Una muestra analiza en A Coruña el hundimiento del ‘Titanic’ según la ley de riesgos laborales

¿Pudo evitarse la tragedia del Titanic? Esta es la pregunta a la que busca respuesta una exposición que acoge la Fraternidad Muprespa en A Coruña y que analiza lo ocurrido en el hundimiento del trasatlántico en 1912 desde la perspectiva de la Ley de prevención de riesgos laborales aprobada en 1995.

Inaugurada este martes en la sede de la entidad en el Edificio Torre Helios, la exposición de la Fundación AXA hace un repaso por diferentes aspectos como la coordinación, los equipos y medios disponibles o la formación de los trabajadores. Aspectos recogidos en la normativa y que no se cumplían en el momento de la catástrofe ocurrida hace 111 años.

Las causas del hundimiento están de actualidad

La subdirectora general de Prevención, calidad y comunicación de Fraternidad Muprespa, Natalia Fernández, explicó durante el acto que pese a que existen numerosas novelas, películas o documentales sobre el suceso, el Titanic sigue ofreciendo "una gran oportunidad de aprendizaje". Y es que según Fernández, las causas del hundimiento todavía están de actualidad, aunque lo ocurrido supuso mejoras en la navegación marítima.

Así, esta exposición busca analizar las causas del accidente desde la perspectiva de la Ley de prevención de riesgos laborales para concienciar sobre su importancia. Aspectos que ha explicado este martes el profesor Pepe Millán y que pueden conocerse de forma lúdica en la Fraternidad Muprespa gracias a esta muestra que busca la parte emocional del suceso para transmitir la prevención.

Uno de los puntos en los que incide esta exposición es el material del barco. El acero con el que estaba construido el Titanic "no era de primera" y, además, el trasatlántico estaba dividido en varios compartimentos estancos pensados para evitar el hundimiento si uno se anegaba: el problema fue que el iceberg rompió varios de ellos.

Exposición en la Fraternidad Muprespa, en A Coruña (Cedida).

La Ley de prevención de riesgos laborales, además, señala que es preciso tener equipos adaptados, algo que no ocurría la noche del fatídico accidente. Un vigía aseguró que no tenían prismáticos debido a una serie de casualidades y a pesar de que "había conciencia" de la peligrosidad de los pedazos de hielo desprendidos, lo que llevó a ver el iceberg a 400 metros y no a más del doble como hubiese sido preciso.

Otros aspectos en los que incide la norma y que no se cumplían era la coordinación, ya que el aviso de otro barco de que paraba su travesía debido a la presencia de hielo llegó mal al Titanic por problemas con el telégrafo. La gestión de los botes (había menos de los propuestos por el ingeniero por una decisión de la compañía) tampoco fue adecuada, ya que algunos de ellos iban medio vacíos.

La formación de los trabajadores o el material inadecuado para la ruta que iba a hacer el marco son otros de los aspectos que analiza esta exposición, aunque hay estudios a que apuntan a que los pasajeros y trabajadores del Titanic "se comportaron bien". Una de las personas destacadas es el capitán del Carpatia, que recogió a los supervivientes.

La exposición, además, da información sobre la investigación de las causas y presenta un vídeo con varias hipótesis de lo que podría haber ocurrido si el barco hubiese realizado giros diferentes al efectuado. ¿Habría sido posible salvar a más gente o incluso evitar la catástrofe?