La catedral del fútbol español, San Mamés, se rindió este domingo al gallego Borja Iglesias. Lo hizo para reconocer su posicionamiento sobre el caso Rubiales, siendo el único jugador masculino que se negó a ir con la selección hasta que el presidente de la RFEF abandonara su cargo.

El futbolista saltó al césped en la segunda parte, momento en el que recibió una tremenda ovación de la afición del Athletic de Bilbao. Su equipo acabó cayendo derrotado, pero el compostelano seguramente recuerde este día como uno de los más bonitos de su carrera.

"Estoy triste y decepcionado. Como futbolista y como persona no me siento representado por lo que ha pasado hoy en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Me parece lamentable que sigan presionando y poniendo el foco sobre una compañera. Vestir la camiseta de la Selección Española es de lo más grande que me ha pasado en mi carrera. No sé si en algún momento volveré a ser una opción, pero he tomado la decisión de no volver a la Selección hasta que las cosas cambien y este tipo de actos no queden impunes.", decía el futbolista tras la asamblea en la que Rubiales se negaba a dimitir.

Mientras que el fútbol femenino se ha unido al completo para apoyar a Jenni Hermoso, han sido pocos los casos en el fútbol masculino que se hayan pronunciado sobre este tema, lo que ha despertado críticas en redes, especialmente a los jugadores con más posibilidades de ir en la próxima convocatoria de la selección, que jugará en el mes de septiembre.