Prueba de selectividad en Galicia.

Prueba de selectividad en Galicia. EP

Educación

Arranca en Galicia una selectividad marcada por el COVID-19 y el brote de A Mariña (Lugo)

Más de 14.500 alumnos harán las pruebas de selectividad en unas 46 comisiones delegadas desplegadas por todo el territorio

7 julio, 2020 09:32

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) –

Galicia afronta a partir de este martes una selectividad de cifras ‘record’ de matriculados, en un contexto totalmente marcado por la COVID-19 y que ha obligado a desplegar un protocolo sanitario y de seguridad sin precedentes para garantizar las medidas de distanciamiento, el acceso ordenado de los alumnos y el control de aglomeraciones en los distintos puntos que acogerán las pruebas.

Los exámenes se desarrollarán entre el 7, 8 y 9 de julio, para cerca de 14.555 alumnos matriculados. Este montante, como había avanzado Europa Press, supone un 26 por ciento de incremento respecto al año pasado (unos 3.000 más), y que se produce además en pleno operativo para intentar evitar aglomeraciones debido al coronavirus y en una situación de rebrote de positivos y casos que afecta a la comarca de A Mariña.

Este año, debido a la crisis sanitaria, se multiplican las comisiones delegadas, habrá menos alumnos por aula, los estudiantes estarán más distribuidos, y también se contará con muchos más docentes y vocales para vigilar el cumplimiento de las medidas de seguridad.

Santiago y A Coruña acogerán pruebas con módulos inferiores a 50 alumnos. En Vigo se realizará un modelo combinado por la mayor dispersión, de modo que algunas comisiones se ubicarán en pabellones o institutos comarcales para aprovechar el área de influencia y lugares de origen, como Tui o Ponteareas. Cada lugar tendrá una organización específica, y contará con la colaboración de los ayuntamientos y las Diputaciones para realizar traslados de materiales y otras casuísticas.

En suma, los alumnos se repartirán en 46 comisiones delegadas. En concreto, unos 2.835 harán las pruebas en Santiago de Compostela en las facultades de Bioloxía, Ciencias Económicas e Empresariais, Filoloxía, Dereito, Medicina, Ciencias da Educación, Ciencias Políticas e Sociais y Psicoloxía.

La ciudad herculina, por su parte, contará con 2.490 participantes en siete comisiones delegadas: Ciencias Económicas e Empresariais, Dereito, Informática, Ciencias da Educación, Filoloxía, Ciencias y la ETS de Enxeñeiros de Camiños, Canais e Portos.

Vigo acogerá a 1.197, Ferrol contará con 882 alumnos y el resto de matriculados harán las pruebas en Lugo, Ourense, O Carballiño, Xinzo de Limia, A Rúa, Baiona, Redondela, O Porriño, Viveiro, Cangas, Tui, Ponteareas, Pontevedra, Vilagarcía, Marín y Cee.

ABAU en A Mariña

Viveiro representa un caso específico en toda la planificación de este año, debido al brote de COVID-19 que ha obligado a confiar la comarca de A Mariña durante cinco días. Está previsto que cerca de 305 alumnos de diversos municipios hagan las pruebas en la comisión delegada de la localidad: el IES Vilar Ponte.

Es por ello que la CIUG decidió modificar la relación de centros que acudirán a hacer las pruebas a la localidad. De este modo, el alumnado de Ortigueira pasará a hacer la ABAU en la facultad de Humanidades del Campus de Esteiro, en Ferrol, mientras que los jóvenes del IES San Rosendo de Mondoñedo, que iban a desplazarse a Lugo, realizarán las pruebas en Viveiro, donde también se presentarán los alumnos con necesidades educativas especiales.

El total de alumnos se quedaría aún así en una proporción similar a la prevista, pero se reforzará la comisión con vocales y "más vigilantes" con el fin de contar con más profesorado que permita atender a los estudiantes, sobre todo a aquellos con necesidades específicas de apoyo.

Las nuevas medidas decretadas por el Sergas para esta zona obligaron a reordenar la disposición de mesas y puestos de examen para adecuarlos a la distancia interpersonal de dos metros, puesto que la planificación inicial estaba inicialmente planteada para el metro y medio y la ‘nueva normalidad’. Esta circunstancia ha obligado a espaciar más cada clase, que acogerán a unos 14 alumnos por aula. Asimismo, las instalaciones del centro cuentan con un pabellón preparado para la realización de las pruebas y se aprovecharán todas las aulas posibles para acoger los exámenes en condiciones de seguridad.

La orden del Sergas insta, además, a evitar los grupos de más de diez personas en las zonas externas a las aulas donde se realicen los exámenes y en el exterior de los lugares.

Examen, sin mascarilla

Cada alumno y persona que acceda a las sedes será responsable de su propia protección individual. El uso de mascarillas será obligatorio, aunque finalmente se permitirá a los alumnos quitarse la mascarilla en el momento de sentarse a realizar la prueba (siempre que se mantenga la distancia interpersonal obligatoria).

El desarrollo de los exámenes seguirá unos pasos predeterminados. Los vocales serán los encargados de entregar los formularios, y la recogida se realizará de modo organizado y evitando aglomeraciones. Las salidas serán de forma espaciada, y los alumnos no podrán permanecer en los pasillos.

Las sedes contarán, además, con un proceso de limpieza que se realizará varias veces al día, en términos similares a otros protocolos para centros educativos o de otros sectores (desinfección de aulas, centros y baños varias veces al día).

De hecho, los correctores recibirán los exámenes con al menos 24 horas de margen temporal, y se utilizará un gel virucida en cada uno de los formularios utilizados por el alumnado. Además, se incluyen procedimientos de acción ante casos potenciales y para evitar contagios.

Control de acceso

El papel del profesorado será esencial durante la realización de los exámenes y la circulación en los inmuebles y habrá una mayor dotación tanto para controlar las pruebas como el movimiento en pasillos, corredores, descansos y en el entorno del centro. La figura de los presidentes de las comisiones cobran así un mayor protagonismo este año, puesto que van a ayudar en el diseño del circuito.

El alumnado accederá a las sedes formando colas manteniendo las distancia interpersonal, secuencialmente, y habrá un control para acceder a los exámenes. Para las pruebas en sí, cada aula se organizara intentando dejar tres pupitres de separación por fila y de modo escalonado con respecto a los espacios de atrás.

También se ha alterado el horario y el orden de las materias, mediante la distribución de las troncales (las que cuentan con mayor alumnado) en los dos primeros días. Esta organización se verá acompañada, del mismo modo que en otro tipo de protocolos, de la consecuente distribución y dotación de materiales sanitarios.

Cada sede tendrá geles, mascarillas de repuesto, cartelería e incluso bolígrafos desinfectados de substitución, además de relojes bien visibles para controlar el tiempo. Los alumnos podrán llevar consigo sus efectos personales y mochilas, que estarán a la vista a su lado, y todos los aparatos electrónicos desconectados.