El fútbol es tan caprichoso que en muchas ocasiones resulta inexplicable. El Dépor goleó por cuatro goles a cero ante un Linares que cuajó una primera mitad muy buena pero que sucumbió ante un Dépor muy efectivo en la segunda mitad. Quiles en dos ocasiones, Soriano y Álex Bergantiños fueron los goleadores del encuentro.

Ambos conjuntos completaron una primera mitad con sensaciones muy diferentes. No tardó ni un minuto Miku en avisar y rematar desviado un buen centro desde la banda izquierda. El delantero remataba algo forzado y la pelota se marchaba cerca del poste derecho de la meta de Razak.

Poco le duró la alegría y las buenas sensaciones a los blanquiazules. El Linares se quitó la presión rápido y empezó a generar peligro. Etxaniz se convirtió en una auténtica pesadilla para la zaga blanquiazul. El delantero remató un gran centro desde la derecha tal y como venía, obligando a Mackay a hacer la primera intervención.

Esa ocasión metió el miedo en el cuerpo a un Dépor que no estaba cómodo. Con el centro del campo perdido y sus atacantes sin entrar en contacto con la pelota. Etxaniz volvió a avisar con otros dos remates muy peligrosos en los que tuvo que aparecer nuevamente el guardameta.

El cuadro andaluz dominaba ante un Dépor desconocido y siempre a merced de su rival. Borja intentaba corregir desde la banda las posiciones de sus jugadores. Juergen no entraba casi en juego y el equipo lo acusaba en exceso.

El choque se igualó a partir del minuto treinta de la primera mitad y el partido se empezó a desarrollar en el centro del campo y con la igualdad como la nota predominante. Eso tranquilizó algo a un Dépor que logró igualar las fuerzas.

Cuando todo hacía indicar que la primera mitad iba a acabar con empate a cero llegó la jugada clave del encuentro. Un disparo desde la frontal impactaba en la mano de un futbolista del Linares y el colegiado señalaba penalti. La acción llegaba en el minuto 46 y Quiles se encargaba de transformar la pena máxima.

Así se llegaba al descanso de una primera mitad igualada y sufrida para los coruñeses. La tranquilidad del gol permitió al Dépor salir mucho más cómodo en la segunda mitad. Quiles y Miku se encontraban mucho más verticales y con opciones de entrar en contacto con la pelota. Los blanquiazules se acercaban y generaban peligro mientras buscaban el segundo.

Borja introdujo en el descanso a Soriano para tener más control y el cambio no le pudo sentar mejor al equipo. El centrocampista se inventó el segundo gol en una acción individual maravillosa. El gol espoleó a un Dépor que empezó a disfrutar y se vino arriba.

Álex Bergantiños se sumó a la fiesta con un golazo desde la frontal del área y dejaba la eliminatoria absolutamente sentenciada. En un estado de gracia desconocido desde hace mucho tiempo en Riazor, Quiles hizo el cuarto ante un Linares completamente desorientado y fuera del partido.

El Dépor bajó en prestaciones pensando en la final del próximo sábado ante el Albacete del coruñés Rubén de la Barrera. Los blanquiazules están a noventa minutos de regresar al fútbol profesional. La comunión entre equipo y afición es total a siete días de la gran cita.