transformó toda la ropa en otra cosa a través de las mujeres de Apramp (entidad que organiza talleres para mujeres que están en proceso de reinserción tras haber sido víctimas de la trata).

¿Prefieres la vida itinerante del teatro o la del plató-set de rodaje?

A mi me gusta todo, lo combino todo. Ahora voy a empezar una película con Jordi Sánchez, voy a Tu cara me suena, grabo con Santiago Segura… Llevo así cuatro o cinco años y ahora que he pasado de los 70 estoy disfrutando más que nunca.

Te hemos visto en incontables producciones cinematográficas, teatrales, televisivas… lo que hace creer al espectador que te conoce de toda la vida. ¿Cuánto de ti, de tu personalidad, hay en los personajes que interpretas?

Hay todo, porque soy yo la que lo hace. La cabeza es mía, los sentimientos y las emociones que le pones también. Ese es mi trabajo y es lo que más conoce el público. Mi vida privada también la conoce, tengo muy poca porque lo cuento todo.

¿Qué retos profesionales le quedan por conseguir a una mujer con tu trayectoria?

Todo. Por mi parte estaría empezando. Estoy ilusionada, tengo entusiasmo, energía, ganas… así que mi sensación es que estoy empezando. Estoy en una etapa diferente. Soy la abuela del cine español y los niños me ven y me llaman tanqueta como en La que se avecina.

Has vivido etapas muy diversas en la historia de nuestro país, seguro que alguna en la que no estaba bien visto ejercer una labor artística. ¿Has tenido que superar muchos obstáculos?

Al principio si. No todas las cabezas estaban dispuestas a comprender a una mujer sola con un espectáculo variado de cabaret literario que iba de lo más intelectual a lo más popular. Era difícil. He salido adelante porque si, porque siempre he tenido mucho coraje y no he tenido miedo.

Si antes hablábamos de tu mejor momento en la profesión, ¿cuál ha sido el más duro?

Duros han sido varios momentos, pero sobre todo los años 70 del teatro independiente, además era muy joven, te conviertes en madre, no hay trabajo… Hay que tener mucha paciencia y tolerancia con todo para poder entender que este es un camino muy largo, de mucha resistencia. Esa década entre los 70 y 80 fue la más dura, después ya llegué a Madrid y todo cambió.

¿Qué le dirías a la Loles León del comienzo?

Le daría las gracias por haberse cuidado y haber tenido la resistencia e ilusión de llegar hasta aquí.

¿Cuál es el secreto para mantener joven no solo el físico, sino la mente y la personalidad?

Siempre he querido ser lo que soy. Me han estimulado mis ganas y sobre todo creer en mi. Yo he creído en mi y eso es importantísimo porque los que están alrededor no te ayudan muchas veces y te dicen "pero dónde vas si esto no es para ti!". Yo sé dónde voy, lo que quiero y quién soy.

¿Crees que hay jóvenes hoy en día con una mentalidad más arcaica que la que se espera de una mujer de tu generación?

Las generaciones son cada una de una manera y jamás pretendo que nadie sea como nosotros mismos. Cada época tiene sus historias y sus maneras de enfocar el mundo, la vida y lo social. Los jóvenes no tienen un momento bueno, hoy están las redes sociales, es todo muy rápido, y hacen lo que pueden. Por ejemplo, yo sé muy poco de las redes y los chicos de ahora son muy inteligentes en ese sentido. Yo eso lo alabo. Tanto unos como otros tenemos que aprender de todos.

Entre función y función, ¿tendrás tiempo para disfrutar de Galicia?

En cuanto puedo me escapo. Hasta la hora de la función visito, disfruto de la gastronomía y de los lugares especiales junto a los bailarines que me acompañan en la obra, Óscar Domínguez y Fran del Pino, y Yeyo Bayeyo. Galicia es la comunidad en la que menos he trabajado, aunque he grabado la serie Camino de Santiago. Me gustan muchísimo sus playas y el misterio que hay alrededor de esta tierra.