El Dépor cumplió los pronósticos y superó a un Córdoba que llegaba a Riazor descendido pero que ofreció una imagen más que digna en el templo blanquiazul. Borja Valle dio tranquilidad con un gol al filo del descanso y Pedro Sánchez sentenció un partido que se convirtió en una fiesta antes de afrontar el playoff ante el Málaga que arranca este miércoles.

El conjunto blanquiazul salió con la clara idea de finiquitar cuanto antes el choque ante el Córdoba para evitar un sufrimiento innecesario. Los futbolistas deportivistas pidieron mano en la primera acción de ataque del partido pero el colegiado Vicandi Garrido consideró que la acción era involuntaria. El Córdoba dejó claro en el minuto ocho que no venía de vacaciones a Coruña y un remate de cabeza de Bodiger obligaba a Dani Giménez a realizar una estirada de mérito para enviar la pelota a saque de esquina. El Dépor no controló el tempo del partido a pesar de las buenas noticias que llegaban desde Gijón. Los blanquiazules tuvieron la mejor ocasión en las botas de Pedro Sánchez pero su disparo lo sacaba un inspirado Carlos Abad. Sánchez se convirtió en el mejor jugador del conjunto coruñés tanto en labores defensivas como ofensivas.

El Dépor generaba peligro a través de la estrategia y los saques de esquina. Así llegó el tanto blanquiazul cuando Borja Valle aprovechaba un balón en área pequeña para empujar a puerta vacía. El gol supuso un alivio y dio tranquilidad a un equipo algo desestructurado en los primeros 45 minutos de juego.

Pedró disipó cualquier atisbo de duda con un auténtico golazo nada más comenzar el segundo acto. Sánchez metía un misil en la escuadra y el delirio se apoderaba de Riazor. La reacción cordobesista llegó con un lanzamiento de Piovacari al larguero. Fue el último aviso de un Córdoba que bajó los brazos y esperó con paciencia el pitido final. El Dépor lo buscó pero sabiendo que el objetivo estaba conseguido. Por ello, José Luis Martí quitó del campo a titulares indiscutibles como Fede Cartabia, Carlos Fernández o Pedro Sánchez.

El final del partido provocó el estallido de alegría tras un año de sufrimiento y malos momentos pero con el objetivo conseguido. Afición y equipo celebraron como se merece una clasificación que llegó a última hora pero que permite al equipo estar a cuatro partidos de regresar a Primera División.