Ni el mejor guion de Hollywood sería capaz de predecir la tarde el 23 de junio de 2019, los 365 días que tenían por delante los aficionados del Deportivo. El conjunto blanquiazul se encontraba a noventa minutos de regresar por tercera vez consecutiva a Primera División el año después de descender. La gran victoria por dos tantos a cero en Riazor ante el Mallorca dejaban al equipo a un paso del ascenso. Todo se vino abajo hace exactamente un año, 365 días en los que ha habido un nuevo cambio en la presidencia, cuatro entrenadores diferentes y un equipo al borde la Segunda División B.

La inestabilidad en el palco

La llegada de Paco Zas a la presidencia nunca fue bien recibida por la afición. La crueldad del no ascenso alejó todavía más la figura del presidente con la grada. La decisión de mantener a Carmelo del Pozo y traer a un técnico como Juan Antonio Anquela no ayudó en exceso a buscar la estabilidad. Un verano convulso, movido y con un importante descenso en los ingresos, obligaron al club a vender a sus activos más valorados: Edu Expósito y Quique González. Además, algunas fichas inasumibles como la de Fede, Mosquera o Rolan provocaron que las incorporaciones para Juan Antonio Anquela llegaran con la competición ya iniciada.

Una plantilla casi nueva

De los catorce jugadores que participaron en el descalabro de Mallorca solo quedan cuatro en la plantilla actual. Se trata de Dani Giménez, Eneko Bóveda, Vicente Gómez y Borja Valle. Los dos últimos han participado muy poco esta temporada y su futuro parece estar bastante alejado del Deportivo.

Una primera vuelta lamentable

La depresión de Mallorca se extendió en el tiempo. Los problemas institucionales se trasladoron al campo y el equipo acumuló una de las peores rachas de su historia moderna. Tras ganar in extremis al Oviedo en la primera jornada de campeonato, el Deportivo encadenó 19 jornadas sin conocer la victoria. La época Anquela dio paso a la llegada de Luis César, un técnico gallego que pronto se vio superado por la situación del equipo.

Las nuevas elecciones provocaron un nuevo cambio en el Consejo de Administración tras la renuncia de Paco Zas. Fernando Vidal se convertía en nuevo presidente del club y Fernando Vázquez fue el técnico elegido para sacar esto adelante. La racha de seis triunfos consecutivos devolvió la esperanza a una afición que veía con preocupación como el equipo se iba camino de Segunda División B.

El conjunto blanquiazul tiene por delante siete jornadas para lograr la permanencia y la victoria de ayer ante el Elche allana el camino aunque todavía debe lograr tres victorias más.

Una reconstrucción urgente

El club debe plantearse una reconstrucción de arriba a abajo tras los numerosos fracasos de los últimos años. La grada no se identifica con un equipo que ha pasado de rozar la Primera División a estar muy cerca de la Segunda División B. En menos de un mes se sabrá si el conjunto blanquiazul logra la permanencia e inicia un nuevo proyecto en la categoría de plata del fútbol español.