El diseño de la torre del Pedroso.

El diseño de la torre del Pedroso. Norman Foster

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La torre de Norman Foster en el Monte Pedroso de Santiago que nunca se llegó a construir

El célebre arquitecto británico diseñó en los años 90 una particular torre de telecomunicaciones para el Monte Pedroso. Su elevado coste y el proyecto de la Cidade da Cultura impidieron que se llegase a construir.

1 septiembre, 2021 16:53

El Pedroso es el monte más emblemático de Santiago. Uno de sus elementos más característicos es la torre de telefonía que se eleva sobre su cima -situada a 461 metros de altura- y que ha pasado a formar parte del skyline de la capital gallega.

A finales del siglo XX surgió una iniciativa que podría haber cambiado esa imagen para siempre: el proyecto para sustituir la torre de telecomunicaciones de aspecto convencional por una diseñada por el laureado arquitecto británico Norman Foster.

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

La idea le fue propuesta a Foster en 1993 por el entonces alcalde de Santiago, el socialista Xerardo Estévez, quien estaba decidido a rodear la arquitectura histórica de la ciudad de edificaciones contemporáneas encargadas a grandes nombres.

Pese a que el proyecto llegó a ser redactado, su elevado coste -de alrededor de 4.000 millones de pesetas en su primer planteamiento- y la apuesta de la Xunta de Galicia por la Cidade da Cultura hicieron que nunca llegase a ser construido.

Origen

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El origen de esta iniciativa se encuentra en el Año Santo Xacobeo 1993, cuando Estévez, quien también contaba con el apoyo del presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, se puso en contacto con Norman Foster para encargarle el diseño de una torre de telecomunicaciones.

Su objetivo era doble: acabar con "la rápida y antiestética proliferación" de antenas de telecomunicaciones y repetidores de televisión en el Pedroso y, en el proceso, crear un edificio que fuese un atractivo turístico en sí mismo para promocionar la imagen de la ciudad.

El estudio de Foster recibió el encargo formalmente en marzo de 1994 y diseñó una estructura "alejada del tipo convencional de torre de telecomunicaciones desarrollada en altura que se ha consolidado durante el último tercio del siglo XX".

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

"Los singulares requisitos técnicos de la instalación se tradujeron en un enfoque de diseño altamente innovador que adopta la forma de una plataforma horizontal", recoge el proyecto de Norman Foster and Partners.

Así, la plataforma horizontal elevada planteada por Foster contrastaba con las tradicionales antenas verticales y contaba con un diseño que, además de reunir en una sola estructura todos los servicios, también estaba pensada para adaptarse a futuros cambios en el mundo de las telecomunicaciones.

Más allá de su adecuación técnica, la torre también estaba pensada para permitir el acceso del público a través de dos ascensores acristalados, permitiendo recorrer tanto las instalaciones como disfrutar de las vistas panorámicas desde lo alto del monte.

"El diseño deberá integrarse en el Plan General del Ayuntamiento para la zona en cuestión y, a través de un programa de reforestación, devolver al Monte Pedroso su condición natural original y su carácter de uso público", prosigue.

Críticas y reformulación

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El principal problema con el que se encontró esta torre de telecomunicaciones fue con la financiación: los grupos de la oposición, el BNG y el PP, veían excesivos los 4.000 millones de pesetas que costaría el proyecto, lo que llevó a que finalmente no se llevase a cabo.

En 1997, sin embargo, Estévez, Fraga y Foster volvieron a la carga con un nuevo diseño que, además de reducir un 25% la superficie total de la torre, también conseguía que su coste se situase en el entorno de los 3.000 millones de pesetas.

La idea era que la torre estuviese finalizada en 2000, coincidiendo con la capitalidad cultural europea de Santiago, y que contase con un mirador, un restaurante panorámico y un museo virtual con una reconstrucción informática del casco histórico de Santiago.

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El diseño llegó a ser presentada en Santiago por Robin Courtland, un estrecho colaborador de Foster, en un acto en el que participaron tanto Estévez como Fraga.

Parecía que, esta vez sí, la torre de Foster iba a ser un realidad: se había decidido incluso que la obra se financiaría a través de una sociedad creada específicamente para ello, con participación de la Xunta de Galicia, el Concello de Santiago, Telefónica y Retevisión.

Sin embargo, el escollo principal llegó finalmente de un monte situado en el extremo opuesto de Santiago: el Gaiás, donde Fraga, hasta entonces convencido de apoyar la construcción de la torre del Pedroso, empezaba a gestar el proyecto de la Cidade da Cultura.

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El proyecto de torre en el Pedroso (Norman Foster and Partners).

El propio Estévez afirmó posteriormente que "según tomaba cuerpo la idea de la Cidade da Cultura lo iba perdiendo el de la torre".

"En un momento dado, sus consejeros y directores sugirieron a Fraga que ya no convenía auspiciar proyectos municipales de Santiago y que había llegado la hora de dedicarse a los propios", apuntó el regidor compostelano.

De este modo, la torre diseñada por Norman Foster no llegó a materializarse. En 2006 el sucesor de Estévez y actual alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, llegó a rescatar la idea, pero una vez más se quedó en lo que parece que será para siempre: arquitectura de papel, nunca construida.