Entrevistamos a la directora coruñesa de la nueva miniserie de Netflix, "¿Dónde está Marta?"

Ha pasado más de una década desde la desaparición y asesinato de Marta del Castillo y las preguntas sobre lo que sucedió y en qué lugar está el cuerpo de la joven siguen en el aire. Estos interrogantes son el punto de partida de la miniserie que la gallega Paula Cons (A Coruña, 1976) toma para dirigir la miniserie de 3 capítulos que estrena hoy, viernes 5 de noviembre, en la plataforma Netflix. 

¿Dónde está Marta?  es un producto de una ardua investigación y que ha contado con la participación tanto de la familia de Marta del Castillo, abogados y diferentes expertos que siguieron el caso. Charlamos con la directora sobre su nuevo proyecto.

Paula Cons, directora de la miniserieImagen cedida por Netflix

Han pasado casi trece años desde la desaparición de Marta. ¿Cumple este trabajo una función de hacer que no olvidemos el caso, que se siga poniendo el foco sobre él?

Más allá de cumplir la función de que no caiga en el olvido, nos permite abordar el caso desde la profundidad, rigor y reflexión que ofrece el paso del tiempo. Esta historia tiene muchos matices que no se habían contado y, en todos ellos, la historia de Marta es el eje central, tratada en todo momento con el mayor de los respetos, algo que tuvimos siempre muy claro en Cuarzo Producciones (Banijay Iberia). 

La familia de Marta está muy presente en todo el documental y reviven, una y otra vez, datos y escenas difíciles ¿cómo se enfrenta un director a esto?

Todo el equipo, con Juanra Gonzalo, Marga Luis y Nacho Abad en la producción ejecutiva, ha trabajado siempre desde el más absoluto respeto hacia la víctima y su familia. La empatía ha sido primordial para abordar todas las entrevistas. El apoyo de la familia de Marta ha sido clave para la elaboración del documental. Además del gran valor que ofrecen sus testimonios para la reconstrucción de los hechos, su participación nos ha permitido acceder a pruebas que, sin su abogada, no se habrían podido solicitar, lo cual ha dado lugar a un acceso insólito a pruebas.

Imagen cedida por Netflix

Sabemos que existe una delgada línea entre hacer periodismo de investigación y caer en el sensacionalismo o el amarillismo ¿Es fácil saber qué límites no cruzar a la hora de trabajar como directora?

Nuestro mayor reto ha sido justamente el de evitar el sensacionalismo y resultar pertinentes. No queríamos remover el caso para no aportar nada. No obstante, a su vez, sabíamos que no veníamos a hacer el trabajo de la policía. Nuestro objetivo nunca fue resolver las sombras del crimen, sino aportar datos con todo el rigor posible y contar con respeto esta historia tan enturbiada con mentiras y contradicciones.

En el año 2018 dirigía también “El caso Diana Quer. 500 días” sobre todas las investigaciones policiales llevadas a cabo para resolver el crimen acontecido en Galicia ¿Ha sido diferente trabajar en otra comunidad?

En ese sentido no encuentro ninguna diferencia. Sí que ha marcado una diferencia trabajar durante una pandemia, con Sevilla desierta a partir de cierta hora, pero eso lo jugamos a favor el director de fotografía Fran Fernández-Pardo y yo, porque realmente nos parecía que la mejor manera de hablar de este caso era con calles vacías, fantasmales, tristes, rellenadas con el eco de la vida que aparece a través del sonido. 

Su película “La isla de las mentiras”, premiada con 5 Mestre Mateo, tenía una perspectiva de género y contaba historias de mujeres que no eran conocidas ¿Cree que esa perspectiva está presente en todos sus trabajos? ¿Cómo de necesario es dar fuerza y utilizar el audiovisual para hacer pedagogía? 

Creo que cuando una mujer dirige algo se nota, y ya no le digo en este caso que hay una productora ejecutiva, Marga Luis, y una montadora, Fátima de Los Santos al frente. Y siempre haces un esfuerzo por aplicar la perspectiva de género, y realmente descubres cuánto se ha avanzado en este tema desde el 2009, y cuánto, ojo, queda por avanzar. Nosotras hicimos un gran esfuerzo porque esto estuviera en el documental, pero sin subrayar, del mismo modo que tocamos otros temas, provocando preguntas y dejando la decisión en el espectador. Pero nos preguntamos por qué no fue considerada violencia de género, dejamos claro como algo negativo los celos de Miguel, no la revictimizamos, no incidimos cómo es ella porque eso no es pertinente en el caso, sólo se cuenta lo que hizo avanzar la historia sin detenernos en datos anecdóticos o de mal gusto, ponemos el foco también sobre el populismo punitivo, sobre la aberración de que una niña de 13 años, Rocío, fuese considerada novia de Carcaño o la utilización desproporcionada de la imagen de los menores comentadas hasta por la Fiscal Jefe.

Después del estreno en la plataforma Netflix que se producirá el 5 de noviembre ¿qué espera? ¿Con qué le gustaría que se quedase el espectador?

Imagen cedida por Netflix

Nuestro propósito es que conozca la historia del caso de Marta del Castillo de una forma completamente distinta a como se la habían contado: de forma rigurosa y tomando como base una investigación exhaustiva y minuciosa. Es un documental plural que muestra una visión respetuosa y global del suceso desde diferentes prismas para fomentar el espíritu crítico en el espectador, para que sea él mismo el que obtenga sus propias conclusiones.