La almendra y el chocolate se vuelven arte en Allariz
La repostería Fina Rei se ha convertido en un punto de referencia para los más golosos de la zona ourensana al mezclar tradición, innovación y un talento que traspasa generaciones
22 septiembre, 2020 06:00Si aprovechamos los últimos días soleados que nos regala este inicio de otoño para acercarnos a Ourense, quizás les interese conocer un lugar imprescindible para cualquier paladar. Al igual que ocurre en Suiza o Turín, donde el chocolate es un emblema gastronómico de gran alcoba, los almendrados de Allariz son un estandarte cultural de la tradición culinaria de Galicia. Esta tradición cuenta con un origen convulso, algo muy típico de la gastronomía tradicional gallega. Se dicen que fueron los judíos los que introdujeron en Allariz este tipo de dulces, ya que durante la Edad Media existió un importante asentamiento cerca de la villa.
Contamos con diversos testimonios escritos sobre la existencia de estos dulces y su preparación, como la Enciclopedia Madoz (1845-1850), o Historia de Allariz (de Alfredo Cid Rumbao en 1984); pero quizás la aparición más famosa y personal que hace este tipo de repostería es el poema de Curros Enríquez “Unha boda en Einibó”, de 1878, donde el poeta menciona los almendrados de Allariz. El autor ourensano evidencia en este texto la llamativa apariencia de la “almendra de pico”, que se asemeja a una estrella blanca.
Y si hay alguien que conozca bien la almendra es la repostería Fina Rei, que lleva en el mundo de los dulces desde hace cuarenta y nueve años. Su creadora es Josefina Rey Beiró, que llegó a Allariz hace sesenta años y se empapó de conocimientos alrededor de la fabricación de los dulces típicos de la zona. Hoy, son sus hijos los que siguen sus pasos con el negocio familiar, que ha expandido sus productos, pero siempre teniendo en cuenta la calidad y la tradición.
Tradición que se puede ver (y saborear) en la gran amplitud de dulces típicos de Allariz que crea Fina Rei. Desde los ya mencionados almendrados, hasta la “torta real” o una impresionante tarta de manzana bajo el nombre “La tentación de Eva”. Y si de tentaciones estamos hablando, no podemos dejar de lado el chocolate, típico también de maestros cocineros de la zona cuyo legado han recogido esta segunda generación de reposteros tras realizar unos cursos de formación en Cataluña.
El secreto está en utilizar un chocolate de alta calidad, mezclado con frutos secos de producción propia que dan lugar a creaciones como los exitosos bombones de chocolate con leche con almendra caramelizada o la sugerente tableta de chocolate negro con nueces y uvas pasas. No suena mal, ¿verdad? Pues si sois de los que disfrutáis de la época navideña por la aparición anual de turrones, tenéis aún más razones para visitar esta repostería: turrones de Marron Glacé, de Cava y Limón, de Licor de Hierbas o de Café y Dulce de leche os esperan en sus vitrinas.
Pero el arte no está solo en la elaboración de estos delicados postres, sino en la creatividad puesta en su venta y promoción. Demetrio González, responsable comercial de la repostería, nos explica que han sabido explotar lo que ellos denominan “el mercado del regalo”. El chocolate es un salvavidas para cualquier ocasión especial: San Valentín, el Día de la Madre… Y en Fina Rei han conseguido unir esto con complementos culturales y artísticos que elevan a la gastronomía a su merecido puesto en el panteón de las artes. “Cuando tenemos algo de tiempo libre, nos gusta experimentar y crear nuevos productos, especialmente haciendo colaboraciones con el ámbito cultural de Allariz”, nos explica Demetrio. Y, además, están abiertos a peticiones privadas, para cenas de empresa o algún aniversario especial. Podemos encontrar en su repertorio unas divertidas corbatas de chocolate, un poema impreso en una tableta con almendras o bustos de chocolate que recuerdan a las estatuas del artista ourensano Acisclo Manzano.
Pero la genialidad de Fina Rei reside en su lealtad a los ideales que les han traído hasta aquí. “Nunca se nos ha pasado por la cabeza cambiar nuestra forma de hacer las cosas o mecanizar el proceso para abaratar los costes”, nos cuenta Demetrio. De ahí nacen ideas que mezclan tradición y renovación, como una curiosa flecha de chocolate, genial para el día de los enamorados, que viene acompañada de un poema. El hermanamiento con la literatura no acaba ahí, ya que una de las últimas creaciones son unas espléndidas ostras de chocolate, que ofrecen en diversos packs con bolsas, agendas y libros, como Frankenstein de Mary Shelley o Curiosidade, de Estíbaliz Espinosa.
Galicia es tierra de renovación con arraigas raíces que, lejos de atrapar nuevas ideas, ayuda a tener una base estable para nuevas generaciones que nunca olvidan de dónde vienen. Y en Allariz tienen sus orígenes bien claros y los pies en la tierra. Por eso su repostería casa tan bien con el arte, casi tanto como un buen chocolate con un puñado de almendras.