7 lugares a los que llevar a alguien que nunca ha estado en Santiago

Santiago de Compostela es uno de los destinos gallegos más visitados por los turistas.  Y es que, más allá de ser la capital de la comunidad, Santiago es el destino espiritual de  peregrinos de todo el mundo y una joya histórica y cultural al alcance de muy pocos lugares.  

Su majestuosa Catedral, sus calles empedradas y su ambiente medieval hacen que en cada rincón se respire un ambiente distinto, algo que convierte esta ciudad milenaria en  el sitio perfecto para llevar a alguien que nunca ha tenido el privilegio de visitarla. 

Santiago ofrece una mezcla de arquitectura gótica, románica y barroca que, fusionada con la modernidad de su vida universitaria y la hospitalidad de sus habitantes, enamoran a todo viajero que pisa sus calles. Desde la Catedral, que alberga el famoso sepulcro del Apóstol Santiago, hasta los rincones más auténticos y pintorescos del casco viejo merecen ser visitados. 

Escoger no es fácil. Por eso, en este artículo te proponemos 7 lugares imprescindibles de  Santiago de Compostela.

Catedral de Santiago

Cualquiera que piense en Santiago, inevitablemente pensará en la Catedral. De hecho,  ni siquiera hace falta pensar en Compostela, pensando en Galicia, este ya es uno de los  lugares que vendrá a la cabeza de muchos. Y es que la Catedral es el emblema por  excelencia de Santiago y de la comunidad gallega. 

Catedral de Santiago.

Su construcción se inició en el año 1075 y, a pesar de haber sufrido varias  reconstrucciones, se conservan íntegramente los elementos originales. De hecho, la  última restauración comenzó en el año 2008 y, hasta hace un par de años, inundó la  fachada con andamios.

Con su imponente cubierta barroca y sus torres que se alzan hacia el cielo, la catedral es  un verdadero tesoro histórico y religioso que, además, guarda en su interior una de sus  joyas más valiosas: el pórtico de la Gloria.

Pórtico de la Gloria.

Una obra maestra escultórica, hecha por Mestre Mateo,situada en la fachada occidental  de la Catedral de Santiago de Compostela, es considerada uno de los tesoros más  importantes del arte románico europeo. 

Plaza del Obradoiro  

La Plaza del Obradoiro, que recibe su nombre de los “obradoiros” que trabajaron en este lugar durante la construcción de la catedral, es uno de los lugares más bonitos de  Santiago. 

Se trata del corazón de la ciudad, situado frente a la fachada principal de la Catedral. Está delimitada por esta misma, por el Pazo de Raxoi, por el Hostal de los Reyes Católicos y  por el Colexio de San Xerome, y es el punto de encuentro de peregrinos, turistas y compostelanos. 

Sus enormes dimensiones y la historia de sus edificios hacen que sea un lugar lleno de  energía y significado. Sobre su suelo empedrado es habitual ver a los peregrinos tumbados tras su llegada a la meta, algo que le aporta todavía más magia.  

Casco histórico

El casco histórico de Santiago es un tesoro arquitectónico y cultural que, dicen,  transporta a través de los siglos. Sus estrechas calles empedradas y sus encantadoras  plazas revelan la rica historia y tradición de la ciudad.  

Entre sus calles, apodadas por muchos laberínticas, es posible ver edificios centenarios,  bonitas iglesias y conventos e, incluso, palacios de estilos muy distintos. Cada esquina  esconde una sorpresa, ya sea una plaza con terrazas y artistas callejeros o un tranquilo  rincón donde disfrutar del silencio y del encanto del lugar. 

El casco histórico de Santiago de Compostela es un auténtico museo al aire libre que representa a la perfección la diversidad de la ciudad.  

Rúa do Franco  

Considerada una de las calles más emblemáticas y llenas de vida del casco histórico de Santiago, va desde la Plaza del Obradoiro hasta el parque de la Alameda. Es conocida como una de las calles más concurridas de la ciudad, y también como el sitio perfecto para parar a comer y disfrutar de la gastronomía gallega.  

Bares, restaurantes y tabernas tradicionales para todos los gustos, donde es posible deleitarse con pulpo a la gallega y marisco fresco, pero también con las famosas empanadas y quesos locales.

Además de para comer, es el lugar idóneo para parar a comprar algún que otro souvenir y para disfrutar de un agradable paseo. 

Parque de la Alameda  

El Parque de la Alameda es un pedazo de paz y naturaleza en medio de la ciudad. Situado en una colina cerca del casco histórico, este parque es ideal para relajarse y disfrutar del entorno natural. Con sus amplias áreas verdes y sus senderos, la Alameda invita a pasear y atrae a decenas  de deportistas que, a diario, salen a correr por el parque. Una de las partes más bonitas del parque es su mirador, desde el que se puede contemplar una vista panorámica de la ciudad y de la Catedral.

Parque de la Alameda.

Además, la Alameda es uno de los lugares más fotografiados gracias a la estatua de Las dos Marías, colocada en la entrada de forma que da la bienvenida a todos los visitantes. Esta curiosa estatua esconde la historia de Maruxa y Coralia, dos emblemáticas hermanas de Santiago en cuya figura se honra la libertad. 

Estatua de Las dos Marías.

Monasterio de San Martín Pinario 

Se trata de un monasterio situado a escasos metros de la Catedral que combina varios estilos artísticos como son el renacentista, barroco y neoclásico. Este imponente edificio fue fundado en el siglo X y actualmente es un Seminario Mayor. Además, alberga escuelas universitarias como Trabajo Social o el Instituto Teológico de Compostela.

Su iglesia y su claustro son verdaderas joyas arquitectónicas que llaman la atención de muchos visitantes. Y es que, al adentrarse en su interior, se puede apreciar la belleza de sus altares, retablos y obras de arte religioso.  

Monasterio de San Martín Pinario.

Mercado de Abastos  

Por último, entre calles se llega hasta el Mercado de Abastos, considerado el segundo lugar más visitado de Santiago. Se trata de un tradicional mercado donde, gracias a su  arquitectura, a su historia y a su gente se puede experimentar el lado más cultural y gastronómico de la ciudad.

Además de puestos de venta de productos, en el Mercado de Abastos existen pequeñas tiendas de recuerdos y locales donde parar a comer o a disfrutar de una cerveza y una tapa en alguna de sus terrazas. Un lugar perfecto para unir turismo y disfrute.