Eduardo Hermida expone su obra en Ferrol: "Voy a cambiar el color del Torrente"
‘La cuadratura del círculo’ es el nombre de esta exposición compuesta de 100 piezas con las que Hermida transformará, entre el 11 de febrero y el 27 de abril, las paredes del museo ferrolano con el objetivo de "habitar el arte"
7 febrero, 2022 11:46Eduardo Hermida es sinónimo de Canido y de Meninas en Ferrol, pero no hay que olvidar su dedicación diaria a la pintura. Oficio al que entrega, junto con sus clases, buena parte de su día y su vida. El Torrente Ballester acoge, desde este viernes y hasta el 27 de abril, su exposición. ‘La cuadratura del círculo’, una oportunidad para que las paredes del museo municipal permitan conocer al artista que, en ocasiones, se esconde tras este popular personaje ferrolano.
"La obra debe hablar por el artista", algo que Hermida tiene claro de cara a una exposición que le hace especial ilusión por estar proyectada en su ciudad natal. Considera el artista que cuando alguien consigue exponer en un museo de titularidad pública no necesita justificarse porque hay un equipo técnico que ha considerado que su obra tiene el valor para estar ahí, "por derecho propio".
De ‘La cuadratura del círculo’ destaca Hermida la colaboración de sus "maestros" de la mirada, los fotógrafos, Ángel Manso, Jorge Meis o José Pardo que, además de amigos, le han permitido inmortalizar su obra en un catálogo en el que ha volcado toda su esencia y creatividad.
Además, la artista Špela Trobec ha participado en el proceso de maquetación de este catálogo que Hermida quería que trascendiera al momento de la exposición y pasase a ser un libro "que se quiera conservar".
Hacer del museo tu casa
Durante la conversación que mantenemos con Hermida, el artista ferrolano deja patente la importancia de la colaboración de familia, vecinos y amigos en su proceso creativo y, por tanto, en este resultado final en el que "habitar el arte" es su máxima prioridad.
Sus "chicas del Baxi" han saltado de la cancha de baloncesto para posar como modelos y, además, junto a la joven videógrafa, Sara Pisos, ha dado forma a una pieza audiovisual que promete "se podrá ver en la exposición", haciendo que la visita al Torrente Ballester sea similar a estar en casa, "a una tarde de mantita y Netflix", apostilla.
En la partitura visual de la cuadratura del círculo, habrá más apuesta por el talento local, a través de una iluminación que Eduardo avanza "será acojonante". El ferrolano José María Jordán aportará su colección de lámparas para contribuir a esta fiesta del color que Eduardo quiere montar, esta vez, en el Torrente.
El objetivo pasa por "llevar el Torrente a mi espacio vital, a mi estudio" y potenciar el atractivo del museo municipal que defiende "debe ser una parte más de la propia ciudad" y que le permitirá, además, cerrar un círculo vital.
"Nací en este lugar cuando era Hospital y el hecho de poder exponer aquí, es especial", determina Eduardo a Quincemil. Además, tiene claro que sus alumnos de pintura pasarán por la exposición para pintarla y vivirla, a partes iguales.
Hacer escuela
Un total de 100 piezas en un formato muy cuadrado conforman esta cuadratura del círculo en la que el color, la fotografía y, también, las redes sociales estarán muy presentes. "La obra tiene un aire a formato polaroid, como un vistazo por un muro de Instagram", detalla el artista que considera que este es un modo más de "hacer de mi vida el arte".
"Exprimir cada día de la exposición al máximo y bajar a pintar al Torrente cada viernes, como lo haría en el estudio", son los objetivos que se marca Eduardo Hermida para estos meses.
"Siempre me ha gustado rodearme de gente joven y hay personas como Blanca Vila o Fer Patiño que tienen un gran talento", reflexiona el artista que considera que hay que seguir apostando por la escuela ferrolana.
"Se murió Collado y parece que se acabó la pintura", expresa Hermida que tiene claro que hay que trabajar en interiorizar que "Ferrol es un buen sitio para hacer cosas".
Con esta exposición, que se inaugurará el viernes a las 20:00 horas, Eduardo busca que la ciudadanía se acerque al arte, al Torrente.
Cerrar un círculo que pueda inscribirse en otro mayor, la vida cultural de esta ciudad en la que cree infinitamente y que forma parte de esa patria, tan suya, de las pequeñas cosas.