¿Hay un hereje enterrado en la Catedral de Santiago de Compostela?
¿Quién está realmente enterrado bajo la Catedral de Santiago? La historia de Prisciliano, el primer revolucionario de la iglesia cristiana
20 marzo, 2022 06:00En torno al año 820 se descubría en Galicia la tumba de uno de los mayores símbolos del Cristianismo: el apóstol Santiago el Mayor. Pero hay quien afirma que aquel extraordinario descubrimiento fue un acto de propaganda desesperado en un momento desesperado. Imaginemos a millones de personas adorando durante Siglos a un hereje con el beneplácito de la Iglesia Católica. Imaginemos que uno de los mayores lugares de peregrinación del mundo está ocupado por una persona condenada por la Iglesia. Imaginemos que quien está allí enterrado es nada más y nada menos que un monje que fue decapitado por practicar la brujería. Imaginemos además que su doctrina fue declarada una herejía. Hoy conoceremos una increíble teoría sobre la identidad del auténtico morador de la Tumba del Apóstol Santiago. Un monje gallego que fue sentenciado a morir por denunciar la corrupción y la riqueza de la iglesia: Prisciliano.
Muy poco se sabe con certeza de la vida del apóstol Santiago más allá de que murió decapitado en Jerusalén por orden de Herodes en Marzo del año 44. La leyenda cuenta que su cadáver fue robado por sus discípulos y trasladado desde Palestina sobre una barca de piedra sin rumbo ni timón hasta Hispania, tras haber atravesado el Mediterráneo. Tras cruzar las Columnas de Hércules llegan misteriosamente al puerto romano de Iria Flavia, donde se cuenta que gobernaba la Reina Lupa y donde sería finalmente enterrado.
Hace unos 1200 años un campesino gallego observa unas luces sobre un monte. Rápidamente acude a avisar a Teodomiro, Obispo de Iria Flavia, que investiga la zona y encuentra una necrópolis romana en el que hay un sepulcro con tres tumbas. Tras pensárselo mucho decide abrirlas y encuentra los restos de una persona decapitada con su cabeza bajo el brazo. Milagrosamente identifica los restos como los del apóstol Santiago el Mayor, custodiado por dos de sus más fieles discípulos, Atanasio y Teodoro.
Tras el descubrimiento informa al Rey Alfonso II, que confirma el hallazgo y ordena la construcción de una modesta iglesia que será el origen de la actual Catedral y de Santiago de Compostela, ciudad que se situará a la altura de las dos grandes Ciudades de la Cristiandad: Roma y Jerusalén.
Analizándolo tan solo un poco, el milagroso descubrimiento del sepulcro de Santiago de Compostela fue increíblemente conveniente tanto para el Obispo Teodomiro, como para el Rey Alfonso II.
El Obispo conseguía una reliquia con la podía llegar a ser tan poderoso como el obispo de Roma. El Rey podía por fin asentar su supremacía ante el resto de reyes de la Península, ganar fuerza, prestigio, unificar su reino bajo el cristianismo y sumar a su causa contra los musulmanes el poder de Santiago el Mayor.
Ninguno de los dos necesitó de ningún estudio ni investigación para saber a quién pertenecían aquellos restos. Y por ello, se apresuraron a propagar la noticia por todos los reinos de la Cristiandad. Y comenzaron a sucederse apariciones de Santiago vestido de blanco sobre un corcel en las batallas contra los musulmanes. La Reconquista fue avanzando poco a poco y fenómenos increíbles, como que el califa Almanzor destruyera toda Compostela, pero dejara intacto el sepulcro de Santiago, afianzaron todavía más la leyenda.
Santiago pasó a ser el patrón de los reinos cristianos de la península (y de España más adelante) y el mito más grande de la Cristiandad. Hay quien afirma que la idea de Europa nació con Santiago, porque su tumba se convirtió en lugar de peregrinación y punto final de convergencia de los caminos de aquella incipiente Europa.
El 21 de abril de 1211 la Catedral de Santiago de Compostela se consagraba con la presencia del Rey Alfonso IX de León, dando nuevos motivos a los peregrinos para hacer el Camino.
El problema de todo lo que hemos leído hasta ahora es que no hay ni un solo dato ni fuente histórica mínimamente fiable que corrobore toda la tradición jacobea. Es decir, no hay evidencia de ningún tipo de que el Apóstol esté enterrado en Santiago. Y es aquí donde entran en juego las teorías de muchos historiadores que afirman que en uno de los lugares más sagrados del cristianismo podría estar enterrado un hereje, Prisciliano.
La figura de Prisciliano es muy desconocida. Se cree que nació en Iria Flavia en torno al año 340 y que tuvo un cargo importante en la jerarquía cristiana. Tras pasar nueve años en Francia regresó a Galicia, donde comenzó a predicar sus “avanzadas ideas”. Prisciliano denunciaba la corrupción de las jerarquías de la iglesia, rechazaba las riquezas y la unión Iglesia-Estado, admitía a mujeres y esclavos en los ritos eclesiásticos, usaba leche y uvas en vez de pan y vino, permitía bailar durante las ceremonias, alentaba el retiro para orar y meditar y pedía la castidad y la pobreza voluntaria a los clérigos.
Y claro, su forma de pensar, además de ganarse muchos seguidores por toda la Península, le valió para granjearse la misma cantidad de enemigos, sobre todo obispos, que le acusaban de practicar la astronomía y la magia, aunque no consiguieron condenarle, más bien al contrario, ya que fue nombrado Obispo de Ávila.
El Priscilianismo comenzó a extenderse no solo en España sino también en Portugal, además de hacerlo entre las clases populares, pero también entre gran parte de la aristocracia. Esto provocó que la iglesia decidiese pararlo de una vez por todas. Y para ello pidió ayuda al Emperador Graciano, que excomulgó y desterró a todos los priscilianistas de todas sus sedes.
En el año 382 Prisciliano viaja a Roma para entrevistarse con el Papa para pedirle su apoyo y el fin de las persecuciones contra sus seguidores, pero el valiente pontífice no los recibió, temeroso de contradecir un edicto del Emperador.
Pero Graciano es asesinado el 25 de Agosto del año 383 y es nombrado emperador Magno Clemente Máximo, que establece su corte en Tréveris, Alemania.
El nuevo Emperador de Occidente teje una alianza con la Iglesia para que su poder esté a la altura de Teodosio, Emperador de Oriente. Para ello Máximo tiene que condenar y acabar de una vez por todas con el priscilianismo. Prisciliano, tras ser acusado de nuevo, se dirige a la corte del Emperador para hacerle entrar en razón, pero una vez allí, mediante torturas, consiguen su confesión. Era el año 385 y Prisciliano y sus discípulos más allegados son condenados y decapitados por brujería, convirtiéndose en las primeras víctimas cristianas condenadas a muerte por este motivo.
Cuatro años después, un grupo de discípulos de Prisciliano llegaron a Tréveris con permiso de Roma para exhumar sus restos y trasladarlos a Galicia, su tierra natal, por una ruta que más adelante sería repetida por millones de peregrinos, dando origen al Camino de Santiago, siglos antes del inicio oficial del peregrinaje. Además, es mucho más probable que Prisciliano y sus discípulos fueran sepultados en una necrópolis romana que el apóstol, ya que, al haber sido condenados por brujería, no podían ser enterrados en lugar santo.
Numerosos e importantes historiadores consideran que sus restos fueron depositados en el mismo lugar en el que hoy se levanta la extraordinaria Catedral de Santiago de Compostela, aunque tampoco existe ninguna prueba fehaciente que permita corroborar esta teoría.
Posiblemente nunca sepamos a quién pertenecen realmente los huesos que millones de fieles veneran cada año en Santiago de Compostela. Es más, la Iglesia siempre se ha negado a hacer las pruebas de carbono 14 que acreditarían sin duda alguna si son del siglo I o del IV. Pero lo que sí sabemos es que sean de quien sean, han marcado la historia de todo un continente y, probablemente, de todo un planeta.
De todos modos, si en algún improbable momento se descubriera que en la tumba de la catedral compostelana no reposan los restos del Apóstol, no afectaría demasiado al Camino. La mayoría de los peregrinos lo hacen por razones espirituales, no por motivos religiosos. Así que parece que no es demasiado importante si en la catedral está enterrado Santiago, Prisciliano, Walt Disney o Elvis Presley.
Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.
Referencias:
- PIÑEIRO, A. Los cristianismo derrotados. Ediciones Edaf, 2007
- PIAY AUGUSTO, D. Prisciliano. Vida y muerte de un disidente en el amanecer del Imperio cristiano. Ediciones Trea, 2019
- SAUNDERS, T. Peregrinos de la herejía. Editorial Bóveda, 2009
- es.wikipedia.org
- galiciamaxica.eu
- lavozdegalicia.es
- es.paperblog.com
- elitediario.com
- eleconomista.es
- lugaresconhistoria.com
- laopinioncoruna.es
- elmundo.es
- elpais.com
- historiadegalicia.gal
- lne.es
- atlantico.net
- elcaminodesantiago.es
- abc.es
- lasprovincias.es