La subida del precio del gasoil asfixia a la pesca gallega: Se triplica en poco más de un año
En enero de 2021, el precio medio de un litro de combustible se situaba en 0,36 euros, hoy en día ya alcanza el 1,10 euros. De no tomarse medidas, la flota amenaza con un paro, lo que podría provocar desabastecimiento de pescado
11 marzo, 2022 06:00El desmesurado incremento del precio de gasóleo está afectando de lleno a las embarcaciones pesqueras. Muchas, ante el imparable aumento del carburante, han optado por el amarre. Primero fue el puerto de Celeiro, al que le siguió Vigo, donde parte de su actividad pesquera se ha paralizado; pero cada vez son más las embarcaciones que se suman a este parón.
Y es que, con los actuales precios del carburante, el desarrollo de actividad pesquera es insostenible económicamente: "Solo da pérdidas", afirma el patrón mayor de Burela y presidente de la Federación Nacional de Cofradías, Basilio Otero. En esta misma postura está el Patrón Mayor de Cangas, Javier Costa, que ante el elevado precio del gasoil teme que en algún momento los barcos de pesca artesanal como los de su cofradía y el suyo propio "no puedan asumir la situación".
Hoy en día, llenar el depósito de cualquier embarcación pesquera resulta tres veces más caro que hace poco más de un año. Los números, dice Otero, así lo demuestran. En enero de 2021, el precio medio de un litro de combustible se situaba en 0,36 euros; un año después, en enero de 2022, el coste ascendía a 0,50, y en la actualidad un litro de combustible cuesta ya 1,10 euros. Es decir, "llenar el deposito de un barco cuesta hoy tres veces más", señala Otero.
Desde las cofradías no son partidarias de que la flote pare, pero advierten que esta será la única vía que tendrán para conseguir que el Gobierno escuche sus demandas. Ya han pedido varias reuniones con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, pero todavía no han recibido ningún tipo de respuesta, lamenta Otero.
El presidente de las Cofradías: "Si esto no se soluciona, habrá desabastecimiento de pescado"
Desde el sector, recuerda Otero, solicitan la exoneración del pago a la Seguridad Social y de las tasas portuarias, porque "no solo los barco sufren, también las lonjas", dice. Y, por último, solicitan las ayudas de minimis para salvaguardar la actividad pesquera de los buques, las tripulaciones y las empresas.
Si no se toman medidas y esta situación se mantiene en el tiempo, Otero ya advierte que toda la flota, no solo la gallega sino también la del resto de España, parará. "No podemos mandar la flota al mar para solo tener pérdidas, que es lo que le está ocurriendo ahora mismo", indica. La flota, dice, "por responsabilidad no está parando" en la actualidad.
La semana que viene será clave. Si el Gobierno no atiende la solicitud del sector pesquero, este amenaza con un paro generalizado. "Si no tenemos ningún tipo de solución, dudo que lleguemos a finales de la próxima semana sin parar", advierte el presidente de la Federación Nacional de Cofradías.
Este parón de la flota tendrá consecuencias para el mercado, que sufriría desabastecimiento de pescado. "Si la flota no sale, no hay pescado", dice Otero, quien niega que vaya a haber una subida de precios en el producto debido a la huelga en el transporte, ya que el pescado de Galicia no se podrá trasladar a otros puntos. Eso sí, sí subirían los precios del pescado importado, que se prevé que escasee debido a la huelga en el transporte. "El que haya, será más caro", comenta.
El Patrón Mayor de Cangas: "La subida del gasoil es brutal, no sé si seremos capaces de encajarlo"
El precio del combustible a finales de 2021, en torno a 0,30 céntimos, según el Patrón Mayor de Cangas, Javier Costa "era un coste en principio asumible" para los barcos de pesca artesanal de la cofradía. Sobre la subida derivada del conflicto Rusia-Ucrania (actualmente el precio del gasoil se sitúa en 1,10 euros), la considera "brutal" y aclara que es "más de un 50%, en torno a 80 céntimos más".
Sobre flotas como la de Celeiro, que recientemente han decidido amarrar sus barcos de manera parcial, cuenta que esas son embarcaciones de pesca semi industrial y de arrastre que "pueden consumir unos 3.000 litros de gasoil diariamente". "Tal como está el precio del pescado es casi inasumible y la situación y por eso han decidido amarrar. Son barcos que gastan unos 3.000 euros al día en combustible y no se puede trabajar ahora mismo", explica.
Acerca de cómo se están viviendo estas semanas en Cangas desde que empezó el conflicto bélico, Costa asegura que "de momento están saliendo a faenar con normalidad" y que de momento la subida del precio del gasoil no les ha afectado tanto porque debido al mal tiempo gran parte de la flota no está saliendo. "Mientras no salimos, no gastamos pero cuando toque no sé cómo lo vamos a asumir", lamenta.
El gasto de combustible en comparación con los costes generales que supone mantener una embarcación, apunta que "supone más de la mitad del gasto total". Sobre barcos como el suyo, orientados a la pesca artesanal, aclara que en 2021 los precios eran razonables porque se movían entre los 40 y 60 céntimos y en total al mes podía gastar un total de 600 euros en combustible. "Tal y como están las cosas ahora gastaré más del doble, unos 1.200 euros que se añaden a otros costes como los seguros de los tripulantes, el equipamiento de salvamento o los seguros pertinentes", expone.
En pocos días tanto él como otros marineros se irán a campaña de la caballa en el Cantábrico y comenta que en 2021 se fueron con un gasto de gasoil en toda la campaña de 2.000 euros, algo muy diferente a este 2022. "Ahora me voy con 1.500 euros que tengo metidos en mi barco y no he pescado ni un solo pez. No sé si voy a ser capaz de amortizar los gastos del gasoil, está muy complicada la situación", dice con preocupación.
Acerca de la bajada de precios del pescado y marisco que denuncian trabajadores del sector pesquero desde que empezó la guerra en Ucrania, argumenta que "llevan ya unos años fastidiados". "Acabamos de salir de una pandemia en la que el recurso primario, la pesca artesanal, estuvimos trabajando duro", reivindica. "Nuestra cofradía es de pesca artesanal y salimos todos los días para procurar tener pescado fresco porque es una proteína fundamental para el ser humano y hemos aguantado dos años muy difíciles", asegura.
"El pescado de restauración lo estuvimos vendiendo a un precio un 30% por debajo del habitual durante la pandemia y estas Navidades nos dio la crisis sanitaria un latigazo muy fuerte", subraya, sobre lo que matiza que "en noviembre vendían el pescado de manera normal y en diciembre con la cancelación de cenas de empresa derivadas de las restricciones, supuso un castigo". "Venimos heridos del golpe de la pandemia y la gente y empresas de pesca artesanal aún no hemos sido capaces de recuperarnos y de ahorrar y estamos trabajando para mal sobrevivir, que es lo que haremos ahora con esto del gasoil cuando aún encima ya estábamos justos", critica.
Sobre posibles peticiones que trasladar al ministro Planas, solicita protocolos para la pesca artesanal y un trato diferenciado al de la pesca industrial o semi industrial. "Llevo ocho años de patrón mayor y luchando todo el tiempo en Bruselas o Madrid para que la pesca artesanal tenga un trato distinto. Somos una pesca de supervivencia, selectiva y sostenible en el tiempo y si nosotros salimos al mar pescamos y comemos, pero si hay mal tiempo no pescamos ni podemos comer ni los tripulantes de mi barco ni yo ni los demás barcos de las cofradías", relata.
"Lo del gasoil ahora nos viene a asfixiar", advierte, mientras denuncia que están sujetos a cotas que piden eliminar porque "el mar no tiene barreras y el pescado hay que pescarlo cuando pasa por determinadas zonas".
Este reportaje ha sido elaborado por Amara Santos y Loreto Peteiro