La nueva vida de Xulio Ferreiro: "Seguro que me dan menos follón los alumnos"

Son las diez de la mañana. Los pasillos de la Facultad de Derecho de la Universidade da Coruña están desiertos. Estamos en época de exámenes y los estudiantes llenan las bibliotecas y aulas de estudio de la ciudad. En la cafetería espera el profesor de derecho procesal Xulio Ferreiro.

Hace ya unos cuantos meses que Xulio se desprendió de su título de alcalde y llegó el momento de volver a la docencia. Así lo dijo el día de su despedida. Lleva ya unas semanas retomando el contacto con su antiguo puesto de trabajo.

Entramos en su despacho de la tercera planta. Mucho más humilde que el que habitó en María Pita durante cuatro años. El exalcalde nos cuenta cómo han ido estos meses tras ceder el bastón de mando, su nueva vida universitaria y sus planes de futuro. "Se me ha olvidado hasta posar para las fotos", confiesa.

¿Cómo fueron estos primeros días de vuelta en la universidad?

Todo muy bien. En realidad fue pisar terreno conocido. Tampoco me marché durante tanto tiempo. Fueron cuatro años y medio solo. Sí que había gente que llevaba tiempo sin ver, algún que otro reencuentro. La verdad es que he estado viniendo durante estos meses, así que fue un cambio bastante gradual.

¿Cómo crees que reaccionarán tus alumnos cuando les dé clase un exalcalde?

Pues no lo sé, la verdad. Imagino que para algunos será una cosa curiosa, pero otros no sabrán ni quien soy, porque tendré una gran parte de alumnado de Erasmus. Supongo que se terminarán enterando. La transición será lenta. Uno sigue siendo una persona relativamente conocida y eso va a seguir así unos años.

¿Será más fácil tratar con los alumnos que con la oposición?

Seguro que me dan menos follón los alumnos (bromea). Son relaciones diferentes. No puedes tratar a la oposición como si fuesen mis alumnos, aunque alguna vez tuve que llamar al orden en el pleno. En esos momentos, si que se ha llegado a parecer un poco. Yo siempre dije que, en la universidad, los intereses comunes hacen más fácil el entendimiento entre puntos de vista distintos. No pasa lo mismo en el Concello, donde muchas veces no hay intenciones de llegar a ningún tipo de acuerdo. Durante mis cuatro años como alcalde fue muy difícil llegar a ningún acuerdo.

¿No te da envidia la relativa tranquilidad que hay ahora en María Pita?

Sí, claro. A Coruña ha podido aprobar unos presupuestos porque el partido que tenía la llave para hacerlo, que era la Marea Atlántica, lo ha permitido y ha actuado con responsabilidad. En vez de elegir el camino del bloqueo que escogió el PSOE durante los cuatro años que estuvimos en el gobierno, se ha elegido el de marcarle prioridades o la agenda al gobierno municipal. Creo que la Marea Atlántica está poniendo en práctica muchas iniciativas que ya se habían abordado durante nuestro gobierno.

Creo que yo no viví esa situación de tranquilidad en María Pita porque era, precisamente, yo. Había muchos intereses externos que nos impidieron gobernar. Cuando no te sometes a esas fuerzas recibes ese bloqueo. Incluso presionan a otros partidos para que también te bloqueen. Empiezan a circular mensajes y bulos que no tienen nada que ver con la realidad pero que la gente acaba percibiendo como tal.

¿Podrías hacer una valoración del actual gobierno?

No creo que me corresponda a mí. Creo que la Marea Atlántica está haciendo un análisis correcto de la situación. Está favoreciendo que las cosas salgan y los proyectos pendientes se puedan llevar a cabo desde una posición constructiva. Se le está marcando una línea política, una línea social, a ese gobierno local.

Xulio Ferreiro, en su despacho de la Facultad de Derecho de la UDC.

Prometiste dejar de fumar tras las elecciones de mayo. ¿Lo has cumplido?

Sí, lo hice (se ríe). Ya era un problema de salud y necesidad. Era un buen momento para dejarlo, y más habiéndolo prometido en público.

¿Cómo afecta estar en María Pita a tus relaciones con amigos y seres queridos?

Yo he recuperado la normalidad en las relaciones familiares y, sobre todo, con mis hijos, que fue más distante durante estos últimos cuatro años. Al final, si uno intenta estar en todos los asuntos que atañen al Concello, el espacio para la vida privada se reduce drásticamente. Afortunadamente pude recuperar viejas costumbres como hacer algo de deporte o la vida familiar. He podido viajar con la familia, que no pude hacer durante esos cuatro años, y estoy viendo a mis amigos con mayor frecuencia.

¿Podrías elegir una sola cosa que echas de menos de María Pita?

Me gustaba tener la capacidad de incidir en la vida de las personas, de mejorar las cosas. Aunque hubiese momentos duros, ser alcalde de A Coruña es algo que jamás podré olvidar y un orgullo para mí.

¿Qué has echado de menos de la universidad durante esos años en la alcaldía?

El tiempo para leer y poder reflexionar. El mundo de la política muchas veces no te deja tiempo para estudiar cosas con detenimiento. Cualquier dossier de más de diez páginas acaba siendo difícilmente asumible. Ahora, disfruto de poder sentarme a leer cinco libros sobre un mismo tema, reflexionar sobre ello y escribir con tranquilidad. Echaba mucho de menos escribir. Como alcalde, como mucho, escribía de mi puño y letra la carta que enviaba a los niños por la cabalgata y poco más (se ríe).

Imagino que no echarás de menos las ruedas de prensa y el trato diario con la prensa.

La verdad es que no verte en los titulares de prensa todos los días supone un descanso mental brutal. Sobre todo cuando la mayoría de esos titulares eran negativos o inexistentes. Ahora me produce gracia ver como se valoran los resultados de Alvedro de este año, mientras que se ocultaban durante nuestra etapa en María Pita.

¿Cómo es el profesor Xulio Ferreiro?

No lo sé (se ríe). Me gusta ser una persona que intenta que sus alumnos entiendan el porqué de las cosas. Cuáles son los valores que hay detrás de las cosas. Intento ser una persona próxima y justa con mis alumnos. En general, siempre tuve una buena relación con mis alumnos.

Otra persona que ha dejado la vida política es Bea Mato. ¿Has hablado con ella desde entonces?

Le mandé un mensaje deseándole suerte. La verdad es que con Beatriz no coincidí mucho tiempo. Solo en precampaña y durante la campaña. Le deseo mucha suerte en su vida profesional. Entiendo que después de tantos años ligada a la política tenga ganas de un cambio.

¿Fue un adiós o un hasta luego su marcha de la primera línea política?

No lo sé todavía. Tengo 45 años y mucha vida por delante. Por el momento estoy centrado en retomar mi carrera universitaria y fijarme otras metas aquí. No sé dónde estaré dentro de unos años.

Este año hay elecciones autonómicas. ¿Te veremos ahí?

Creo que es urgente para Galicia un cambio de rumbo. Las crisis que teníamos cuando Feijoo fue investido por primera vez continúan ahí. Creo que hay una oportunidad para un nuevo gobierno. Ese gobierno debe ser plural. El espacio del cambio que representamos las Mareas municipales en su momento, En Marea después y ahora Grupo Común da Esquerda debe estar en ese gobierno y aspirar a liderarlo.

¿Mi papel? Si se construye una alternativa plural que cuente con el municipalismo, yo me ofrezco a estar ahí para echar una mano con lo que haga falta. No creo que sea en primera línea. Al menos no es algo que me plantee ahora mismo.

Xulio Ferreiro, en su despacho de la Facultad de Derecho de la UDC.

¿Cómo está siendo tu papel dentro de la Marea Atlántica estos meses?

Estoy para lo que necesiten. Participo en las reuniones y formo parte de la coordinadora. Esta semana se cierra el plazo para las candidaturas a la nueva coordinadora.

Has dicho que es un honor haber sido alcalde. ¿Qué medida de las que tomaste en María Pita te hace sentir más orgulloso?

Llegamos en un momento de recortes sociales muy importantes. En un momento de crisis. Convertimos A Coruña en líder del gasto social en Galicia. Creo que tiene una gran importancia. Eso le cambió la vida a muchas personas con nombres y apellidos. Es algo de lo que estar orgulloso.