Heroico cuando gana y también cuando pierde. El Liceo vivió una de esas noches europeas que iba camino de convertirse en histórica pero que acabó en decepción. Decepción porque el equipo coruñés acarició la clasificación y peleó hasta el último segundo de encuentro de un choque intenso y muy disputado. Una tangana final con el partido finalizado demostró que el conjunto portugués es un gran equipo pero también dejó claro que no sabe celebrar victorias en campo ajeno.

El encuentro nació muy igualado entre los dos equipos, sabedores de que era definitivo. Al Liceo sólo le valía ganar mientras que a Oliveirense le servía el empate. Eso generó que la batalla táctica fuera clave desde el comienzo.

Las ocasiones eran escasas aunque los visitantes pronto avisaron de su gran potencial. En esos primeros acercamientos se encontraron con un inspirado Martí Serra. El guardameta completó un choque sensacional al que sólo le faltó el triunfo de su equipo.

Oliveirense se adelantó en el tramo final de la primera mitad. Lejos de venirse abajo, el Liceo reaccionó con un gran tanto de Di Benedetto. El jugador francés superaba al portero visitante con un gran disparo esquinado.

El gol espoleó a un Palacio volcado con su equipo. Con ese empate a uno en el electrónico se llegó al descanso del partido. La segunda mitad iba a ser definitiva para saber si los coruñeses eran capaces de completar la remontada.

Ese segundo acto nació con sensaciones parecidas. El Liceo confiaba en el efecto de un Palacio que registraba una gran entrada. Entre el público asistente se encontraba un Lucas Pérez que no dejó de hacerse fotos y firmar autógrafos antes del partido y durante el descanso. El coruñés vibró como un aficionado más. Pablo Martínez fue otro de los jugadores de la primera plantilla del Deportivo que no se perdió el partido. También los jugadores de Básquet Coruña animaron desde la grada al equipo verde.
El partido se podía decantar para cualquiera de los dos equipos. Oliveirense tuvo ocasiones muy claras que se encontraron siempre con la respuesta del guardameta liceísta. También los de Juan Copa tuvieron opciones de hacer el segundo.

Copa se fue a por todas y dio entrada a Fran Torres. El joven argentino revolucionó el partido y logró el tanto que ponía al Liceo por delante a solo seis minutos del final del partido. Sin embargo la alegría duró poco y los portugueses igualaron nada más sacar de fondo en una polémica acción.

El gol dejó sin fuerzas a un Liceo que se vino abajo tras un desgaste descomunal. El equipo lo intentó y se volcó sobre portería rival pero se encontró con otro gol en contra que finiquitaba el choque. Los de Juan Copa lo siguieron intentando pero el esfuerzo no obtuvo recompensa.

El final del partido dejó una tangana lamentable generada por un Oliveirense que no supo celebrar su victoria de una forma deportiva. Las provocaciones de jugadores y del banquillo portugués encontraron respuesta en algunos jugadores del Liceo que recriminaron la actitud de los rivales. La tensión llegó casi hasta la puerta del conjunto portugués que fue despedido con una sonora pitada por parte del público.

La eliminación no puede quitar mérito a la temporada que está completando el Liceo. Con una plantilla casi nueva y muy joven el equipo coruñés compitió y se quedó a las puertas de la final a ocho de la Liga de Campeones.