Las únicas Semanas Santas de Interés Turístico Internacional gallegas están en Ferrol y Viveiro

Las únicas Semanas Santas de Interés Turístico Internacional gallegas están en Ferrol y Viveiro

Cultura

Las únicas Semanas Santas de Interés Turístico Internacional gallegas están en Ferrol y Viveiro

Los presidentes sus respectivas Juntas de Cofradías y Hermandades recuerdan qué ha supuesto para las localidades esta declaración

26 marzo, 2023 05:00

Cuenta atrás para la celebración de dos Semanas Santas diferentes pero complementarias que comparten la distinción de ser las únicas de Galicia declaradas como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Ferrol y Viveiro (Lugo) se preparan para vivir los días grandes del año en sus calles, manteniendo tradiciones que se remontan a los siglos XVII y XIII respectivamente.

Esta declaración ha puesto a ambas localidades y a su celebración religiosa en el mapa y ha supuesto un revulsivo en lo que a visitantes se refiere. Los presidentes de las Juntas de Cofradías de ambas festividades cuentan qué ha significado para sus respectivas Semana Santa esta declaración.

En el caso de Ferrol, el presidente de la Junta General de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa, César Carreño, recuerda que este reconocimiento se empezó a gestar durante el mandato de Mario Villaamil. "Él fue el que empezó a mover todo para que consiguiese ser Fiesta de Interés Turístico Nacional, lo que exigía tener un estudio histórico de la importancia de la Semana Santa y que apareciese reflejada en medios de comunicación de ámbito nacional". La distinción llegaría en el año 1995 y 19 años más tarde, en 2014 y bajo la presidencia de Meca Arcos, el reconocimiento de Interés Internacional.

Además de la repercusión económica que supuso para la ciudad, "fue un reconocimiento al trabajo bien hecho y la sitúa entre las grandes celebraciones a nivel mundial y en España está entre las 20 más importantes", afirma Carreño.

Antes del 2014, el presidente asegura que la Semana Santa era "más ferrolana" en el sentido de que "eran los propios ferrolanos que viven fuera los que regresaban" para disfrutar de estas fechas festivas, sin embargo, ahora visita la ciudad gente procedente de otros puntos de España. "Es algo muy positivo, sobre todo en un mundo global en el que puedes acceder a cualquier tradición desde un ordenador. Nuestra Semana Santa es un gran escaparate que tenemos los ferrolanos para vender la ciudad", apunta Carreño.

En el caso de la ciudad departamental, alrededor de 3.000 cofrades, a través de cinco cofradías, Cofradía de las Angustias, Cofradía de Dolores, Cofradía de la Merced, Hermandad del Santo Entierro y Cofradía de la Soledad, harán posible la salida de más de una veintena de procesiones.

Imágenes: Facebook Junta General de Cofradías de la Semana Santa de Ferrol

Imágenes: Facebook Junta General de Cofradías de la Semana Santa de Ferrol

En la celebración de este año destaca el trigésimo aniversario de la Coordinadora de Hermandades, hoy en día la Junta. En lo referente a las procesiones, el presidente ha avanzado novedades, como que el Miércoles Santo el Cristo de los Navegantes saldrá portado a hombros y el Viernes Santo, la Cofradía de la Merced sacará al Cristo Crucificado con el misterio completo, tal y como se hacía hasta los años 70, con San Juan y la Virgen.

Distinguir a unas procesiones sobre otras es un ejercicio con imposible solución, pero César Carreño, a pesar de que le "gustan todas", consigue destacar una de cada cofradía: el Domingo de Ramos la procesión del Ecce Homo de la Soledad, una de las más antiguas; el Miércoles Santo la procesión de Nuestra Señora de los Cautivos y del Santísimo Cristo Redentor de la Merced; el Jueves Santo la del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Piedad, de Dolores; el Viernes Santo la procesión del Santo Entierro, de la hermandad homónima y que queda completada con el Desenclavo; y el Sábado Santo la de la Caridad y el Silencio de las Angustias.

El dispar colorido de los capuchones es uno de los elementos que resultan más llamativos para los visitantes, que también se sorprenden al ver los diferentes estilos de los que beben las procesiones. "Cada una tiene su propia personalidad. Unas son más castellanas, otras más de Málaga, Cartagena,… y por supuesto gallega".

César Carreño ha querido destacar el peso de la generaciones más jóvenes en mantener viva la tradición, asegurando que hay relevo y que hay compromiso "porque hay un sentimiento de identificación, la ven como algo propio de ellos y, cuando la juventud se siente partícipe, respalda las cosas".

Semana Santa de Viveiro

El presidente de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Viveiro, José Veiga, recalca que esta distinción "nos colocó en el mapa a nivel nacional. Éramos muy desconocidos y ahora hay un reconocimiento nacional en internacional".

Un total de ocho cofradías dan vida a esta tradición que exalta la fe y la devoción: Venerable Orden Tercera Franciscana, Cofradía del Santo Rosario, cofradía del Santísimo Cristo de la Pieda, Hermandad del Prendimiento, Hermandad de las Siete Palabras, Hermandad de mujeres de la Santa Cruz, Cofradía Narareno dos de Fóra y Cofradía de la Misericordia.

Todas ellas aglutinan un total de 3.500 cofrades que procesionarán por las calles de un pueblo, de 15.000 habitantes, que llega a triplicar su población durante esta festividad. La proporción de cofrade por vecinos hace que "no haya casa en Viveiro que no tenga un vínculo con la Semana Santa".

Imagen: www.cultura.gal

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Imagen: www.cultura.gal

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Imagen: www.turismo.gal

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Desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección se desarrollarán un total de 15 procesiones. De ellas, y como principal reclamo, Veiga destaca las figuras articuladas que son portadas en la procesión del Desenclavo, datada del siglo XVI, y del Encuentro, que es seguida por vecinos y visitantes desde los balcones. "Estas son las más antiguas y las que nos diferencian", asegura Veiga. En esta última procesión, se pueden ver las imágenes del Cristo que cae, del siglo XV, de la Dolorosa, que data del 1741, de la Verónica, del 1775 y de San Juan.

Con el trabajo de meses a las espaldas, ya solo queda esperar que el tiempo acompañe en ambas localidades para poder vivir intensamente la pasión de ambas festividades religiosas.