Los Furanchos: la tradición que se ha convertido en un atractivo turístico de Galicia
Comenzaron siendo una salida viable para vender los excedentes de vino de las casas. Repasamos la historia de estas improvisadas tabernas gallegas
6 junio, 2020 06:00Comenzaron siendo una salida viable para vender los excedentes de vino, pero con el paso del tiempo se convirtieron en un atractivo turístico de Galicia. Hablamos de los furanchos, esos rincones ‘enxebres’ ubicados habitualmente en el sótano o en el bajo de una casa tradicional gallega, y en en los se bebe y se come. Y muy bien, por cierto.
Estas improvisadas tabernas, muy populares sobre todo en las Rías Baixas, ofrecen a sus clientes buen vino (que se recomienda tomar en cunca) y buena comida (casera, por supuesto). Y todo ello a un precio bastante económico.
En la inmensa mayoría de furanchos todavía pervive la esencia de antaño, esa que nos devuelve a décadas atrás en las que los bares eran pequeñas tascas y los restaurantes eran casas de comidas.
¿Cómo nacieron los furanchos?
Pero… ¿Cómo nacieron los Furanchos? De casualidad. Cuando en las casas sobraba vino de la cosecha propia se invitaba a los vecinos a que disfrutasen de una ‘cunca’ de vino antes de ponerse a trabajar en la siguiente cosecha. Normalmente, como buenos invitados, los propios vecinos llevaban comida para acompañar la bebida. Esta tradición, que se remonta a 300 años atrás, fue extendiéndose hasta la actualidad.
Los furanchos también se conocían como loureiros, aunque hoy en día esta denominación está más en desuso. Antiguamente, cuando el vino ya estaba preparado en el barril, los propietarios anunciaban su disposición colgando una hoja de loureiro en la casa. De esta forma, todos los vecinos se daban por enterados: el vino ya está listo para beber. Hoy en día ya son pocos los que mantienen la tradición de colgar esta hoja, pero todavía se pueden ver algunos.
Aunque nacieron de forma clandestina, hoy en día los furanchos tienen regulada su actividad a través de un decreto de la Xunta del año 2012, en el que se consideran furanchos "los locales utilizados principalmente como vivienda privada pero donde sus propietarios/as venden el excedente del vino de la cosecha propia, elaborado en casa para su consumo particular, junto con las tapas que, como productos alimenticios preparados regularmente por ellos/ellas, sirvan de acompañamiento".
De diciembre a junio
Los furanchos no están abiertos todo el año. Según el decreto de la Xunta, "la temporada anual de funcionamiento de los furanchos el 1 de diciembre, y su finalización el 30 de junio" y no podrán estar abiertos durante más de tres meses. Sin embargo, este año la temporada podrá alargarse debido a la crisis sanitaria del coronavirus, que les obligó a permanecer cerrados durante varios meses.
¿De donde proviene el nombre de furancho? Pues como no podía ser de otra manera, del vino. En concreto, furancho proviene del agujero que se le hace al barril para colocar una llave que ayude a la extracción del vino.
¿Dónde y cómo encontrarlos?
¿Dónde se encuentran los furanchos? La mayoría se encuentran en la zona de las Rías Baixas, en especial en las zonas que van desde Vigo a O Salnés; aunque también podemos encontrarnos algunos en la zona de Betanzos (A Coruña).
¿Y cómo identificarlos? He ahí la cuestión. Los furanchos son lugares secretos: no suelen disponer de señalética. Hay que buscarlos. Uno puede llegar a ellos por el boca a boca, preguntando directamente a algún vecino de la zona o con la ayuda de internet. Hay hasta páginas web que se dedican a ubicar los furanchos de Galicia. Con ayuda o sin ella, los furanchos fueron, son y serán el secreto mejor guardado de los gallegos.