El caótico final de mercado de fichajes del Deportivo ha hecho que la situación de Carmelo del Pozo sea muy delicada dentro del club. La gota que ha colmado el vaso ha sido la rescisión de contrato de Diego Caballo, titular en dos de los tres primeros partidos del equipo esta temporada.

Una de las promesas que hizo el director deportivo del Dépor fue la de conservar la columna vertebral del equipo que casi consigue el ascenso a Primera el pasado año. Sin embargo, apenas quedan unos pocos jugadores de la temporada pasada, como Dani Giménez o Álex Bergantiños.

De hecho, estos dos últimos son los únicos jugadores gallegos del primer equipo y, de ellos, únicamente Álex es canterano. Otra de las promesas, tanto de Paco Zas como de Carmelo del Pozo, era la de dar oportunidades a los jugadores de la cantera. Salvo por circunstancias puntuales, como las bajas en defensa que obligaron a Anquela a alinear a Mujaid. De hecho, la baja de Caballo, que había pasado del Fabril al primer equipo el pasado año, es entendida por muchos aficionados como un portazo a la base, pese a que el jugador salmantino se incorporó directamente al segundo equipo.

Por otro lado, sí que ha habido incorporaciones de nivel para suplir las bajas más importantes. La firma del capitán de Japón, Gaku Shibasaki, ha sido la más destacada. Se trataba de un viejo deseo del club y el jugador también puso de su parte para venir. También están rindiendo, pese a todo, otras incorporaciones como Koné o Aketxe, y se esperan grandes cosas de Peru Nolaskoain.

Sin embargo, las cinco incorporaciones del último día, que apenas cuentan con minutos en el fútbol profesional, son una apuesta muy arriesgada por parte de la secretaría técnica.

Por último, una de las medidas más cuestionadas de Carmelo del Pozo fue la contratación de Anquela como entrenador. Llegó con el cartel de conocedor de la categoría y con la contundencia defensiva de sus equipos como seña de identidad. Tras tres partidos, el Deportivo lleva 8 tantos en contra y apenas ha generado juego ni ha mostrado una identidad propia.