El muralismo está cada vez más presente en nuestras ciudades: fachadas, laterales de edificios o muros se convierten en lienzos para artistas que, además de embellecer elementos deteriorados o sin decoración, crean obras espectaculares y dinamizan zonas a priori menos interesantes a nivel patrimonial y turístico.

Esta forma de expresión es el centro de Compostela Contemporánea, un festival que celebró el pasado mes de octubre su cuarta edición y que a su paso por la capital gallega ha dejado dos murales en San Lázaro y el Restollal.

El evento, organizado por Mutante Creativo con la colaboración del Concello de Santiago, ha contado con la participación de las artistas Lidia Cao y Xoana Almar, las responsables de estos dos murales, así como con una clase maestra de muralismo para los alumnos del IES de Sar.

Identidade

El mural de Lidia Cao en San Lázaro (@lidia.cao).

El primero de estos dos murales, "Identidade", lleva la firma de la artista nacida en Santiago Lidia Cao, quien reflexiona sobre el paso por la infancia y su influencia en el desarrollo de las personas con una obra ubicada en el lateral de una edificio en la Rúa da Canteira de Arriba, en San Lázaro.

"Todo ser humano se forma a partir de las experiencias: el desarrollo de la personalidad empieza a forjarse de pequeños, cuando tomamos conciencia de nosotros mismos como entidad diferente a todas las demás realidades que nos rodean", detalla Cao, quien compagina su trabajo como ilustradora con el muralismo.

Así, su mural se centra en una niña sentada que tiene la mirada perdida y, a la vez, fija en un gran círculo de luz, muy similar al que sujeta con sus propias manos.

"A través de su habitual sensibilidad y delicadeza nos regala esta imagen tan poética y sugerente, que sitúa al espectador en ese contexto y transmite una inquietante sensación de paz y equilibrio", apuntan desde la organización.

Casa

El mural de Xoana Almar en el Restollal (@cestolanacachola).

El otro mural que ha dejado la cuarta edición de Compostela Contemporánea se encuentra en el número 67 de la Rúa do Restollal y su autora, la también compostelana Xoana Almar, la ha titulado "Casa".

"Aprovechando que le tocaba jugar en casa, Xoana decidió llevarse este mural al terreno personal y dedicárselo a su padre, con una obra inspirada en una fotografía tomada por él hace años en su casa", apuntan desde la organización del festival.

Así, el mural muestra a la propia Almar como bebé en el regazo de su madre. Alrededor de ellas se encuentran múltiples símbolos que aluden a la figura del padre, desde las escaleras hasta unas palomas, pasando por una pelota, una hoz, una golondrina o un pez.

"Los símbolos y los colores generan una íntima narrativa que comunica mucho con pocos elementos: consigue una mágica dialéctica con sus allegados y también establece un diálogo abierto y sencillo con el resto del público", concluyen.