La escritora Pamela Rodríguez en A Coruña: "Todo lo que no es bonito de ser mamá es tabú"
La peruana asegura estar en uno de los momentos más felices de su vida tras lanzar ‘Desmadre’, una novela en la que se sincera sobre la maternidad y la vida en pareja desde su propia experiencia tras conocer y tener una hija con el diseñador Ton Pernas
25 diciembre, 2021 06:00Pamela Rodríguez lleva un año en A Coruña y publicó hace un mes su primera novela, Desmadre, en la que narra sin tapujos su relación con la maternidad. Esta peruana de 38 años, nominada a dos Premios Grammy y vocalista de Los Pilotos, presentó el miércoles 15 de diciembre en la FNAC de la ciudad herculina su obra en compañía de una gran amiga, la directora creativa de Adolfo Domínguez, Tiziana Domínguez.
La protagonista de la novela es Camila, una limeña que se abre una cuenta en Tinder y conoce a un empresario de A Coruña con el que comienza una relación. Poco después de iniciar el contacto y de verse en persona por primera vez, descubren que van a ser padres. Y esta historia, en la que se mezcla lo vivido por Rodríguez con el diseñador Ton Pernas, cuenta lo que supone la maternidad y la vida en pareja y lo expresa sin complejos, reflejando con sinceridad lo bueno y lo malo de esta experiencia.
La obra, que "no tiene ninguna otra pretensión más allá de abrir un poco el corazón y sincerar la vivencia de la maternidad y la pareja", ha sido editado por la editorial Contraluz. Rodríguez, que es sobrina del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, conversó con Quincemil sobre su experiencia con la maternidad y la vida en pareja que la llevó a escribir el libro, así como sobre sus planes de futuro y el buen recibimiento que tuvo en Galicia.
¿Quién es Pamela Rodríguez?
Una nueva adquisición de la ciudad de A Coruña. Soy una persona que hace muchas cosas: me gusta cantar, grabar discos, componer, hacer música para cine, escribir… He publicado un libro y he escrito artículos para diversas revistas. Soy madre, tengo una hija de 12 y otra de 3 años, y me he casado varias veces. Este ha sido un año genial, de muchas oportunidades tanto para la música como para la escritura y otros proyectos que se van abriendo.
A Coruña te ha recibido bien.
Tengo mucha relación con A Coruña. El papá de mi primera hija es de Vigo pero se crio en A Coruña y el papá de la segunda es coruñés. No sé que me dio con los gallegos. Soy peruana y he vivido en Estados Unidos y en Canadá, pero no he tenido ningún vínculo con Galicia más allá de los maridos.
Llegaste y publicaste Desmadre. ¿Qué otros proyectos tienes por delante?
En realidad mi llegada fue apoteósica, con pandemia, cuando no se estaba haciendo nada. No llegué con ningún tipo de planificación. Se abrió gracias a la editorial Contraluz la posibilidad de sacar adelante el libro. Además, colaboré con Banin y Florent, que son miembros de Los Planetas que han hecho una nueva banda que se llama Los Pilotos. Ahora soy la cantante de esa banda. En los próximos meses, si todo va bien, se vienen muchas presentaciones del libro y conciertos.
Estoy muy ilusionada. España es un país increíble que nada más llegar me ha dado oportunidades que ni me imaginaba. Salí de Perú, donde tengo carrera hecha toda la vida, porque la pandemia se estaba manejando muy mal. Realmente, llegar a un país tan acogedor… y llegar a Galicia, que tiene la mejor calidad de vida del mundo, es insuperable. Estoy en uno de los momentos más felices de mi vida.
Es importante encontrar un sitio en el que una se sienta a gusto y que le permita realizarse.
Las oportunidades aquí están siendo fantásticas y es una cultura con la que me identifico. Desmadre es un libro para dar una perspectiva de otro tipo de mamá, porque la mamá siempre está desprovista de placeres, está en casa, sacrificada por la familia… Y yo soy todo lo contrario a eso. No soy nada tranquila, no me sacrifico por nadie. Amo y adoro a mis hijas, pero no desde esa perspectiva tan antigua y patriarcal. En Perú ir con ese discurso y esa forma de maternar es que estás loca, pero aquí en España me he encontrado con mucha más resonancia con esa forma de ver las cosas, porque hay más gente viéndolas así.
Ya hay un replanteamiento de lo que es la mujer en la familia y la mujer como mamá. Me siento muy cómoda y contenta de estar en un lugar en el que nos estamos echando para adelante como mujeres y tal vez no tan atrasado como Perú, donde no te puedes ni plantear cosas distintas a lo tradicional.
¿Busca Desmadre desmitificar el papel de las madres?
Desmitificarlo y modularlo, cambiarlo. No propongo una forma de ser mamá porque creo que falta mucho para redefinir las cosas y ni siquiera creo que haga falta. Creo en la individualidad de cada quien. Se ha estandarizado la forma de ser madre: tú te quedas en casa, te sacrificas y te ocupas de las tareas domésticas. Ese ha sido el discurso durante más de 20 siglos y ahora que tenemos una independencia, una vida profesional, activas nuestras pasiones… La media se va a casar dos o tres veces: ahora nos manejamos más en una monogamia serial y no en una pareja para toda la vida. Eso también trae reformular lo que es la familia. Mi hija tiene otra hermana de papá y otra hermana de mamá y a la vez la hermana de la hermana… Las familias van cambiando mucho.
¿Cuánto hay de ficción y de realidad en Desmadre?
Es mi historia personal con ciertas licencias creativas y bajo mi punto de vista, que en sí es una ficción porque si le preguntas a cualquiera de los demás personajes van a tener otra perspectiva. Es lo que se llama la autoficción, que permite la ficción dentro de lo autobiográfico para sacarlo un poco del sentido tan literal y real, tan rígido.
¿Crees que la maternidad es todavía un tema tabú?
Claro que es tabú. Es tabú todo lo que no es bonito de ser mamá. A mí me encanta ser mamá. No estoy ni a favor ni en contra de serlo, no tengo una postura radical, es más bien compleja. Habito la complejidad. Soy la persona más feliz con mis hijas, pero esto es un coñazo también, una responsabilidad ineludible, los primeros meses de posparto son infernales y el embarazo no me parece una dulce espera.
Creo que hay cierta obligación de ser mamá. Yo encuentro que mis hijas me han dado muchísimo, pero también han complicado mi vida a nivel de individuo porque no tengo las mismas libertades ni tiempos, tengo estas responsabilidad que no puedo y que no voy a eludir porque me gusta ser una madre presente. Hay que empezar a transitar terrenos intermedios viendo lo bueno, lo malo, lo difícil, lo frustrante y lo que se puede hacer mejor para sentirnos más libres como mujeres, porque no hemos tenido libertad. Hace muchos siglos que no la tenemos.
Cuentas tu experiencia con total sinceridad.
Creo que si hay algo que me caracteriza es que digo las cosas tal cual las siento, no soy una persona que tenga ganas de mentir o de ser falsa. Siempre soy sincera porque creo que es darle un regalo a los demás, contarles de verdad como me estoy sintiendo, los retos que estoy teniendo y las sombras que me acechan… No te voy a decir que todo es lindo porque la vida no es así. Para mí la sinceridad y la apertura son fundamentales, es lo que yo tengo para dar al mundo.
La portada del libro es también muy sincera. ¿Es un selfi que te hiciste poco después de dar a luz?
Esa foto es de cuando me estaba sacando la leche el día después de mi primera fiesta tras dar a luz. Tenía que regresar para darle el pecho a mi hija. Había tenido un fiestón, no había dormido nada en toda la noche. Eran como las seis de la mañana, estaba amaneciendo y yo me estaba sacando la leche para regresar a cama. Fue mi primera fiesta posparto y había que reflejarla.
Y también refleja lo que explicas: hay espacio para ser madre, para ser mujer y para ser libre.
Me encanta preparar el desayuno y cuidar a mis hijas, llevarlas al colegio, pero coño, me gusta ir de fiesta, divertirme, tener una vida que no esté desprovista de esto. No estoy todo el día de fiesta, ni voy un martes y no llevo a las niñas al colegio al día siguiente. Soy una tipa responsable, ejerzo la maternidad desde la absoluta responsabilidad, pero un baile no hace daño. ¿Por qué tengo que hacerme mamá y volverme una aburrida? A mí no me gusta el aburrimiento.