Mar, Aldara y Yolanda estudiaron ciclos de FP en los que no había más alumnas

Mar, Aldara y Yolanda estudiaron ciclos de FP en los que no había más alumnas

Educación

"Soy la única chica": una situación habitual en algunos ciclos de FP en Galicia

En los ciclos más populares de Galicia un 70,04% de estudiantes son mujeres, sin embargo en algunas formaciones de sectores como electricidad o motor, apenas están presentes

8 marzo, 2023 05:00

*Este reportaje ha sido elaborado con información de Carme D. Prol y Paula Quintás

Los ciclos de Formación Profesional son cada vez más populares, estudios de 2 años con una gran parte práctica, relación directa con las empresas y la promesa de salir a un mercado laboral donde estos puestos sí tienen demanda. Sectores como la electricidad, carpintería, fontanería, telecomunicaciones, la rama sanitaria, estética… Son múltiples las opciones que ofrecen los centros gallegos, el los que también se aprecia una gran brecha entre los sectores típicamente masculinos o femeninos.

Según el Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank, el 59,83% del total de estudiantes cursa algún ciclo de las siguientes familias profesionales: Sanidad; Administración y Gestión; Informática y Comunicaciones; Electricidad y Electrónica y Servicios Socioculturales y a la Comunidad. De los alumnos del estos ciclos, un 70,04% son mujeres.

Sin embargo, dentro de estas familias profesionales, podemos encontrar grandes desigualdades según el género de los alumnos. Por ejemplo, en Informática y Comunicaciones sólo el 4,5 % corresponde a mujeres matriculadas y en Electricidad y Electrónica la cifra baja al 1,18% del total de alumnas que cursan FP. En la rama Sanitaria es donde encontramos a más mujeres, en Galicia un 23,55% de las alumnas de FP se forman en este sector. En el CIFP Ánxel Casal, en Monte Alto (A Coruña), especialistas en formación en la rama sanitaria y sociocultural, señalan que tienen aulas con tan solo uno o dos hombres estudiando. "Son familias moi femenizadas por traballar no sector de coidados", explica Dolores Yáñez, directora del centro.

La única alumna que quiere ser carpintera

Aldara, única alumna en el 2º curso del Ciclo Medio de Carpintería y Mueble en el CIFP Someso (A Coruña). En el caso de Aldara el interés por la profesión le viene de familia, pues su padre es carpintero y desde pequeña lo ayuda en el oficio. "No estaba cómoda haciendo la E.S.O. y buscando ciclos a los que ir este fue el que más me llamó la atención", cuenta. Cuando tomó esta decisión en ningún momento se planteo que podría ser la única mujer en su clase, su familia y amigos la apoyaron sin darle atención a esta brecha de género que hay en el sector.

Al llegar al ciclo, ser la única mujer "no me ha supuesto ningún tipo de obstáculo", aunque reconoce que echa de menos el tener amigas en clase, "antes de empezar a estudiar carpintería siempre estuve rodeada de amigas y la diferencia se nota", explica. Tampoco hay ninguna mujer entre el profesorado del ciclo, y sobre profesionales, Aldara cuenta que apenas conoce "una o dos" que se dediquen al sector.

"Antes de empezar a estudiar carpintería siempre estuve rodeada de amigas y la diferencia se nota"

En la FP es muy importante la parte práctica, que también se realiza trabajando en empresas como parte de la formación. Cuando llegó este momento, Aldara solo tiene buenas palabras "tuve mucha suerte de que en la empresa a la que fui, me trataron super bien", recuerda. "La mayoría de los hombres con los que he trabajado, me han tratado con la misma igualdad que al resto de compañeros y eso es algo que me encanta", señala al preguntarse si ser mujer le ha supuesto alguna diferencia a la hora de trabajar. Sobre el futuro, tiene claro que es una profesión con demanda, por lo que ve fácil encontrar un puesto en algún taller. Para que otras chicas vean carpintería como una opción, Aldara cree que el tener más mujeres en estos puestos, motivará a otras alumnas a optar por FP en estas áreas.

Más profesoras que técnicas en telecomunicaciones

Mar comenzó el curso pasado el ciclo superior de Sistemas de telecomunicaciones y informáticos, en el C de Aldán (Pontevedra). Es la única mujer en su curso, al que entró tras dejar sus estudios de Física en busca de una formación "en algo relacionado con la electricidad y electrónica para optar a diferentes ofertas laborales. Este ciclo abarca distintas áreas y dije, por qué no".

En el aula, cuenta que se siente "cómoda" y que las diferencias que percibe con sus compañeros "no sé si son por mi género, ya que ellos vienen del ciclo medio y en general tienen más conocimientos". En referencia al profesorado, destaca que sí tiene alguna profesora, aunque cree que no describe al sector: "No refleja de forma proporcional la realidad, con esto me refiero a que hay más profesoras de telecomunicaciones que mujeres técnicos", explica. Con las profesoras mantiene una buena relación "quizás porque echo de menos la presencia femenina en las clases", declara. Desde el punto de vista de una de las docentes "me cuenta que las chicas a las que ha dado clase muestran más determinación a la hora de hacer el ciclo, puede ser algo positivo, pero quizás también tenga que ver con la exigencia de las mujeres de no poder ser mediocres en sectores masculinizados", cuenta.

En referencia a las prácticas, que aún no ha realizado, confiesa que tiene "curiosidad" por comprobar la reacción de las empresas al contar con una mujer, ya que estadísticamente el número de técnicas es muy bajo y ella no conoce ninguna experiencia de primera mano. Sobre cómo puede influir una mayor presencia femenina en sectores típicamente de hombres, la estudiante opina que una mayor presencia de técnicas hará que otras mujeres se animen a emprender el camino, "no solo eso, creo que la diversidad puede mejorar el sector en general, hay estudios que apuntan que las empresas igualitarias son más eficientes".

Cuando entre en el mercado laboral, no considera que "ser mujer sea una limitación", y cuenta como anécdota la frase de un compañero cuando le comentó con preocupación si su baja estatura podía ser un problema en determinadas labores del oficio: "No te preocupes, hay escaleras para todos los tamaños, lo importante es que hagas tu trabajo".

Mujeres en el mundo del motor, una excepción

Yolanda estudió el Ciclo Superior en Automoción en el IES de Curtis (A Coruña), siguiendo una pasión que tiene desde niña, el mundo del motor. Cuando llegó a las clases "pensaba que máis rapazas ían estar no ciclo, xa que cada vez é máis común vernos no medio de homes", recuerda. Pero no fue así, cuando comenzó el Ciclo Medio fue la única chica entre 13 alumnos y en el Superior, solo tuvo otra compañera en una clase de 8. Yolanda conoce a otras mujeres del sector en las que se repite la experiencia: "Sempre eran unha ou dúas na clase".

"Pensaba que máis rapazas ían estar no ciclo, xa que cada vez é máis común vernos no medio de homes"

Sobre la razón de estas diferencias entre géneros Yolanda explica que "os comentarios" que puedan recibir chicas que quieran seguir este camino, por una cuestión de prejuicios, pueden ser determinantes. En su caso sí que llevó a recibir alguno comentando su decisión o sobre el simple hecho de decantarse por el mundo del motor: "Escoitei comentarios en clase e de xente do meu entorno". Sobre el ambiente en las aulas destaca que se sentía "bastante ben e acomodada", explica.

Sobre el profesorado, sí que tuvo mujeres dando clases, pero únicamente en el Ciclo Medio: "Eran 3 profesoras e 4 profesores, pero no Superior todo homes". A la hora de saltar al terreno práctico, Yolanda fue a la empresa Seat en Teixeiro, donde coincidió con otra alumna en prácticas, "aunque os traballadores eran todo homes", recuerda. Posteriormente estuvo en Alcongal, también de prácticas, pero en este caso fueron en unas oficinas, ya que su formación fue dual.

El objetivo de Yolanda, que es la razón por la continuó sus estudios en el Ciclo Superior, es "entrar na ITV e chegar a ser xefa de línea", un puesto que seguro serviría de inspiración y referencia para muchas niñas que, al verla, comprobaran que el automovilismo no es un terreno de hombres. En este sentido confía en que cada vez veamos más mujeres así, en puestos de referencia, ya que "cada vez hai máis mulleres estudando o que queren e loitando pola igualdade". En el caso de los sectores más masculinizados de la Formación Profesional, Aldara, Mar y Yolanda son ejemplos de estudiantes que abren camino.