Nudistas en una playa gallega.

Nudistas en una playa gallega. Naturigal

Cultura

‘Tetiñas Free’: El movimiento nudista gallego que dio la vuelta al mundo en los 80

El precursor fue Miguel Cancio, que luchó para que en 1989 se legalizase el nudismo en las playas de Galicia y España y actualmente Naturigal, la única Asociación Naturista de Galicia, intenta coger el testigo de estos pioneros

21 noviembre, 2021 06:00

Galicia. Años 80. En la aislada playa de Baroña (A Coruña) son detenidas 14 personas que hacían nudismo por un grupo de Guardias Civiles armados con subfusiles que les acusan del delito de escándalo público. Este acontecimiento fue el desencadenante del nacimiento de ‘Tetiñas Free’, un movimiento nudista gallego que dio la vuelta al mundo y que denunciaba también casos de especulación urbanística, además de conseguir en 1989 la legalización de la práctica del nudismo en las playas gallegas y españolas.

El alma de este inolvidable movimiento y principal precursor fue el economista, sociólogo y exprofesor de la facultad de Ciencias Económicas de Santiago (USC), Miguel Cancio. El gallego pone de manifiesto que en 1973 él ya iba con amigos a la playa del Castro de Baroña a hacer nudismo, un lugar "donde convivía gente vestida y desnuda sin problemas", rememora. En 1975 se mudó a París durante varios años a estudiar y asegura que a su vuelta a Galicia "había aumentado aún más esta tendencia", a la vez que deja claro que en aquel momento "no formaba parte de ningún movimiento ecologista".

En 1983 tuvo lugar un hecho que cambiaría la historia del nudismo y de Galicia para siempre, la detención del grupo de nudistas en la playa de Baroña (conformado por hombres y mujeres entre los que se encontraba Sanz de Siria, un cámara de TVE muy activo en el movimiento), que fueron llevados por las autoridades a Santiago, donde se les hizo una ficha policial con fotos de frente y de perfil. Este incidente está relacionado con la denuncia que estas personas hicieron en aquel momento de lo que se conoce como "el búnker de Baroña", un edificio de tres pisos levantado al borde de la playa "en unas condiciones totalmente ilegales", según señala Cancio. Por esta razón denunciaron la "ilegalidad" en la Delegación Provincial de Urbanismo.

A pesar de sus razones, gran parte de los habitantes de Baroña adoptaron una actitud hostil con Cancio y sus compañeros influenciados principalmente por el cura del pueblo, que trasladó a los vecinos, según recuerda, que "los nudistas iban a estropear el terreno que podían vender junto con ese edificio y que iban a dar muchos problemas". Debido a este "atropello", el sociólogo y economista impulsa la denominada Coordinadora Nudista Ecológico Radical (CNER). "En Baroña se escandalizaron por unos culos al sol, tetiñas y piroliñas free y, sin embargo, no se escandalizan por aberraciones como el búnker, algo que no solo sucedía en A Coruña sino en toda la costa", critica.

Playa del Castro de Baroña. Fuente: Naturigal

Playa del Castro de Baroña. Fuente: Naturigal

Influencia nacional y legalización del nudismo

A raíz del nacimiento de la CNER, la influencia del movimiento ‘Tetiñas Free’ y los ideales de la organización se extienden a nivel gallego y nacional. Los miembros de la organización con Cancio a la cabeza recogieron firmas para legalizar el nudismo y hubo manifestaciones en tierras gallegas y diferentes puntos de España en las que se produjeron incluso agresiones. A pesar de todo, unos años después, en 1989, se consigue que el nudismo sea una práctica legal tal como se pretendía.

En este tiempo tuvo lugar el juicio a los 14 detenidos de Baroña, que fueron declarados inocentes, pero Cancio concreta que "antes de la legalización de las playas nudistas hubo infinidad de reyertas e incluso algunos fallecidos por el delito de escándalo público". "Nosotros fuimos un factor fundamental para llamar la atención sobre este problema y promover una solución, denunciamos la agresión a los 14 nudistas e hicimos propuesta de ley de legalización playas nudistas que se aprobó a partir de nuestras acciones", explica, a lo que añade que sobre los movimientos "Tetiñas Free, Piroliñas Free o Topless" hubo reivindicaciones a lo largo de toda España. "Tuvieron lugar problemas muy graves e incluso gente que se suicidó por conflictos relacionados con escándalo público", cuenta.

Búnker de Baroña. Fuente: Programa ‘Dónde estabas entonces (1983)’

Búnker de Baroña. Fuente: Programa ‘Dónde estabas entonces (1983)’

En 1989, el artículo 431 del Código Penal, es abolido de cara a suprimir las consideraciones de índole moral, que eran inconstitucionales. Desde ese momento el nudismo pasa a ser legal en cualquier espacio público (Ley Orgánica 5/1988). La abolición del "escándalo público" fue la consecuencia de la proposición 122/000046, del 17 de marzo de1987, en la que se calificaba al "escándalo público, radicalmente incompatible con un orden democrático y pluralista como el que la Constitución consagra como mandato del legislador".

En la intensa lucha de Cancio y los miembros de la CNER para llevar adelante el proyecto de ley para legalizar el nudismo, además de las numerosas movilizaciones y la recogida de miles de firmas, el gallego afirma orgulloso que llegó a escribirle el presidente del Gobierno en aquellos años, Felipe González, como respuesta a los comunicados y propuestas que le trasladaban. "Nos envió información sobre el nudismo, pero en francés, y su gobierno tardó bastantes años en despenalizar el nudismo", apunta.

Carteles protesta nudismo. Fuente: ‘Dónde estabas entonces’ (1983)

Carteles protesta nudismo. Fuente: ‘Dónde estabas entonces’ (1983)

"Queríamos resolver un problema de libertad y derechos en una democracia donde conviviese gente desnuda, vestida, en tetiñas free y que supiera respetarse. El cuerpo no es "el cuerpo del delito" aunque esté desnudo y una persona no es más que otra esté vestido o desnuda, hay que respetar los derechos y principios de los demás", argumenta. "Nosotros no nos creíamos más que nadie, ni queríamos imponer el nudismo a todo el mundo ni teníamos ninguna actitud revolucionaria", dice.

Discurso "irónico" y presencia en medios de comunicación

Cancio subraya que el discurso asociado al movimiento ‘Tetiñas Free’ se caracterizaba por "irónico y revulsivo, además de actuar con alegría y gracia que fue la fórmula del éxito". Tal fue el alcance, que además de tener presencia en las cadenas de televisión nacionales, corresponsales de la agencia de noticias Reuters se desplazaron desde Londres para hacerse eco del movimiento surgido en una remota playa gallega de difícil acceso.

Una de las intervenciones más sonadas del grupo fue en el programa de Televisión Española (TVE), ‘Si yo fuera presidente’ de Fernando Tola. En él Cancio y sus compañeros salieron desnudos a plató con las cámaras grabándoles de espaldas y fueron entrevistados por Tola, que estaba frente a ellos, a trasluz. "El final de la entrevista fue un zoom sobre nuestros culos", detalla Cancio.

También en TVE, el portavoz de la Coordinadora Nudista estuvo en un programa de la tarde dirigido por Pepe Navarro, grabado a los pocos días de las detenciones en Baroña. En el formato, Canció expresó que "el culo al aire en verano y para el baño es muy sano y no hace daño", rememora, a la vez que se mostró con paraguas un día lluvioso en el propio arenal junto a un médico amigo, ambos desnudos, con una pancarta para denunciar el "búnker de Baroña". De aquella época, rescata también el recuerdo de que "los nudistas convivían pacíficamente con los agricultores de la zona que trabajaban las tierras al borde de la playa".

Miembros del movimiento ‘Tetiñas Free’ en TVE. Fuente: ‘Dónde estabas entonces’ (1983)

Miembros del movimiento ‘Tetiñas Free’ en TVE. Fuente: ‘Dónde estabas entonces’ (1983)

Todas estas intervenciones, en palabras de Cancio, "sirvieron a su vez para cambiar la imagen de una Galicia atrasada y profunda", algo que asegura que "no era cierto porque desde los 70 se hacía nudismo en Baroña y en la playa de Barra en Cangas (Pontevedra), amén de otras zonas de la comunidad". "El problema surgió porque había intereses en atacarnos porque pusimos en cuestión el búnker", sostiene.

"Los palmeros del cambio en pelotas" fue otro de los nombres con los que se presentaba Cancio y su grupo para hacer estas denuncias relacionadas con el nudismo y en el contexto de la legalización de las playas nudistas. Sobre la actualidad del nudismo en España, Cancio asegura que "desde que fue aceptado adquirió posibilidades turísticas en distinta zonas", pero sin embargo apunta que "siempre va a haber gente que esté en contra o gamberros irrespetuosos".

"El nudismo da la posibilidad de desenvolverse libremente sin vestiduras y de sentir la fuerza de la naturaleza. No se debe pensar que por ir desvestido se rompe con valores o principios y hay que perseguirlo, hay que hacerlo todo con honradez y respetando a los demás", aclara. "Los cuiños al sol no perjudicaban a nadie, defendían justicia justa y libertad responsable", concluye con determinación.

Naturigal: La única Asociación Naturista de Galicia

Naturigal, la Asociación Naturista de Galicia, es la única de este tipo que existe actualmente en la comunidad y es joven, ya que nació en mayo de 2020 en plena pandemia. "Un grupo de conocidos y no conocidos quisimos organizar un grupo naturista porque dentro de este mundo hay una cierta vida social y por darle una visión más oficial a nuestro movimiento", asegura el secretario y uno de los siete miembros fundadores, Carlos Rubio. Actualmente hay 30 socios.

Fuente: Naturigal

Fuente: Naturigal

"Una parte de lo que promovemos es el asociacionismo, porque no hay muchas asociaciones sobre este tema, y por otro lado, queremos dar visibilidad sobre que esto es algo normal y natural que no es ninguna junta de gente que está mal de la cabeza", apunta. "Se puede ir sin ropa a la playa y no es nada especial, nadie tiene que esconderse ni escandalizarse", asegura Rubio, que a su vez cuenta que "socios nuevos que no eran nudistas lo han probado y coinciden en que se está mejor". A su vez, otro objetivo de Naturigal es la eliminación de tabúes, naturalizar el nudismo.

"Queremos dejar claro que no te pueden castigar por hacer esto, que si te desnudas no estás haciendo nada feo", admite Rubio. Las asociaciones de este tipo y Naturigal en concreto se enmarcan en la Federación Española de Naturismo (FEN). Entre las acciones que lleva a cabo la asociación en Galicia, destacan salidas al monte de senderismo, a la vez que "están intentando hacer algún tipo de spa nudista o acceder a algún spa con opción nudista", una opción paralizada ahora mismo por la pandemia. Además, los miembros de Naturigal han estado en un camping nudista en Portugal donde se promocionaron entre los usuarios e intentaron ir a playas donde se practica nudismo para darse a conocer.

Fuente: Naturgal

Fuente: Naturgal

Anulación de ordenanzas y primer movimiento que anuló una ley

En Naturigal han hecho reivindicaciones a ayuntamientos que son reáceos al nudismo y que tienen ordenanzas restrictivas. Unas protestas mediante escritos que han logrado que varias de estas ordenanzas restrictivas se anulasen "al carecer de valor jurídico", aclara Rubio. Sobre el nudismo en la actualidad en Galicia y a nivel nacional, el secretario sostiene que "siempre ha sido una tendencia minoritaria y que ahora las redes sociales hacen daño a este tema porque está todo muy perseguido, además de que la juventud no se anima".

En esta línea, pone de manifiesto que "el nudismo era más reivindicativo antes, cuando gente iba a sitios donde no había nadie y creaba tradición", un logro que achaca a los precursores de ‘Tetiñas Free’. Los logros de este movimiento, en palabras de Rubio, "son fundamentales para Naturigal y son considerados un hito por la FEN". "Fue el primer movimiento que anuló una ley, la ley de escándalo público, que no tenía sentido en un estado democrático. Fueron unos adelantados a su tiempo que protestaron y se movieron por este tema y es admirable que un movimiento que nació en una playa en un sitio perdido de pocas personas pudiera mover una ley orgánica", asegura.

Fuente: Naturigal

Fuente: Naturigal

Rubio no estaba en Galicia cuando ‘Tetiñas Free’ estaba en pleno auge, pero rememora que "hace muchos años probó el nudismo en playas enormes donde estaba solo y le pareció una maravilla". "Te ves libre y a gusto. Lo pruebas por ti mismo y bien, pero luego viene el tema social de que te vean otros, pero te lo vas quitando poco a poco de la cabeza y ya no te da palo, le das más valor a no tener ropa mojada encima y no a que te esté viendo otra gente sin ropa", indica.

Como playas "míticas" para el nudismo en Galicia destaca la de Baroña, donde comenzó todo; la de Barra en Cangas (Pontevedra) y la de Barrañán en Arteixo (A Coruña). La pandemia no ha favorecido el nudismo, según el miembro de Naturigal, ya que critica "la masificación de los arenales donde antes no había nadie", algo que achaca a la necesidad de distancia entre bañistas a la que obliga la crisis sanitaria por prevención. En este sentido, las principales reivindicaciones del grupo se basan en recuperar playas aisladas para estar tranquilos haciendo nudismo, como por ejemplo los arenales del popular Camiño dos Faros, una ruta de 200 kilómetros que una Malpica con Fisterra en A Coruña. En este entorno el problema actual son los centenares de caminantes que pasan a diario por los arenales.

Asimismo, desde la FEN se están impulsando movimientos para luchar contra proyectos de urbanización que invaden los arenales, como ocurre en la playa de Cala Mosca (Alicante) o Benalnatura (Málaga). "Estamos concienciados para proteger los espacios naturales, no solo para el naturismo sino también para defenderlos de la especulación. Nuestra labor son conservar las playas nudistas de Galicia y que no se nos discrimine del resto", defienden con optimismo.

‘Nus’, el libro de Manuel Gago sobre la historia de Baroña

El director de Culturagalega.gal y profesor en la facultad de periodismo de la USC entre otras facetas, Manuel Gago, ha escrito la novela de ficción ‘Nus’ (‘Desnudos’ en castellano), basada en los acontecimientos ocurridos en Baroña cuando se produjo la detención de los nudistas en los 80. La historia se ubica en la Galicia del postfranquismo en la playa de Calabarda, con Toño Figueroa como protagonista.

El joven tiene una doble vida en su memoria en la que se entremezclan juventud, sexo y mentiras familiares, a la vez que dentro de este "retrato irreverente e irónico sobre la Galicia de aquella época" también hay lugar para el descubrimiento de un castro ancestral en Baroña por parte de un grupo de arqueólogos.

¿Cómo descubrió el movimiento conocido coloquialmente como "Tetiñas Free" que surgió a raíz de lo sucedido en la playa de Baroña en los 80?

Lo conocía desde pequeño, porque soy de A Pobra do Caramiñal (A Coruña, en la otra parte de la península del Barbanza). Cuando era niño los nudistas eran casi como unos seres mitológicos que hacían no se sabe muy bien qué, en un lugar que además, en aquel momento, aparecía en todas partes por su poder icónico: el castro de Baroña. Hasta el punto de que la primera vez que fuimos visitar el castro de Baroña (tendría siete u ocho años), a mí lo que me interesaba realmente era ver los nudistas, a ver en que consistía ese supuesto antro de perdición del que se hablaba en voz baja y cuando los mayores pensaban que nosotros no escuchábamos.

¿Por qué decidió inspirar la novela en este suceso?

Tenía ganas de escribir una novela de la Transición gallega que había entrecruzado varias perspectivas: la evolución de las relaciones personales y sentimentales en los años 70-80, vistas desde la perspectiva de un joven, pero también quería entrecruzarlo con los avatares de la política y de la sociedad del momento. La sociedad gallega de principios de los 80 es muy dinámica y se vivieron varios movimientos sociales -ecologistas, laborales, de defensa del patrimonio- muy interesantes.

Pero el movimiento nudista era distinto a todos ellos: partía de otro lugar y de otro tipo de gente. Cuando comencé a trabajar en la documentación de la novela hubo algo que me hizo decidirme: de todos aquellos movimientos, el único que hacía que a la gente se le pusiera una sonrisa en la cara de inmediato y se comenzarse a reír era el movimiento ‘Tetiñas Free’. Sus organizadores concibieron el movimiento en primer lugar riéndose de ellos mismos. En un momento como aquel, en el que todo se planteaba en términos graves y apocalípticos (como en cierto modo se sigue haciendo en Galicia), esa capacidad de transmitir el mensaje sobre la moral provocando la risa me pareció de una gran genialidad. No había dudas y debía tirar por él.

El protagonista, Toño Figueroa, ¿está inspirado en alguno de los precursores del movimiento como Miguel Cancio, uno de los principales?

No, Toño parte de otro lugar y no tiene una identificación clara con ninguno de los personajes que vivieron ese movimiento en primera persona. Prefiero trabajar con un protagonista que vaya por su propio camino y no tener que jugar con las inevitables limitaciones de tener un referente real. Pero muchos de los otros protagonistas de la historia real están parcialmente presentes en los personajes secundarios, aunque sin pretensión de recrearlos con precisión. Son como trazos biográficos que en realidad son apenas rasguños, porque los personajes evolucionan por su cuenta.

¿Por qué apostó por un retrato irónico de esta época del postfranquismo gallego y no por una línea más histórica?

La ironía no está reñida con la historia, ero en realidad en mis novelas intento siempre dejar bien claro que son ficción, que pueden estar inspiradas en hechos reales pero que a partir de ellas la ficción es libre y coge otros caminos. A lo mejor porque son periodista y en mi trabajo debo ceñirme mucho a los hechos, en la ficción me gusta hacerla evolucionar.

En mis novelas me apasiona estar siempre en el filo de la navaja que separa la imaginación de los hechos, y que el lector se cuestione qué es real y qué es ficción. Porque a veces lo que pensamos que es ficción resulta ser lo más real y viceversa. Me gusta jugar con el lector y que, si le apetece, investigue por su cuenta esos límites. También quería divertirme con mis lectores y echarnos unas risas en la playa, reírnos de nosotros mismos, y celebrar 1.000 veranos. La literatura también debe ser eso, una fiesta.

¿Quería mezclar historia del patrimonio de la comunidad con la historia del movimiento ‘Tetiñas Free’ a través de la referencia que hace en el libro al descubrimiento de un castro ancestral en la playa de Calabarda?

En mis anteriores novelas, ‘El ángel negro’ y ‘El ejército de humo’, el relato estaba contado desde las clases subalternas, las clases populares, y son dos historias que hablan de que frente a determinados discursos conformistas que conciben a esas clases como agentes pasivos y sufrientes de la historia, los aparentemente humildes tienen recursos para responder y actuar en su mundo de manera activa.

En ‘Nus’ trabajé con otra idea contraria: en la literatura gallega, al igual que en el resto de la cultura del país, las clases altas y dirigentes casi no aparecen, o cuando aparecen se retratan de una manera tan ingenua e inocente como maquiavélica. Quería escribir desde una voz vinculada a la clase media-alta de una Galicia que estaba cambiando con rapidez. El castro me permitía establecer un contrapunto. Los vecinos, en ‘Nus’, son tan misteriosos como los propios habitantes del castro que se está excavando. Alguien cuenta su historia por ellos y son casi invisibles.

Opinión personal sobre el movimiento y cómo piensa que marcó la historia de la comunidad en cuanto al nudismo se refiere

Como gallego, me siento muy orgulloso de las historias que escuché del movimiento, de su carácter vitalista y de su capacidad para, desde una playa de Baroña, obtener eco en todo el mundo. Fueron un ejemplo de activismo inteligente, de cómo todos tenemos dentro algo por lo que luchar y porque consiguieron provocar un debate a nivel español sobre la moral y delitos enquistados del Código penal, como el escándalo público, usado desde el siglo XIX para el control moral de la población.

El movimiento ‘Tetiñas Free’ ayuda también a otra idea. Mucha gente, de diferentes opciones políticas, intentan simplificar la idea de Galicia y reducirla a un tópico, sea lo que sea. Pero Galicia, como cualquiera de las sociedades modernas europeas, es un país complejo, diverso y contradictorio. Parte de mi trabajo en muchos ámbitos es contribuir a evitar que se nos reduzca a un tópico, a demostrarnos a nosotros mismos que vivimos en una sociedad compleja. Comprender eso es una clave para la Galicia del futuro.

Manuel Gago, autor de ‘Nus’. Fuente: Twitter

Manuel Gago, autor de ‘Nus’. Fuente: Twitter