Entramos con Jesús Torres en la Biblioteca pública Ánxel Casal de Santiago
A la biblioteca se puede ir con objetivos muy diversos: estudiar, coger libros, leer prensa, participar en actividades e incluso hay gente que afirmar ligar… (en realidad nadie sabe dónde puede surgir el amor)
7 agosto, 2022 06:00Las bibliotecas siempre han sido lugares especiales que albergan infinitas historias: las de sus libros, las de las personas que las frecuentan y las de las personas que hacen que funcionen.
Desde hace cinco años, Jesús Torres es el director de la biblioteca pública Ánxel Casal (Av. de Xoán XXIII) en Santiago. Anteriormente trabajó en los otros dos grandes grupos de bibliotecas: la universitaria y la especializada del Sergas. Entramos allí, muy bien acompañados por él, para descubrirlo todo sobre este lugar mágico que abre cada día sus puertas a las mentes inquietas que se acercan hasta allí.
Las cifras hablan (y bien) por sí solas
Actualmente el número de usuarios dados de alta en la biblioteca supera los 45.000. Teniendo en cuenta la población de Santiago, podría afirmarse que 1 de cada 2 personas tienen el carnet de socios de Ánxel Casal. "Es verdad que hay gente, sobre todo estudiantes, que viene y va", aclara el director, "pero igualmente es un dato muy bueno".
En el año 2021 hubo más de 130.000 préstamos, lo cual supone un aumento del 32% con respecto al 2020. Y eso solo en cuanto a préstamos físicos, porque a también tienen el servicio de préstamo digital. "Los datos son satisfactorios", afirma, "esperamos volver pronto al número de préstamos pre pandemia, que llegaba a los 150.000".
De esos miles de intercambios de publicaciones, nos cuenta Jesús que el título que encabeza las listas de los informes es la serie de cómic Naruto, seguida de otras series como Dragon Ball o My Hero Academy. "El manga mueve una barbaridad", explica, "y aquí tenemos una banda diseñada muy extensa y de gran calidad".
En cuanto al género literario de novela, una de las obras más prestadas el año pasado fue La vida secreta de Úrsula Bas de Arantza Portabales (cuya trama está vinculada con la biblioteca) seguida de Illa Decepción y Carrusel de Berta Dávila.
Un funcionamiento complejo con un gran equipo detrás
La biblioteca va mucho m´ás allá de lo que los usuarios percibimos. "Esto es una máquina muy grande y funciona porque hay un muy buen equipo", afirma Jesús. Un equipo implicado que se encarga de que cada una de las partes que componen el entramado bibliotecario funcione: dirección, administración, atención al público, hemeroteca… "Todos tenemos una motivación y una implicación enorme", añade.
Detrás de cada uno de los libros que viajan de casa en casa hay un proceso que pasa por la selección, catalogación, procesos técnicos, conservación y actualización constante del catálogo para ofrecer a la ciudadanía una colección de calidad. "Y eso es solamente en cuanto al préstamo de libros", señala, "que aunque sea el servicio más importante, no es el único".
Servicios para disfrutar todas y todos
Comenta Jesús que su objetivo y el de sus compañeros que trabajan allí es que sea una buena opción a la que acudir tras el hogar y el trabajo. De hecho, organizan casi 400 actividades a lo largo de todo el año adaptadas a todas las edades. "Nuestro objetivo es crear una comunidad en torno a todo lo que hacemos aquí", comenta Jesús. Clubs de lectura, talleres, teatro, espectáculos de música, campamentos de verano… e incluso la cesión de espacios para propuestas culturales de los propios ciudadanos.
En cuanto al servicio de préstamo, que se renueva constantemente con las novedades, destaca la oferta de libros específicos para estudiantes de distintas carreras. De hecho, en época de exámenes llegan a tener hasta 1.400 visitas diarias de estudiantes.
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Para concluir le hemos preguntado a Jesús si cree que el papel tiene los días contados y su respuesta ha sido un rotundo no. "Eso es algo que venimos escuchando desde los años 90 y los datos reflejan lo contrario", asegura. Está claro que nunca nada será comparable a abrir, oler, subrayar y doblar las esquinitas de las hojas de nuestros libros favoritos. Y de todos los que están por venir.