Los Juegos Olímpicos de Tokio terminaron con 17 medallas para la delegación española, misma cantidad que en Río 2016, pero con un sabor más amargo por la escasez de oros. La sensación es mucho más positiva en clave gallega. Los deportistas gallegos brillaron en las dos semanas de competición en tierras niponas. Seis medallas y siete medallistas llevan acento gallego, la comunidad que más metales ha aportado a la delegación española.

El piragüismo fue la gran fuente de medallas un año más. Teresa Portela alcanzó el ansiado podio olímpico con la plata que consiguió en el K1-200. La palista de Cangas tuvo que esperar hasta sus sextos Juegos Olímpicos para al fin tocar metal tras quedarse siempre a las puertas. No fue la única medalla para O Morrazo en piragüismo. El K-4 en el que participaban en cangués Rodrigo Germade y el betanceiro Carlos Arévalo ganó la medalla de plata en la final después de adjudicarse el récord olímpico en la primera serie.

La tercera medalla de plata para Cangas llegó en el fútbol. Presencia testimonial la de Iván Villar en los Juegos Olímpicos. El meta del Celta de Vigo actuó como tercer guardameta de la selección española y no jugó ningún minuto en todo el torneo. Esto no le impidió subir al segundo escalón del podio con todo el equipo nacional después de caer en la prórroga ante Brasil.

Un poco más al norte, en Ribeira, celebran el hito de Ana Peleteiro con su bronce en triple salto. La atleta gallega batió dos veces el récord de España en una final carísima en la que la venezolana Yulimar Rojas consiguió el récord del mundo para llevarse la medalla de oro. Peleteiro se convirtió en la cuarta mujer en ganar una medalla para España en atletismo en unos Juegos Olímpicos.

Ana Peleteiro en la última prueba olímpica en Tokio.

Nico Rodríguez salvó los muebles de la vela española. La disciplina que históricamente más éxitos ha reportado a las delegaciones españolas en los Juegos esperaba más medallas de las que finalmente se consiguieron. El vigués fue uno de los que sí tocó metal con su embarcación acompañado del catalán Jordi Xammar. Los dos lograron el bronce in extremis en una medal race muy intensa en la que por momentos se perdían las esperanzas de pisar el podio en la bahía de Enoshima.

En deportes de equipo destacó Rodrigo Corrales. El portero de la selección española de balonmano se colgó el bronce siendo protagonista en el inicio del torneo con los Hispanos. Sus paradas fueron clave en el triunfo de España contra Noruega en la fase de grupos. El bronce sabe a gloria para una generación increíble del balonmano español en la que Corrales llegó hace 4 años. Los de Tokio han sido sus primeros Juegos.

Una decena de diplomas

Muchos deportistas españoles se quedaron a las puertas del podio. Hasta 42 diplomas olímpicos, reconocimiento honorífico que se concede a los deportistas y equipos que quedan entre el 4º y el 8º puesto, consiguió la delegación española. Las lamentaciones más grandes en clave gallega llegaron en la vela. Iago López Marra en la clase 49er y Tamara Echegoyen en 49er FX fallaron en la medal race cuando llegaban en una posición muy ventajosa para conseguir medalla.

El piragüista de Betanzos Carlos Arévalo no solo se llevó la plata en K-4, también consiguió la quinta posición en la final del K-1 200 masculino. Misma posición para la pontevedresa Antía Jácome C-1 200 femenino.

Una de las grandes sorpresas positivas fue la grandísima competición de Adrián Ben en el tartán del Estadio Olímpico. Ben acabó quinto en los 800 metros y se postula como un deportista con mucho futuro por delante para futuras pruebas olímpicas.

No tuvo suerte Enmanuel Reyes Pla. El boxeador coruñés de origen cubano ganó en su debut por KO, el primero en todo el torneo, contra el vigente subcampeón olímpico; pero perdió a los puntos con el cubano Julio la Cruz en cuartos de final. Fue un combate muy igualado y con polémica por las decisiones de los jueces. Para más polémica, el boxeador que eliminó a Enmanuel terminó ganando el oro.

Enmanuel Reyes, boxeador coruñés en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 COE

También se llevó un diploma Nikoloz Sherazadishvili. El hispano-georgiano con licencia gallega era una opción muy seria al oro en judo, pero se quedó fuera de los combates por las medallas y solo pudo ser séptimo. Misma posición, pero sensaciones más positivas para Caetano Horta en remo. A sus 18 años y con muy poco rodaje en el equipo con Manel Balastegui consiguió el fin un diploma en sus primeros Juegos Olímpicos.

En los equipos también los llevamos una decepción. El equipo de baloncesto masculino de Alberto Abalde cayó en cuartos contra Estados Unidos. En la misma perdió el equipo femenino, un partido nefasto de un equipo con dos gallegas, Tamara Abalde y Raquel Carrera.

Otra vez será

No todos los gallegos impresionaron en Tokio 2020. Javi Gómez Noya se quedó lejos de pelear por las medallas en triatlón. El arquero de As Pontes Daniel Castro quedó eliminado en individual y mixto a las primeras de cambio. Tampoco pasó a la final Julia Benedetti, la skater coruñesa que terminó 16ª en la prueba de skate park y tampoco compitió en la final.

Mal el balonmano femenino con la gallega Alicia Fernández, que no pasó de la fase de grupos. Más ilusionante fue el debut de Belén Toimil en lanzamiento de peso. Estar en Tokio ya era un éxito, pero no consiguió pasar de la primera ronda. Las licencias gallegas en judo tampoco rindieron como se esperaba. Se quedaron fuera de los diplomas Fran Garrigós, Alberto Gaitero y María Bernabeu.