Carlos Graña, arquitecto en A Coruña: La arquitectura no debe entretener, tiene que funcionar

Carlos Graña, arquitecto en A Coruña: "La arquitectura no debe entretener, tiene que funcionar"

Cultura

Carlos Graña, arquitecto en A Coruña: "La arquitectura no debe entretener, tiene que funcionar"

Publicada
Actualizada

La arquitectura siempre ha sido entendida como un grado muy técnico. Lo es, sí. Pero también es una carrera social. Puede sonar extraño, pero es la profesión que permite diseñar los espacios que habita el ser humano y, para muchos profesionales del sector, no hay nada más social que eso. Entre esos expertos se incluye el arquitecto Carlos Graña, fundador de SEA Arquitectos, un estudio de A Coruña conocido por sus proyectos innovadores y sus numerosas distinciones.

Carlos Graña defiende que la arquitectura es una ciencia que permite "hacer cosas para que la gente viva bien". Eso no significa que sea un campo aburrido. Todo lo contrario. "A eso hay que añadirle algo más: historia de la arquitectura, del entorno, del paisaje, del lugar en el que está...", defiende. 

La funcionalidad es clave para que el diseño de una casa funcione, pero de nada serviría si el espacio no emociona. "Me gusta llevar al límite las sensaciones a través de la arquitectura", resume Graña. 

Su andadura profesional comenzó en 2004. Pero fue diez años y miles de viajes después, cuando fundó uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera: SEA Arquitectos. En su carta de presentación, Graña muestra edificaciones impresionantes como Casa Hutmann —con la que fue finalista de los premios COAG 2020-2022— Casa LD, Casa del Bosque, Casa A o Pabellón Ra. La originalidad, estética y funcionalidad de cada una de ellas es lo que ha permitido a este gallego competir en los certámenes de arquitectura más prestigiosos de Galicia.

La clave del éxito para él es estar en constante aprendizaje. "Como profesional eres el resultado de todo lo que has visto, lo que has vivido y lo que has viajado", afirma con pasión y en un guiño a Jørn Utzon. Por ello, en los últimos años ha viajado a multitud de países, 20 aproximadamente, y todos ellos han dejado marca en su obra.

"Si no hubiese viajado 20 veces a Suiza, mi arquitectura sería diferente. Si no hubiese estado en la India con Balkrishna Doshi —ganó el Pritzker en 2018—, sería diferente. Si no hubiese visto las obras de Louis Isadore Kahn en EE.UU, hubiese sido diferente. Si no hubiese ido a Finlandia con Juhani Pallasmaa, también lo sería", enumera.

Como profesional eres el resultado de todo lo que has visto, lo que has vivido y lo que has viajado

Carlos Graña, fundador de SEA Arquitectos

Puede parecer que con su palmarés, poco le queda a aprender a Graña, pero él lo niega rotundamente."Estoy aprendiendo más en estos 2 años que en los últimos 10", asegura con la ilusión de un universitario recién matriculado, pero con la experiencia que solo dan los años. 

En lo personal, Graña defiende que menos es más. "Para mí lo más importante es que sea sencillo, que tenga coherencia", dice. Pone de ejemplo las texturas: "si puedes usar un material en lugar de cinco, mejor". "¿Para qué usas cuatro? Supongo que no sabes bien qué meter y mezclas muchas cosas. Si usas cinco materiales normalmente estás un poco perdido. Quieres contar muchas cosas y, como no sabes quién es el actor principal de la peli, le das más peso al secundario", asegura. 

Pero la arquitectura no es solo creación, también puede ser reinterpretación. Las rehabilitaciones son prueba de ello. "Hay un reto con la vivienda que es muy importante porque las ciudades no han dejado de crecer. No hay vivienda y hay dos soluciones: construir más o rehabilitar todo lo que hay", resumen Brañas. 

Para el gallego "rehabilitar es maravilloso" porque "te metes dentro de la historia y añades una capa más". No es un edificio de nueva creación, sino que tiene una historia e identidad propia. "Si lo has hecho bien no tiene que notarse mucho que has estado ahí". "Para mí es lo bonito de la rehabilitación, aportar un poquito del ahora a una edificación que está ahí petrificada", termina.