Javier Bardanca, el Alex Ferguson de los banquillos coruñeses
El entrenador del Silva renovó recientemente su contrato con el club coruñés y cumplirá 14 temporadas seguidas dirigiendo al equipo.
8 marzo, 2022 10:59La inmediatez del fútbol actual provoca que la profesión de entrenador sea una de las más inestables dentro del mundo del deporte. En cuanto los resultados no acompañan, los clubes despiden y contratan entrenadores casi a la desesperada para revertir la situación. A pesar del dicho, "a entrenador nuevo victoria segura", la realidad y la estadística demuestran que en muchas ocasiones ese relevo no trae los resultados esperados.
Dentro del vertiginoso ritmo de contratar y despedir entrenadores en el mundo del fútbol, encontramos una grata excepción en un equipo de A Coruña: el Silva. El conjunto coruñés que milita en Tercera RFEF anunciaba esta semana la renovación de su técnico, Javier Bardanca, que cumplirá su temporada número catorce dirigiendo al club. Esa extensión de contrato se producía además en mitad de la temporada y tras unos resultados algo negativos. Sin embargo la confianza en el técnico es total y desde el club indicaban que es el elegido independientemente de la categoría en la que milite el club.
Bardanca llegó al Silva en la temporada 2009/2010 con el equipo en Segunda Regional. A partir de ahí inició una aventura inimaginable que le llevó a conseguir varios ascensos en pocas temporadas y en 2014 alcanzó la Tercera División. Y el equipo vino para quedarse. Desde ese momento el conjunto coruñés milita en una categoría en la que ya es un clásico. Con humildad y pocos recursos, Bardanca ha logrado reclutar y hacer siempre una mezcla de vestuarios con gente joven y proyección junto a veteranos que creen en este proyecto.
El técnico atiende a Quincemil minutos antes de saltar al césped de A Grela para llevar a cabo un entrenamiento nocturno en el que el frío será uno de los grandes protagonistas.
P- Háblanos de esta nueva renovación.
R- Pues es una renovación con la que cumplo catorce años en el club que se me han pasado muy rápido. Fue un acierto para mí fichar en su momento por el Silva. Nunca pensé que las cosas podrían venir así. Es un equipo del barrio, yo vengo del Ventorrillo y estoy a cinco minutos del campo y en su momento fue una de las cosas que me animó a venir. Cuando me paro a pensar un poco veo que es algo increíble lo que estoy viviendo aquí.
P- ¿Cómo es un día normal en la vida de Javi Bardanca?
R- Tengo un trabajo normal en el que acabo a las 17 o 18 de la tarde. Después de eso intento ir al gimnasio a entrenar que es algo que me encanta y hago boxeo cerca del campo de La Grela y luego a entrenar al equipo. Esto es algo muy complicado a veces por la escasez de instalaciones. Los lunes entrenamos a las 22 de la noche, miércoles a las 20, los jueves a las 22 y los viernes a las 20. Te puedes imaginar lo que supone eso.
P- Incluso es habitual en verano ver a jugadores con la ropa del Silva entrenando en el Paseo Marítimo.
R- Sí sí, aprovechamos cualquier situación para entrenar. Los problemas de instalaciones nos obliga a veces a hacer estas cosas. En ocasiones podemos entrenar en el Pabellón de Deportes y el gimnasio y por eso a veces aprovechamos para salir a correr por el Paseo Marítimo.
P- ¿Cómo recuerdas los inicios en el Silva?
R- Pues cogimos al equipo en Segunda Regional. Llegué en esa categoría y pronto logramos el ascenso a Primera, luego a Preferente y tras dos años allí alcanzamos la Tercera División.
P- ¿Es un pequeño milagro mantenerse tanto tiempo ahí?
R- No sé si un milagro pero creo que parece desde fuera más fácil de lo que realmente es. La gente que no ve el trabajo que se hace aquí desde abajo lo puede pensar. A nosotros nos cuesta mucho conseguir jugadores, tenerlos contentos. Aquí el grupo se distingue por ser como una familia. No hay nadie que sea profesional. El aliciente que ofrecemos es el grupo humano y lo bien que lo pasamos a pesar de los momentos difíciles. El gran problema es fichar porque nuestro nivel económico es muy humilde.
P-¿Cómo logras mantener la motivación durante tantos años y no caer en la rutina?
R- La verdad es que es complicado. Cuando llegué el primer año le dije a Chechu (director deportivo y alma mater de este club, sin él esto no sería posible), que teníamos que dar ocho bajas y al final dimos diez. Cada año cambiábamos mucha gente y siempre le dije a él que si quería tener un entrenador de mucho tiempo no puedes tener jugadores de mucho tiempo porque al final acaban chocando. Es verdad que ahora mismo hay futbolistas que llevan muchos años aquí, pero son personas antes que jugadores. Esa es la clave. Tuvimos años de dar 16-17 bajas de una temporada a otra.
P- Has conseguido que La Grela sea una pesadilla para los equipos visitantes.
R- La Grela es un campo fastidiado para los rivales. Muchos se quejan pero nosotros explotamos al máximo nuestras virtudes y en este campo podemos esconder más las carencias. Desde la primera charla de la temporada intentamos cambiar el chip de los futbolistas para que sepan dónde están.
P- ¿Ha cambiado mucho el fútbol en estos años?
R- Ha cambiado el fútbol y sobre todo ha cambiado la forma de entrenar. Yo hablo por mí y el Silva. Cuando llegué estaba solo. Empezaron a llegar asistentes como Esteban y hemos ido evolucionando con preparador físico, preparador de porteros, gente encargada del material. La organización como tal ha cambiado mucho pero la filosofía no tanto porque es lo que nos ha funcionado hasta ahora.
P- En algún momento habrás sentido la idea de parar y marcharte a casa.
R- Muchos, muchísimos. Siempre llegan durante la temporada y sobre todo los domingos porque soy muy mal perdedor. Me encierro en casa y me aguanta mi mujer aunque normalmente me voy a la habitación yo solo. El fútbol al final es sufrimiento y tienes que vivirlo. Ha habido momentos en los que he pensado en tirar la toalla y marcharme a casa para estar tranquilo pero luego llega el lunes y ya estoy pensando en el entrenamiento y en el siguiente partido. Tengo 58 años y llevo ligado a él desde los once años, por lo que no sería capaz de dejar de entrenar.
P- Y esos momentos malos se compensan seguro con todas las alegrías que has vivido.
R- Sin duda. Este cuadro que está detrás de mí cuenta con imágenes en las que aparecen todos esos momentos. Han pasado muchos jugadores por aquí y muy buenas personas con gente que siempre ha aportado y nos han enseñado mucho. Me encanta absorber mentalidades y formas de pensar de otros que luego puedo trasladar a mi trabajo.
P-¿ La Tercera es el techo de un equipo humilde como el Silva?
R- Es utópico pensar en algo más. Hemos tenido picos y rachas muy buenas de nueve partidos seguidos sin perder, primeras vueltas en las que hemos estado muy arriba pero luego se ven las plantillas. Nuestra disponibilidad no tiene nada que ver con la de otros. El día que jugamos contra el Barco de Valdeorras hicieron cuatro cambios en el encuentro de un gran nivel. Cualquiera de los suplentes podría ser titular en nuestro equipo. El nivel económico de algunos rivales es muy superior al nuestro. Hay equipos que pagan mil y pico euros. Nosotros con eso podríamos hacer milagros. Por todo ello pensar en otra categoría es algo utópico.
P-Por último, ¿qué sientes con esta última renovación?
R- Para mí es un halago que cuenten conmigo y me renueven en mitad de temporada anunciando que da igual la categoría en la que militemos. Realmente no nos sentamos ni a hablar. Me llaman y me dicen, vamos a anunciar la renovación. En este club no necesitamos negociar. Seguramente llegará el día que tenga que salir pero por ahora no me lo planteo. Aquí tengo amigos, convivimos a diario y soy feliz aquí.
P- ¿Llegaremos a la temporada quince?
R- Ojalá.