El Servizo Galego de Saúde ha asegurado que el porcentaje de camas operativas este verano en los centros hospitalarios de la red pública galega se sitúa en torno a un 88% del total, una cifra que ya habíamos adelantado en conversaciones con los profesionales sanitarios hace unos días, que ubicaban la disponibilidad de camas en un 86% del total en esta época del año.

Aunque el SERGAS no ha especificado el número de plazas cerradas en los hospitales gallegos (que el SATSE cifró en 900), ha indicado que este número de camas en funcionamiento representa un porcentaje similar al de años anteriores. Además, ha destacado que "las camas están siempre disponibles al 100% en caso de necesidad".

Preguntados sobre los motivos que llevaban a tomar las decisiones de cierre de determinadas plantas, como puede ser el caso específico de las dos plantas de medicina interna en el Hospital Abente y Lago de A Coruña, el SERGAS señaló que "las áreas sanitarias del Sergas hacen una planificación teniendo en cuenta los datos de los años anteriores y los datos de ocupación".

Unas decisiones de cierre que se toman teniendo en cuenta el histórico de necesidades en el pasado: "En base a los datos de veranos anteriores, la ocupación de camas de hospitales está alrededor del 75%, pero siempre se deja un margen de un 12-13% hasta alcanzar ese 88%, en un porcentaje similar al de otros años".

El SERGAS ha incidido en que "la planificación asistencial en el periodo estival supera las previsiones de ocupación media" y que la disponibilidad del 88% de camas en los hospitales gallegos "pone de manifiesto una adecuada planificación de los recursos disponibles".

"Los profesionales trabajan de forma más racional y cómoda"

Además, según se ha trasmitido desde el gabinete de prensa del SERGAS a Quincemil, existe una "garantía de que todos los pacientes, en todos los casos en los que sea preciso, disponen de una cama a cargo del servicio especializado adecuado para su atención".

"Lo que se hace en verano es una reordenación de las unidades de hospitalización para que los pacientes tengan a su disposición los recursos que necesiten y los profesionales puedan trabajar de manera más racional y cómoda, garantizando la atención en aquellos procesos que no admiten demora". En palabras del SERGAS, el ajuste de servicios en los hospitales gallegos responde a un criterio de "adaptación de los recursos a la actividad".

Los cálculos efectuados por el SERGAS, se hacen en función de "la disminución de la demanda asistencial": "Hay que recordar que la época estival es la estación del año en la que se observa una reducción de determinadas patologías, como las respiratorias responsables el resto del año de un elevado número de ingresos en los hospitales, y se minimizan las reagudizaciones de enfermedades crónicas."

Por último, como ya se había apuntado en la información publicada por Quincemil, desde el SERGAS señalan que "es habitual que se aproveche el verano, época en la que hay menos ingresados, para hacer intervenciones de mejora y obras de mantenimiento en los centros y áreas que lo precisan".

Por último, desde el SERGAS apuntaron a que "la programación estival permite gestionar de modo eficiente las vacaciones de los profesionales del Sergas", de una forma en que se garantice "en todo momento, la seguridad y la calidad asistencial de los pacientes".