La llegada del frío y de la lluvia no impide que algunas localizaciones gallegas sigan brillando con luz propia. El turismo de olas y de atardeceres tiene en la comarca de Ferrolterra la ubicación perfecta para disfrutar del ‘turismo slow’ en los meses de otoño e invierno.

Sus playas salvajes, las puestas de sol que se dibujan entre nubarrones y los miradores y faros que se reparten a lo largo de la escarpada Costa Ártabra son algunos de los principales atractivos de la zona que, lejos de diluirse con el fin del calor del verano, se transforman y ofrecen una estampa plagada de colores y matices.

La posibilidad de pernoctar en algunos espacios con mucha historia como la antigua Escuela Femenina de Cedeira, ‘A Pasada’, reconvertida en una Casa de Turismo Rural con una anfitriona experta en los lugares con más potencial para los amantes de las vistas o el ‘Molino de Nicolao’, en Ortigueira, restaurado en 2019 por cuatro jóvenes reconvertidos a molineros, pueden completar la experiencia en la zona.

La luz atlántica y el rayo verde en Covas

Fotograma vídeo ‘Ferrol, a luz atlántica’. Fuente: Concello de Ferrol.

En la parroquia de Covas, en el concello de Ferrol, se puede disfrutar de las espectaculares vistas que ofrece el cabo Prior, en el entorno del faro; pasear por la playa de Marmadeiro y recalar en la ermita de Santa Comba, en la que se rodó ‘El verano que vivimos’; recorrer las antiguas baterías militares o desplazarse hasta ‘A Cova’ para empaparse del magnetismo de la luz atlántica o, como ocurría el pasado año, admirar el fenómeno del rayo verde sobre el horizonte.

Ponzos o A Fragata-O Pareixal son algunos de los arenales de la parroquia en los que darse un paseo en los meses fríos y aprovechar para disfrutar del romper de las olas en la orilla con una luz envidiable.

Respirar oceáno en Valdoviño

Mirador de Oural, en Valdoviño. Foto: Turismo de Valdoviño.

En el ayuntamiento de Valdoviño, existen infinidad de balcones naturales desde los que asomarse a la inmensidad del atlántico y respirar oceáno. Los miradores de Oural, Paraño, Alto da Vela son una buena opción para admirar las vistas de la Costa Ártabra.

Perderse por la ‘Senda das Ondas’ para conocer la bravura del mar en las aguas de Valdoviño o disfrutar de una puesta de sol desde la Ermita do Porto, en Meirás, son algunas de las opciones que brinda este municipio a sus visitantes, también en otoño e invierno.

Capturar atardeceres en Cedeira

Vistas desde la Ermita de San Antonio, en Cedeira. Foto: A Pasada.

La sensación de libertad que aporta Cedeira ha hecho que se vaya a convertir en la nueva apuesta de Movistar+ para el rodaje de la serie ‘Rapa’. Visitar San Andrés de Teixido, acercarse a la garita de Herbeira o admirar el fenómeno natural de la arena negra de la playa de Teixidelo es posible en una localidad que se predispone para capturar atardeceres.

Desde la Casa de Turismo Rural, ‘A Pasada’, su anfitriona recomienda visitar la Ermita de San Antonio de Corveiro. Un emplazamiento único para admirar el atardecer en los meses de invierno cuando el sol se esconde tras el cabo Prior.

Senderismo y naturaleza en Cariño

Ruta do Casón. Foto: Concello de Ortigueira.

Los amantes del senderismo y las buenas vistas tienen en el concello de Cariño una ruta con dos opciones interesantes. En el lugar de Feáns, en las proximidades de Cabo Ortegal, encontramos las ruinas del castillo do Casón y la fervenza que recibe el mismo nombre.

 La fervenza do Casón y la cascada do Pozo do Inferno son dos enclaves muy próximos en los que desconectar del mundanal ruido y dejarse llevar por el sonido del agua.

En el mirador del Castillo do Casón se pueden admirar, además, las fantásticas vistas que brindan una completa panorámica de la Ría de Ortigueira.

Empaparse de Historia en Mugardos

Vistas de San Felipe desde la Baliza de La Palma, en Mugardos. Foto: Quimcemil.

Desde la Baliza del castillo de ‘La Palma‘, situada en Mugardos, se puede disfrutar de un momento de paz en un punto estratégico de la Ría. Empaparse de la Historia en uno de los enclaves del denominado "triángulo de fuego", aprovechar los últimos coletazos del mes de noviembre para adentrarse en el castillo mugardés en el que cumplió prisión el golpista Tejero son algunas de las posibilidades que ofrece el municipio esta temporada.

La visita se puede culminar con una parada en alguno de los establecimientos de hostelería de la localidad para degustar una tapa de pulpo a la mugardesa y, en caso de lluvia, guarecerse del mal tiempo y observar las vistas desde cualquiera de las tascas del paseo marítimo.

Luz, manto verde, lluvia y olas en este paraíso comarcal que se transforma con la llegada del frío para ofrecer una versión que invitará al visitante y al local a la desconexión.