El largo camino para que la Torre de Hércules fuese declarada Patrimonio

El largo camino para que la Torre de Hércules fuese declarada Patrimonio Turismo de A Coruña

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El largo camino para que la Torre de Hércules fuese declarada Patrimonio

Esta noche la Torre de Hércules lucirá sus mejores galas con un espectáculo de luces y sonido sin precedentes, gracias al esfuerzo liderado por Manito para que, en 2009, la UNESCO la eligiese para formar parte del Patrimonio de la Humanidad

29 junio, 2019 19:18

Es el símbolo de la ciudad y cada noche ilumina la costa de A Coruña por intervalos de 20 segundos. Hace 10 años, la plaza de María Pita bullía de coruñeses celebrando que la Torre de Hércules había sido seleccionada para formar parte del listado de monumentos Patrimonio de la Humanidad.

Esta noche la Torre lucirá sus mejores galas para celebrar por todo lo alto que se cumple una década de esta fecha. El camino para lograr este reconocimiento fue largo y no hubiese sido posible sin el empeño de sus impulsores.

Entre todos ellos destaca la labor de José Luis Vázquez Iglesias, apodado
Manito, un médico ourensano "enamorado" de la Torre, a la que llamaba la "novia de todos los coruñeses".

Fue jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Juan Canalejo de La Coruña, coordinador de Trasplantes Hepáticos y presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva. Su otra pasión era la Torre, y el primer paso para ubicarla en el lugar merecido fue su decisión de crear el Instituto de Estudios sobre la Torre de Hércules.

Su dedicación a la Torre la complementaba con su afición por la fotografía. Llevó a cabo exposiciones como la titulada A deusa atlántica, en la que exhibió una colección de ciento treinta y cinco fotos de la Torre de Hércules, por la que recibió más de cuarenta premios.

Vázquez Iglesias falleció dos años antes de que se lograse cumplir su sueño, que prosiguió y se hizo posible gracias a la convicción de muchos fareros de Galicia y de Segundo Pardo-Ciorraga.

Los alcaldes Losada y Negreira también impulsaron para que el sueño de Manito se hiciera realidad y como reconocimiento a su labor, una calle lleva hoy su nombre en A Coruña.

Fue en 2013, siendo Negreira alcalde cuando una de las calles que conducen al faro romano más antiguo del mundo en funcionamiento fue bautizada con el nombre de uno de los máximos impulsores del proyecto.

Gracias al esfuerzo de Manito, los fareros gallegos y entidades públicas que apoyaron la propuesta, hoy la Torre celebrará por todo lo alto el décimo aniversario de su reconocimiento como Patrimonio de toda la Humanidad.