Los alumnos del CEIP de Cedeira (A Coruña) despiertan sus sentidos en la nueva aula sensorial

Los cerca de 400 alumnos del ceip de Cedeira (A Coruña) cuentan desde hace un mes con un nuevo rincón en el colegio, un espacio muy atractivo para ellos que se ha convertido en uno de sus favoritos. Son 50 metros cuadrados y cuando ponen un pie dentro notan que bajan revoluciones. Saben que ahí dentro reina la calma, el silencio y la tranquilidad.

Eso es lo que sucede, explican desde el centro, cuando los alumnos de educación infantil y primaria acceden a la nueva aula sensorial que acaba de inaugurar el colegio de Cedeira. El Concello asumió el acondicionamiento de la nueva tarima que hace de esta sala un lugar acogedor. El centro, por su parte, asumió la adquisición de todo el material necesario para despertar los sentidos de los escolares.

Está pensada para grupos reducidos, así exprimen mejor todo su pontencial. Cuenta con una zona de espejos de efecto infinito que les chifla, un tubo que produce burbujas, baldosas sensoriales que les permite ir descalzos y crear formas de colores con los pies, una mesa de luz, un proyector, un rincón de lectura hecho con mucho mimo, puzzles, zonas de descanso, una mesa minimundos que elaboran con materiales como maíz, avena, pasta, paja…. y multitud de piezas, entre otros muchos otros.

Lo disfrutan por turnos y en grupos de siete durante los recreos además de las horas que cada profesor reserva para llevar a sus alumnos, que acuden también en grupos pequeños. "La acogida ha sido buenísima, mucho mejor de lo que imaginamos", apuntan desde el colegio. "Los niños esperan con muchas ganas que les llegue su turno para pasar un rato dentro".

A los estudiantes de infantil y los primeros cursos de primaria les encanta y "los más mayores del colegio, los de 5º y 6º de Primaria, han encontrado aquí una calma que ni ellos mismos sabían que necesitaban", explican con orgullo desde el ceip.

"Entienden perfectamente que aquí no hay ruido y que no lo pueden hacer". Es asombroso, explican, "ver que los alumnos perciben que en esta sala hay calma y tranquilidad y lo aceptan sin problema". En el centro recuerdan algo que machacan los expertos desde hace años, que los niños reciben ahora muchos estímulos, a un ritmo rápido y cambiante. Pues bien, en esta apuesta educativa de la dirección del centro encuentran todo lo que necesitan para "parar y tranquilizarse".